Danny García cumple, gana y ahora va por el título

Por Bernardo Pilatti

Prensa/ESPN Digital/Jabeando/18-02-2018.- El ex campeón mundial, Danny García, consiguió un KOT contundente sobre Brandon Ríos en el noveno asalto y logró su objetivo, dar una fuente mensaje a los demás campeones, “va por sus títulos”. No hay dudas que García lució bien, pero también es cierto que el rival era el adecuado para lucir bien.

Danny García, venía de una derrota por decisión divida ante Keith Thurman, donde perdió título e invicto. Necesariamente regresar de una primera derrota significaba un examen exigente y por más que Ríos arrastraba óxido, dudas sobre su motivación luego de haber abandonado y regresado al boxeo, su estilo de fajador siempre ayuda al espectáculo y a rivales que necesitan “lucir bien”.

García fue superior y ganó por la vía rápida, esa es la buena noticia. La mala noticia, es que aún quedan dudas sobre su boxeo en 147 libras y se mantiene esa sensación de que le falta algo todavía, para estar a la altura de un Keith Thurman o un Errol Spence Jr. Tal vez, a Danny le falta precisamente, enfrentar a ese tipo de rivales para saber si efectivamente da la talla en las 147 libras.

EL DANNY DE SIEMPRE; EL BRANDON DE SIEMPRE
El combate no alteró las previsiones. Los dos tuvieron el desempeño que se esperaba, un choque de estilos a partir del único estilo que puede practicar un fajador rudo y de poca técnica como Brandon Ríos. El californiano, por momentos, se pareció al que nos entusiasmara en las 135 y las 140 libras. Guapeó, puso presión, asimiló golpeo, persiguió a García por todo el ring y hasta consiguió llegarle con algunos volados o cuando lograba encerrarlo sobre las cuerdas, pudo trabajar con algo de acierto en la cota distancia. Hasta ganó un par de asaltos donde se vio más activo que su rival. Pero fue eso y poco más. En esos asaltos erro más de lo que acertó, acusando claramente un enrome óxido boxístico.

Danny García trabajo desde la distancia que se siente más cómodo, utilizó todo el cuadrilátero, colocó buenos derechazos con mucha efectividad y por sobre todas las cosas, hizo la diferencia con su velocidad de golpeo. Ante un hombre más lento, demasiado lento y previsible, se lució colocando golpes duros desde los ángulos, saliendo por piernas, acertando rectas al mero rostro de Ríos y sobrándose en la defensa. O cuerpeaba o amarraba.

La pelea mostraba un dibujo repetido asalto tras asalto. No obstante, luego del sexto asalto se notó el cansancio de Ríos e indudablemente el golpeo duro a la zona media empezó a hacerle mella a un púgil que esta fuera de forma, para colmo de males. Pese a esas limitaciones, parecía que el californiano iba a conseguir llevar la pelea hasta la distancia, pero en el noveno asalto, se descuidó y una derecha potente, impiedosa, lo sorprendió y lo mandó a la lona. Se paró, pero se notaba que ya no tenía condición de continuar y acertadamente el árbitro detuvo la pelea.

Danny fue superior, era lo obvio. La pregunta es, ¿cuánto se superó a sí mismo? En ese aspecto, todavía quedan dudas que fue imposible disipar en esta pelea. Por paradójico que parezca, la pegada en este peso es una de ellas. Hasta ese golpe, García no había logrado lastimar o conmover a Ríos, un rival solo traía corazón e insistencia. Pese al nivel de acierto con golpes duros y precisos, Danny debió trabajar hasta el noveno asalto para liquidar el pleito.

Ante el tamaño de los compromisos que se le avecinan, la primera sensación es que con lo que mostró ante Ríos, hay rivales en su lista para los cuales no está “listo”. Uno de ellos, sin duda, es Errol Spence Jr, que volvió a retarlo en redes sociales y contra el cual Danny García no tiene ninguna oportunidad.

La revancha contra Keith Thurman, que estaba presente en el Mandalay Bay asistiendo a la pelea, parece lejana, posiblemente podría ocurrir en el 2019 y pese a toda la escena circense que protagonizó Shawn Porter, es difícil que se enfrenten si no hay títulos en juego. La primera opción o la más viable, si hubiera acuerdo entre promotoras, sigue siendo para Lucas Matthysse, campeón regular welter de la AMB y que desea la revancha de aquella derrota en 140 libras.

Mucho se hablará en los próximos días sobre este tema hasta que se materialice alguna negociación. Por lo pronto, lo más importante es que Danny García ganó, se llevó una buena bolsa y quedó en línea para disputar un título en 147 libras. Ese será el verdadero examen para confirmar que esta división le queda grande o convencernos de que puede dar una mejor versión a la de su gran actuación en los súper ligeros.

AUSPICIOSO FUTURO PARA BENAVIDEZ Y YORDENIS UGÁS
Sin dudas, la cartelera del Mandalay Bay fue entretenida, con peleas competitivas y que dejó algunas constataciones importantes. El campeón supermediano CMB, el mexicano David Benavidez, lució impecable en su primera defensa y a su vez, revancha contra el rumano Ronald Gavril al que venció por unánime decisión en la principal batalla de respaldo. Precisamente a Gavril le había arrebatado el cinturón por decisión dividida que obligó a esta revancha.

A sus 21 años, Benavidez ratificó que nadie le regaló ese título. mostró su madera de campeón, se superó a sí mismo, transmitió una llamativa madurez boxística y nos enseñó que hay mucho que esperar de una carrera que recién comienza.

También fue meritoria la actuación del cubano Yordenis Ugás, que afrontaba una pelea crucial para su futuro. Una eliminatoria del peso welter de la FIB contra el estadounidense Ray Robinson. Para el ex medallista olímpico y ex campeón mundial amateur, esta pelea era aquella oportunidad de llegar al primer plano y el primer paso hacia una pelea de título.

Precisamente, la extraña eliminatoria de la FIB fue una pelea eliminatoria hacia la eliminatoria principal, de la cual saldría el próximo oponente mandatorio que enfrentará al monarca del organismo, Errol Spence Jr.

Ugás ganó por TKO, se mostró sólido, fuerte, agresivo, aplicado a un excelente plan de pelea y sumamente efectivo con sus golpes de poder. La demostración del cubano indudablemente le abre puertas y lo debe llevar en todos los organismos a los primeros lugares en sus clasificaciones.

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