Faltan 9 días para su cumpleaños 90 / Los misterios del número 11 que usó Luis Aparicio Junior (Parte III)

Por Orlando Bohórquez Parra

Prensa/Jabeando/Deportivas/20-04-2024.- El nombre de Luis Ernesto Aparicio Montiel, el junior de Maracaibo, estuvo ligado a tragedias de aviones, aun cuando por suerte para él, nunca se contó en listas trágicas de pasajeros, pero le tocó vivir experiencias dolorosas, con sustos y mucho miedo.

Nuestro flamante Salón de la Fama del Béisbol en Grandes Ligas, fue muy mencionado a raíz de aquel fatídico accidente aéreo, del avión de Viasa en la ciudad de Maracaibo, que cayó envuelto en llamas sobre la urbanización La Trinidad y el barrio Ziruma, con saldo de 155 muertos, lo cual ocurrió al mediodía del 16 de marzo de 1969.

En ese vuelo estaba previsto que embarcaran para ir a Miami, la esposa de Luis, Sonia Llorente de Aparicio y sus hijos. Milagrosamente, por cuestión de documentación requerida, la señora Sonia no cumplió con los requisitos, ya que ella es extranjera (Puerto Rico) y no pudieron volar. El pelotero los estaba esperando en Estados Unidos. Fue así como se salvó la familia de este icono del deporte.

Otra situación de gran dolor que vivió Aparicio, fue cuando uno de sus pocos amigos de la infancia, de nombre Carlos, lo invitó a un viaje en avioneta en Estados Unidos, y como él tenía previsto ir a un sitio diferente, no lo pudo acompañar. Esa avioneta se estrelló y su amigo de toda la vida murió ese día.

TAMBIEN EN 1978 A PUNTO DE MORIR:

Aun cuando esto no fue relacionado con aviones, Luis Aparicio, estuvo muy cerca de la muerte, cuando en 1978, estando en Maracaibo, sufrió un percance de salud en su estómago. que ameritó peligrosa operación, y tuvieron que quitarle parte del intestino debido a una hemorragia, que le trataron en el Hospital Clínico. Fue tan grave la situación, que un periódico del centro de país, título que Aparicio había muerto.

La gráfica es del aeropuerto Grano de Oro, donde despegó el avión de Viasa, que se estrelló en Maracaibo.

NOTA: datos suministrados por Nelson Aparicio, hijo de don Luis.
Receptor de estas notas José Domingo Romero
Escribe Orlando Bohórquez