*Luego del acto protocolar, con muchas fotos y música, entonces vino la debacle, cuando tuvieron que suspender el programa boxístico, porque a los pugilistas no les dieron ni agua.
Por/ Orlando Bohórquez
Presidente de la Fundación Ídolos del Boxeo
Durante la celebración de los 40 años de haber conquistado el perijanero Pedro Gamarro, la medalla de plata olímpica en Montreal 1976, ocurrieron hechos insólitos dentro de un acto de tanta jerarquía para el deporte y sobre todo por tener como organizador principal a la Gobernación del estado Zulia.
Sin intención de señalar culpables, porque eso queda a juicio de los boxeadores y entrenadores, que vivieron en carne propia lo que allí sucedió, cabe señalar lo siguiente: cómo es posible que en el evento, las tribunas estuvieran completamente vacías, teniendo la Gobernación, facilidades para llenar esos espacios. Donde caben varios miles de personas, apenas unas doscientas sillas estaban ocupadas.
Otro aspecto, quizás el más grave y sentido de todos, es que después del acto protocolar, donde las autoridades se tomaron muchas fotos con el campeón Gamarro, y quienes hicieron uso del micrófono hablaron reiteradamente de su apoyo al deporte, haciendo énfasis en el boxeo, se suspendieran los combates pautados (siete en total).
La decisión de suspender el programa boxístico que le daba respaldo al homenaje a Gamarro, fue porque los jóvenes pugilistas que llegaron con sus entrenadores, desde muy tempranas horas de la mañana, de distintas partes del Zulia, no recibieron ni agua, ningún tipo de refrigerio, y a primeras horas de la tarde, cuando se suponía comenzarían a pelear, estaban casi desmayados del hambre y la sed, porque a ningún organizador se le ocurrió, que eso es sumamente necesario. Total la jornada del boxeo se suspendió.
Otra situación lamentable, es que estos muchachos que vinieron de diferentes municipios con el solo deseo de respaldar el significativo evento, no recibieron el apoyo para sus traslados. Muchos de ellos tuvieron que venir y regresarse a la Costa Oriental del Lago (por citar un caso), pidiendo “colitas” o gastando de sus propios bolsillos. Eso es insólito, que se llegue a esos extremos de marginar a unos atletas que hacen esfuerzos por defender los colores deportivos del Zulia. Además se notó, que las autoridades que representan a estos deportistas, en ningún momento vigilaron aquella irregular situación y mucho menos elevaron su voz de protesta ante los representantes del gobierno regional.