50 años después… ¡Felicitaciones “Morochito” Rodríguez!

Audio: Narración de Carlitos González de los cuatro combates ganados por “Morochito” Rodríguez en México-1968. Recopilación. Cortesía Orlando Bohórquez.

Por José Enrique Cuevas

Caracas/Jabeando/26-10-2018.- Ágil en el hablar, como casi todo cumanés, pese a que tiene casi medio siglo en Caracas, Francisco Brito Rodríguez, o simplemente para el aficionado al deporte, y en especial del boxeo: Morochito, nos atendió en la grada del Estadio Brígido Iriarte de El Paraíso, donde se realizaba la entrega de los productos Clap a las Glorias Deportivas de Venezuela, seccional Caracas.

—Cómo estás compay. ¿Tú eres periodista de dónde?, me interrogó Morochito, tomando primero la ofensiva como si de un combate se tratase.

Le explico que vengo del periódico digital Jabeando, para una entrevista especial, a una personalidad como él.

Inmediatamente le estrecho la mano y le digo: !Hola campeón!

Se nos acercó otro medallista de oro olímpico: Juan Bautista Hernández (cubano, quien vive desde hace años en nuestro país).

Nos ataja Morochito y nos interroga:

—¿ A quién vas a entrevistar, a él o a mí?

—!A usted campeón!, le respondo.

—A bueno !mosca!, más bien mini mosca, porque yo fui primero que él en la historia del olimpismo.

Es cierto, Juan Hernández fue medalla dorada, ganándole en la final, precisamente, a un venezolano, Bernardo Piñango, en los juegos de Moscú 1980, doce años después del triunfo de nuestro entrevistado de hoy.

Hernández nos afirma: “Morochito fue mi primer gran ídolo. No solo para mí sino para el boxeo de Cuba. Su gran rivalidad con Carbonell (Rafael) fue inspiración, al igual que a mi paisano Teo (Teófilo Stevenson, triple medallista de oro olímpico) para meternos a esto del boxeo aficionado.

En el caso de Venezuela, podemos afirmar que a 50 años de su gesta en México (26-10-1968), Morochito continúa siendo la referencia, la veta, donde se inspiraron y se inspiran nuestros campeones olímpicos.

Podemos afirmar que: Aunque sea Morocho, que como él, no hay dos en la historia de nuestro boxeo aficionado.

Hasta la fecha (2018), hemos tenido seis medallistas olímpicos en boxeo: Pedro Gamarro (1976, Montreal, Canadá), Bernardo Piñango (1980, Moscú, URSS), Omar Catarí y Marcelino Bolívar (1984, Los Ángeles, EEUU), y más recientemente (2016, Río de Janeiro, Brasil), Yoel Finol. Pero ninguno con oro.

CUMPLEAÑOS DORADO

Retomando la entrevista con nuestro héroe, le interpelamos.

—Dicen por allí que, tu medalla dorada se celebra más que tu cumpleaños.

–Cierto. La gente (aficionados) se acuerdan más del 26 de octubre (1968) que del 20 de septiembre (1945) cuando nací.

Ya me contactaron para celebrar este aniversario. Sabes el de la medalla. Aquí en Caracas en la sede del Comité Olímpico (Venezolano) y el mismo día allá en mi tierra se disputará una vez la comparsa que lleva mi nombre: Morochito Rodríguez.

Le digo que su caso, es único en Venezuela, y tal vez en el mundo. Porque hay muchos campeones en amateur y profesional que por su trayectoria tienen estatuas, gimnasios, plazas con su nombre. Pero tú tienes hasta un barrio-

–Es verdad compay, este humilde hijo de Cumaná le bautizaron un barrio que lleva mi nombre. Espero que también me hagan un reconocimiento este 26 de octubre aquí en Catia. También te digo que en Cumaná tengo un gimnasio, pero es por la fecha en que gané la medalla (Gimnasio 26 de Octubre).

CON LOS COMANDANTES

—¿Dentro de los múltiples reconocimientos que has recibido por tu carrera deportiva que momentos más importantes te acuerdas?

—Muchos. El recibimiento de mi familiares en el aeropuerto, los aficionados, hasta llegar a Miraflores. Pero uno de los más importantes fue mi encuentro con Fidel (Castro) en Cuba, gracias a mi amigo Carbonell. También mis encuentros con Chávez y el hoy presidente Maduro (Nicolás). Fueron buenas cosas, bonitas para mí que me reconozcan como atleta y ciudadano.

PATRIMONIO DEPORTIVO

En la conversación con Morochito, le recordé su parentesco con María Rodríguez, la Sirena de Cumaná, nombrada Patrimonio Cultural de Oriente, rememoración que le hizo esbozar una sonrisa.

—Claro mi tía querida. Fallecida, pero una gran mujer del pueblo. Quién sabe, a lo mejor se le ocurre a algún dirigente por allí nombrarme también Patrimonio Deportivo Viviente.

CLAVE PARA TRIUNFAR

La carrera de Morochito coincidió con el auge del boxeo cubano amateur, por su grandes batallas con el mencionado Carbonell, así como contra Douglas Rodríguez.

Fue tanta su calidad sobre el ring, que otra leyenda del pugilismo cubano, Alcides Cegarra, ubicado entre los 10 mejores entrenadores de la historia del boxeo, y quien llegó a decir de nuestro Morochito que: “era invencible”.

—¿Cuál era la clave para salir siempre triunfante ante esos fuertes y bien preparados boxeadores cubanos que enfrentaste en grande peleas?

—Yo salía a pelearle desde el comienzo, sin dejarles pensar y pegándole duro a la barriga (estómago). Así gané muchas peleas importantes.

Quien escribe recuerda una conversación con una compañero de equipo de Morochito, Miguel Escobar Cabello, quien nos refirió con relación al estilo de Morochito: “Yo creo que era hasta judoca, pues tenía una manera de lanzar puños con el guante medio virado que parecían llegar de canto sobre las costillas de sus rivales”-

—¿Un mensaje final, campeón, para los muchachos que se inician en el boxeo?

—-Nada que estudien bastante, algo que yo no hice mucho porque eran otros tiempos. Que se cuiden mientras estén compitiendo y pongan el alto el nombre del país.

Me despedí de Morochito, pensando en el juego de palabras: Aunque, es Morocho, cómo él no hay dos en la historia del boxeo aficionado de Venezuela.