Por: José E. Cuevas
https://youtu.be/pIsA7nCQKVo
Apenas Jorge Linares cayó, junto con su corona del peso ligero AMB, ante este torbellino de golpes que es el ahora triple campeón Vasyl Lomachenko, vino a mi memoria aquel cruento combate entre otro orgullo latinoamericano, el nica Andrés Alexis Argüello Bohórquez y el entonces monarca welter junior, de Cincinnati (EE.UU) Aaron Pryor.
Igual que Argüello (el 12 de noviembre de 1982, perdió por Kot en 14 rounds), apenas concluida la refriega en el nuevo Madison Square Garde, el de Barinitas (estado Barinas) pidió la revancha. Y el estadounidense la dio la revancha al nicaragüense (9 de septiembre de 1983)y venció por KO en el décimo asalto, Pero esta vez en forma más contundente.
Eso pudiera pasarle a Jorge en un eventual desquite contra el ucraniano. Aunque la pregunta es se merece esta nueva oportunidad: Sí.
Al momento de desenlace el combate Linares-Lomachenko iba igualado en las boletas de los jueces (Julie Lederman 85-85, Robin Taylor 86-84 a Linares y Steve Weisfeld 86-84 por Lomachenko) y parecía que el primero de los nombrados tenía la oportunidad de retener la faja, por lo menos hasta el noveno round.
La pelea del pasado 12 de mayo lo vimos. Un Linares que probó que tiene la fuerza necesaria en su directo de derecha para horizontalizar a Lomachenko o cualquier otro ligero, incluido Mike García.
Pero que también se puede caer y lo peor la piel y fisonomía del rostro (pómulos prominentes) sensible a los puños.
En el décimo (2.08 segundos) cayó por ese zurdazo que se le incrustó como una navaja en su costado izquierdo.
EL DESQUITE
Comienzo citando a otro grande del boxeo latinoamericano, el hijo de la bondoja, Rubén “Púas” Olivares, a quien se le pregunto ¿Cómo se le gana a un boxeador zurdo?…! Con la zurda! Bueno hizo fue lo que hizo falta a Linares en esta primera confrontación contra Lomachenko: usar como una laza, un estilete, su respetable jab de izquierda y luego en uper cut y gancho con esa misma mano y más atrás ese directo de derecha con el cual tumbó al ucraniano en el sexto asalto.
Claro-dirá usted amigo lector. Luce fácil actuando como entrenador, sentado cómodamente en una computadora en Petare (Venezuela) a3432 KM = 2133 mil kilómetros de Nueva York, y mejor aún a casi 5 horas lejos de la riposta asesina de Lomachenko.
Pero bueno, creo que Linares lo puede hacer y debería de hacerlo que cree realmente en poder ganar un desquite contra este tanquecito Lomachenko.
Jab duro, largo, upercut y gancho con la misma mano izquierda y remate con el directo de derecha. Así lo recetó el “Púas” de México en la mencionada entrevista.
¿Además de esos recursos mencionados, qué más hacer ante este duro, pero sin experiencia rival? Bueno si su esquina hace el trabajo de las inflamaciones del rostro y Linares está atento desde el primero hasta el último segundo que dure el combate del contragolpe a la zona baja-que el debió trabajar más-de Loma.
Lo del puño del nocaut, creo sinceramente que igual Linares, y cualquier otro, se caía con ese puño al costado o a la punta de la Y (Hígado), como decía el maestro del bolo punch, Gerardo “Kid Gavilán” González, se caía en el primero, en el décimo o el último segundo del último round.
Hay otro punto que debería aclarar el mismo Linares: se vio agotado en apenas 5 rounds. ¿Qué pasó en su preparación? Sobrentrenamiento? Pareciera que hubo algo de eso.
De no hacer esos ajustes, viviríamos otro De Ja Vu (reminiscencia) de la primera pelea contra Lomachenko, o la pesadilla que vivió Argüello, en su desquite con “El Halcón” Pryor, otro gladiador durísimo y que, al igual que Lomachenko, era una máquina de lanzar puños, desde todos los ángulos, poderosos. Sin duda unos grandes rematadores.
Hasta aquí amigo concluyó este espacio ¡hasta el próximo campanazo!