Por José Enrique Cuevas
Caracas/Jabeando/19-04-2018.- Si algo le gustaba, según referencia de algunos allegados, al venezolano Ramón Arias, igual o más que el boxeo: era la fiesta, la pachanga. Por eso la frase “Aquel 19”, celebre canción del guarachero dominicano Alberto Beltrán, le queda al pelo, pues precisamente se están cumpliendo 60 años de la gran pelea entre nuestro Ramoncito y el campeón mundial argentino Pascual Pérez, teniendo como escenario el caraqueñísimo Nuevo Circo de Caracas.
Para su entrenador de entonces Juan Medina: “aquel 19 debió nacer nuestro primer campeón mundial de boxeo”. Pero cayó por decisión ante el monarca Pérez, toda una institución del peso mosca que lo llevó al Salón de la Fama del Boxeo.
Similar apreciación nos relató hace poco el ex boxeador y ahora integrante de la Asociación de Jueces y Árbitros de Venezuela, Nicolás Ascanio, quien por cierto fue el que tuvo el honor de perder en su debut con Ramoncito.
“Fue una pelea muy dura, pareja, que estaba dominando. Creo que de haber realizado ahora, en estos tiempos, el ganador hubiese sido Ramón Arias”, destacó el ex boxeador y árbitro capitalino.
Además de estos personajes que sobreviven al ídolo zuliano (Ramón falleció el 17 -06- 2007, a los 71 años de edad), también reseñas periodísticas de la época indican que: Para la mayoría de los aficionados que asistieron aquella noche del 19 de abril de 1958, como para los compatriotas que vieron las acciones por la recién instalara Televisora Nacional (Canal 5), el zuliano hizo méritos para ceñirse la faja peso mosca (50.8 kilogramos=112 libras).
Otro testigo de excepción fue Efrén Rodríguez (hoy fallecido) quien estuvo acompañando a Medina como second (ayudante) en la esquina del marabino: (…, en entrevista que le hice para la revista Hot Boxing en el año 2010): “Lamentablemente después que Ramón tumbó a Pascual en el segundo round, cambió el panorama de la pelea. Ramoncito vio la oportunidad de terminar el combate y paseó al campeón. Pero se cansó, y de paso salió con una fea herida en la ceja derecha, producto de un cabezazo del zamarro argentino, que por supuesto el árbitro estadounidense (Ben McCalum) no vio”.
Para Efrén, su amigo y pupilo era un fenómeno: “Pero el campeón era de otro planeta y al nuestro le gustaba el bonche, la pachanga, y hasta se había fugado con unas damiselas una semana antes del careo. Para mí, sí perdió. Ajustado, pero no superó al gran campeón que era y después lo ratificó más: Pascual Pérez”, dijo en aquella entrevista Rodríguez.
Esto último de que Ramoncito era difícil de controlar, esto lo testimonió también el promotor marabino de aquella pelea titular: Rafael “Rafito” Cedeño, que en más de una ocasión mencionó aquella famosa escapada nocturna de su pupilo días previo a tan duro compromiso.
Es tan cierto, que el mismo Daniel Santos (El Inquieto Anacobero) compuso y cantó una canción (guaracha) titulada “Ramoncito campeón”.
¡SOS BIEN BOLUDOS!
Don Franklin Mejías (está por cumplir cien años), para entonces comenzando sus labores como anunciador junto a José “Pepe” Pedroza, recuerda el combate.
“Ramón era una ametralladora con el jab, además tenía excelente defensa y desdibujaba el ataque de sus rivales con pasos laterales. Lástima que se topó con pocas peleas (9) ante un verdadero fenómeno del ring (en 1997 ingresó al Salón de la Fama del Boxeo, en Canastota, Nueva York). Aunque, como considero que él (Pascual) fue el ganador aquel 19 de abril”.
Mejías rememora así la refriega: “Sin duda el nuestro mandó durante los cinco primeros rounds. Incluso derribó al campeón en el segundo capítulo. Pero del quinto para arriba sus facultades-que hay que decirlo no eran las mejores, por cuestiones extra ring-mermaron, y Pascual fue el dueño de la situación hasta el asalto quince”.
En cuanto a la decisión de los jueces, dos venezolanos: hay sendas versiones, una del propio mánager de Pascual Pérez, el maestro Lázaro Koci, en el mismo escenario del Nuevo Circo y otra que escuchó quien escribe a su colega y paisano Amílcar Bruza, años después, en 1984, en el gimnasio de boxeo Miguel “Colorao” Palacios del Brígido Iriarte.
En ambos casos coincidieron que los jueces criollos: Santos Arismendi (141-139) y Luis J. Rodríguez (147-144) fueron: ¡Bien boludos!, o más bien pasados de honestos al no dar ganador a Ramoncito, el ídolo del país, quien había derribado al campeón, y darlo perdedor por decisión, y aquí en su patio, la tercera votación fue cantada y por el árbitro Ben McCalum (143-138) Todos a favor de Pérez. En definitiva, la gloria que le quedó a Ramoncito es que fue el primero venezolano- y también el segundo, pues en 1961 cayó por nocaut por la faja peso gallo (54 kilos) ante el brasileño Eder Jofre-en disputar un título mundial de boxeo, como dice la canción de Alberto Beltrán: “Aquel 19…” de abril de 1958.