Por José Cuevas
Caracas, 31-08-2015.- Juez-árbitro en 2.500 combates en Venezuela y 918 en el boxeo internacional, destacando citas olímpicas, y figura resaltante en la inauguración de los Juegos Panamericanos de Caracas 1983, indican el trabajo realizado, en su larga trayectoria, por Ulises Rodríguez en el pugilismo nacional.
Pero con esas brillantes charreteras deportivas las lleva con suma humildad, a los 79 años de edad (nació en abril de 1936), como lo pudimos constatar durante la entrevista-más bien tertulia- que nos concedió en su casa de Guarenas, junto a sus hijas, nietos, y el lorito (De casi cincuenta años que compró por 15 bolívares)
“Fui, soy y seré un hombre del boxeo. Primero como atleta (36 peleas en amateur), luego entrenador (Campeón con el equipo Policía Metropolitana de Caracas) y luego juez-árbitro (Finales en juegos olímpicos de Moscú 89 y Los Ángeles 84) Y con pasantía por la Federación Venezolana de Boxeo Aficionado”.
Recuerda que a los catorce años de edad ya estaba metido en eso del boxeo allá en mi natal Cumaná (estado Sucre): “Le decía a mi mamá (María Rodríguez) que tenía una pelea pendiente y ella me respondía: ¡Dele duro por esa trompa! Al rival de turno por supuesto”.
Estuvo en Caracas como atleta y en una sesión de guantes sube al ring del Nuevo Circo para ayudar a un argentino pequeñito: “Lo ayudé durante cuatro rounds. Me da unos dólares y me agradece la ayuda. Días después ese menudito defiende su faja mundial contra Ramoncito Arias (19 de abril de 1958): era un tal Pascualito Pérez”.
CON LOS MEJORES
Rodríguez dice estar agradecido a la vida por su familia (Ulises Jr, Sara, Cristina; hasta un video le realizó su nieta, la favorita, Keyla Duarte Rodríguez), sus amigos (Hely Montes, Pedro Honorio Cuggia, Ángel Sánchez Meneses, Juan Rivas, Manuel Fernández, entre otros que sus memoria no atina a recordar, pero su corazón sí-según afirmó.
“Que satisfacción, estando en una competencia en los Estados Unidos, y al bajar de arbitrar una pelea, el mismo Walker Smith (Sugar Ray Robinson) me estrechó la mano y me dijo que le había llamado la atención positivamente mi trabajo como tercero sobre ring”, destacó en efusiva Ulises.
Otro momento inolvidable que le agradece al boxeo es haber sido amigo, pupilo más bien del que considera el mejor boxeador venezolano: “El más popular por la historia que escribió es “Morocho” (Carlos Enrique Hernández Ramos) Pero el más completo, fue Jesús Salvador Henríquez”.
Ese nombre de Salvador Henríquez, lo llevó a otra anécdota: “Años después, retirado yo como atleta (1977), por ese amigo subí de nuevo al ring, para una exhibición, nada más y nada menos que contra mi amigo, paisano “Morochito” (Francisco Brito Rodríguez) El dinero recaudado en la velada era para comprarle una casa al amigo Salvador”, rememoró con nostalgia.
Otro hito en su vida profesional, fue cuando fue escogido por el Presidente de la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (Aiba) de entonces (Ronald Hull): “Allí en la tarima del Estadio Olímpico de la UCV, juramenté a todos los jueces y árbitros, de todos los deportes, no solo del boxeo, que iban a trabajar en esos memorables Panamericanos de 1983, aquí en Caracas”.
Como se dijo al principio, Rodríguez es un hombre del boxeo, por eso fue el pionero en la confección de artículos para la práctica del pugilato nacional.
“Veníamos de una competencia en México (1984), y uno del grupo traía sobre los hombros un par de guantes (Marca MM, competencia para ese entonces de los Cleto Reyes) Entonces alguien dijo ¿Nosotros podríamos fabricar ese tipo de guantes en Venezuela?.. Claro contesté, los venezolanos podemos hacer de todo”.
Bueno a los meses habían iniciado la empresa venezolana Julmo Sport: “cuyas siglas eran las letras de los nombres y los hombres del pugilismo: jota (J) de Juan Rivas, entrenador de boxeo); U, de Ulises, su servidor; ele (L) de León Hidalgo, directivo de Feve Boxeo); (M) de Manuel Fernández, árbitro, mi compadre; y O, de Oswaldo Borges, “Papelón”, ex presidente del IND”.
El gran mérito de este grupo de personas, todas ligadas al deporte de fistiana-es que trajeron de México a los expertos en la fabricación de guantes, caretas, guanteletas, guantines, sacos, peras rápidas y otros elementos para la práctica del pugilismo; y luego un grupo de criollos aprendieron muy bien la elaboración de estos implementos.
“Hoy, luego de más de treinta años, todavía mi compadre Fernández se mantiene activo al frente de la empresa, ayudado por su hijo Daniel”, recordó Rodríguez.
REFLEXIONES:
De sus casi cinco décadas como boxeador, entrenador, juez, árbitro, dirigente, Ulises nos dejó un tips a considerar: “Como atleta, jamás descuidar la preparación física y estar convencido que se puede ganar. Lo psicológico en el boxeo es fundamental”.
“Como entrenador le confirmo que el golpe más efectivo en el boxeo es el gancho de izquierda. Los grandes, incluyendo al mismo Muhammad Ali, así lo confirmaron. Y la única contra que hay para evitarlo es: dar paso atrás”.
“A mis compañeros jueces: Si no hay ética, no puede estar allí. Debe dedicarse a otra cosa. Las leyes, los reglamentos deben aplicarse cabalmente”.
“Esta última reflexión se ajusta perfectamente al rol de dirigente deportivo. Tenemos (Los dirigentes) presiones de todo tipo. Pero lo fundamental es la protección al atleta», (En este caso los boxeadores), concluyó Ulises, una leyenda del arbitraje que debería estar en el Salón de la Fama del Deporte Venezolano.