La historia del boxeo: Poder y pugilato. Parte 4/10

Por: Dr. Arnoldo J. Loaiza G. PhD

Maracaibo/Jabeando/12-03-2019.- En las entregas anteriores se estudió el acercamiento que tuvo Hitler con el boxeador Max Schmeling en Alemania, Mussolini con Primo Carnera en Italia, Juan Domingo Perón con Pascual Pérez en Argentina, tocándole el turno esta vez a La Nación Islámica, Robert Kennedy, Jimmy Carter y Ronald Reagan con Cassius Clay en los Estados Unidos. El propósito de este artículo consiste en demostrar el acercamiento de la organización religiosa, el fiscal y los mandatarios estadounidenses, al boxeador, para consolidar su poder religioso, social y político a través de su figura.

LA NACIÓN ISLÁMICA, ROBERT KENNEDY, JIMMY CARTER, RONALD REAGAN Y CASSIUS CLAY. MUHAMMAD ALI
Al momento de redactar este artículo sobre Cassius Clay. Mohammad Ali, se plantea el siguiente dilema: indudablemente que este personaje fue un boxeador estelar, pero al profundizar la trayectoria de este púgil, se evidencia que trascendió más allá de los puños y empleó el ring como escenario para exponer sus ideas irreverentes que luego pasarían a la historia como parte de la revolución cultural o más bien se está delante del profeta que encarnó al boxeador, para que a través del pugilato, le gritara a la sociedad estadounidense de la época su miopía y la necesidad de un cambio social.

NACIMIENTO E INICIO EN EL BOXEO
Bautizado inicialmente con el nombre de Cassius Marcellus Clay. Nació en Louisville, Kentucky, Estados Unidos, el 17 de enero de 1942. Fue el mayor de dos hermanos varones. Su padre era un pintor de letreros, alcohólico y maltratador de su esposa. Por su parte, la madre Odessa Lee Grady Clay, nieta de esclava, era muy afable y se dedicaba a labores domésticas en casa. Contrario a las clásicas historia de grandes boxeadores que se subieron al ring para salir de la pobreza, este personaje provenía de una familia de clase media.

Sus primeros pasos en el ring se producen cuando un ladrón le arrebató su bicicleta, fue a poner la denuncia hasta la comisaria y se encontró con el policía Joe Martin, encargado del Gimnasio Columbia de la ciudad de Louisville. Con 12 años de edad, Clay lloraba en la jefatura y amenazó con golpear al ladrón. El gendarme que le atendió, le recomendó que aprendiera a boxear antes de iniciar un pleito. El adolescente siguió sus consejos, comenzó a visitar el gimnasio hasta quedar encantado con el pugilato. Durante su primera pelea recibió una paliza, pero esto le motivó para entrenarse con mayor esfuerzo con el mismo Martín, quien apreciaba de él su fortaleza para entrenar y con su velocidad era capaz de anticipar el movimiento del contrincante.

Posteriormente Clay, alternó sus entrenamientos con Martin y Fred Stoner, instructor del “Grace Community Center”, quien terminó dirigiendo su carrera de boxeador aficionado, con quien aprendió los trucos del boxeo y a moverse en el ring. En el año 1956, cuando tenía 14 años de edad, ganó su primer título importante “El Golden Gloves Championship para novatos”, en el estado de Kentucky, en la categoría semi pesado, título que conquistaría cinco veces consecutivas.

En el año 1959, ganó el campeonato inter ciudades de Chicago y Nueva York en la categoría semi pesado. En abril fue campeón nacional de la “Unión Atlética Amateur”. Ese mismo año, el zurdo marine Amos Johnson, cortó la racha de 36 triunfos de Clay. Le bastaron tres rounds, para frustrar su aspiración de asistir a los Juegos Panamericanos.

LA MEDALLA DE ORO OLIMPICA Y SU ANECDÓTICA CLASIFICACIÓN PARA LOS JUEGOS
En torno a la medalla olímpica ganada por Cassius Clay, existe una anécdota referida a las eliminatorias para los Juegos Olímpicos de Roma, donde Clay, cae en combate ante Percy Price, disputando la categoría de los pesos pesados. Ante éste desenlace desfavorable, no se rinde, decide insistir y probar suerte en la categoría de los semi pesados, batiendo por nocaut a Allen Hudson, Campeón Panamericano en 1969. Con 18 años de edad y teniendo a Chuck Bodak como entrenador, según la revista Sport Illustrated, llegó a Roma como favorito para conquistar la medalla de oro.

En su debut olímpico, Clay le ganó al Belga Yvon Beacus, por nocaut técnico en el segundo round. Posteriormente triunfa por decisión unánime sobre el ruso Gennadiy Shatkov, vencedor de la medalla de oro en Melbourne 1956. En la semifinal se impone por decisión unánime sobre el australiano Tony Madigan. Este resultado le da el pase clasificatorio para disputar la gran final por la medalla de oro olimpica.

La final la disputó bajo un ambiente hostil, debido a una previa y discutida decisión arbitral que favoreció al estadounidense Eddie Crook sobre el polaco Tadeuz Walasek en la categoría de los 75 kg. Coincidencialmente el rival de Clay, era el también polaco Zbigniew Pietrzykowski, medalla de bronce en Melbourne 1956. De esa pelea se recuerda que Clay, logra reponerse de un primer round poco favorable debido a la incómoda guardia zurda del polaco, difícil de controlar. Durante el segundo asalto, Clay decide cambiar de estilo golpeando fuertemente a su rival. Para la tercera vuelta, mejoró su movimiento en el ring y colocó puños más eficaces. Finalmente, su mano derecha fue capaz de abrir la guardia del polaco, quien terminó con su cara ensangrentada y a punto del nocaut. Clay, gracias a su desempeño en el ring, gana el combate por decisión y se cuelga en su cuello la medalla de oro olímpica.

Con esta victoria deportiva, Clay sella su prolífico desempeño como boxeador amateur. El palmarés de su carrera como boxeador aficionado es impreciso, se calculan cuatro estadísticas: 134 triunfos y 7 derrotas, 137-7, 100-5, y 99-8.

Regresando de Roma a los Estados Unidos, la prensa de su país le brindó una fría acogida, mas no así en su ciudad Lousville, donde el alcalde lo recibió personalmente en el aeropuerto con porristas y seguidores que le acompañaron en una caravana hasta la escuela local, donde recibió un merecido y caluroso homenaje.

INICIO DE LA CARRERA DE BOXEADOR PROFESIONAL
Siendo un prospecto, Clay llamó la atención de un grupo de personajes llamados “Louisville Sponsoring Group”, quienes asumen el papel de manager. Bajo el patrocinio de éstos debuta profesionalmente el 29 de octubre de 1960 en el “Freedom Hall de Louisville”, contra Tunney Hunsaker, un oficial de policía 30 años mayor que él, a quien le gana por decisión unánime en seis rounds. Muchos entrenadores aspiraban a dirigirlo profesionalmente, sin embargo fue Angelo Dundee quien en un primer momento rechaza la oferta del grupo patrocinante y posteriormente asume la conducción de sus entrenamientos antes de su debut.

A Clay le colocaron varios apelativos, entre los más reconocidos, “Bocazas”, “El bocón de Louisville”. El origen de ese apodo se debe a que en una oportunidad acudió a una entrevista de radio y mientras esperaba su turno observó admirado al luchador profesional, Gorgeus George, declarando atrevidamente cómo acabaría con su contrincante.

Siendo muy joven Clay, se sintió atraído por ese exceso de confianza demostrado por el gladiador, el cual terminó siendo su inspiración para realizar predicciones antes de los combates. A partir de ese momento Cassius Clay, además de sus puños, sumaria una conducta más a su estilo boxístico. Sería capaz de predecir en qué round acabaría con su oponente y de declarar poemas antes de la pelea. Esta actitud irreverente le trajo serias dificultades contra sus adversarios en el ring y con la prensa de la época, que lo tildaban de fanfarrón.

CASSIUS CLAY, SU ACERCAMIENTO AL ISLAMISMO
Durante la década de los años 60 y 70 Clay era muy popular, sobre todo en los países del tercer mundo y en aquellos con arraigada religión islámica. El orgullo de pertenecer a la raza afroamericana y su profunda fe en sí mismo, resonaba entre aquellos que experimentaban discriminación por su color de piel y/o su lugar de origen.

Desde principios de 1956 Clay se vinculó con el islamismo a través de la Nación del Islam, pero no fue hasta 1961 cuando comenzó su profunda conversión. Durante este periodo hizo amistad con Malcolm X, de quien recibió respaldo antes de su combate con Sony Liston. Malcolm X, le preparó espiritual e ideológicamente para esa pelea, considerándola una verdadera cruzada entre cristianos y musulmanes. El combate iría más allá de una simple confrontación boxística, se trataba de demostrar que el islamismo representado por Clay, le daría una lección de superioridad a los “infieles”, encarnados por Liston.

Importante destacar que en ese ambiente mezclado de política, religión y deporte, existía el siguiente contexto: Elijah Muhammad, líder espiritual de la Nación Islámica, hacía todo lo posible para que Malcolm X, evitara a Clay y lo llevara al seno de su comunidad, ya que consideraba que el boxeo y las apuestas eran opuestas a la filosofía de la organización. A esto se le añadía la creencia de Elijah, de que si Clay perdía el combate, afectaría la imagen de la Nación Islámica. Prácticamente, Clay no contaba con el respaldo del líder mayor Elijah Muhammad. A esto se le añade la suspensión de Malcolm X de las filas de la Nación Islámica, al haber proferido comentarios irónicos acerca del asesinato de John F. Kennedy.

Pese a la animadversión de Eliah Muhammad hacia el campeón, luego de las dos confrontaciones contra Sony Liston, el líder espiritual cambió de opinión y se acercó al boxeador quien mantenía una imagen atractiva y en aumento ante el público norteamericano y mundial. A este ambiente se le suma que este había seguido las instrucciones del líder para alejarse de Malcolm X, por lo que terminó subordinado a la voluntad de la organización, la cual, asumió las riendas de su carrera. Hebert Muhammad se convertiría en su nuevo manager, teniendo a la empresa Main Bout Inc. Como nueva empresa promotora de su carrera, evento negado por la Nación Islámica para no manchar su reputación.

REPERCUSIONES DE LA ADHESIÓN DE CLAY A LA NACIÓN ISLÁMICA Y CAMBIO DE NOMBRE POR MUHAMMAD ALI
La incorporación de Clay a la Nación Islámica trajo una serie de consecuencias impactantes en el ambiente estadounidense. Luego del primer combate triunfante contra Sony Liston, Clay se cambia de nombre, al considerar el anterior un calificativo de esclavos. Comienza a llamarse Muhammad Ali, declara su pertenencia a la Nación Islámica, evento que constituyó un rechazo al cristianismo, religión mayoritaria en su país de origen y del integracionismo, movimiento respaldado por Martin Luther King Jr. Esta situación lo colocaba en contraposición a los liberales. No obstante esta decisión, con el correr del tiempo, Ali se convirtió en el bastión de los afroamericanos, combatiendo por los derechos civiles.

Elijah Muhammad, capitalizó la compañía del campeón y aprovechó para generalizar que los reproches proferidos hacia su pupilo, era un acoso religioso al Islam. Todos los comentarios que Ali hacia sobre política, discriminación racial y religión, así como sus obras de caridad, recibían el total respaldo de la organización. Durante el año 1964, Ali emprendió un viaje por el continente Africano que arrancó en Ghana y culminó en Egipto, representando al líder espiritual del movimiento Nación Islámica. Durante los actos, atrajo la mirada de multitudes, corroborando su fama, carisma y penetrando en la admiración de los más desfavorecidos.

UNA PELEA DISPAREJA CONTRA UN OPONENTE CON MUCHO PODER
Durante el año 1966, Alí además de campeón del mundo, era indiscutiblemente un ídolo deportivo en los Estados Unidos, sin embargo, su imagen daría un vuelco estrepitoso al ser convocado para enrolarse en el ejército, ya que su país requería de sus servicios al frente del combate. Para esa fecha estaba en pleno apogeo la guerra en Vietnam. Una segunda resolución de las fuerzas armadas lo declara apto para el combate, anulando la anterior, donde había salido reprobado en la evaluación de cociente intelectual.

Ali, luego de haber recibido la boleta solicitando su presentación en el centro de reclutamiento de Houston, llegó al sitio, se sentó en una silla, lo llamaron hasta tres veces por los parlantes, permaneció inmutable, no se levantó de su sitio para cumplir con el ritual que consistía en ponerse de pie y atender al requerimiento de la patria. En esa misma instalación castrense, Alí se negó a ser reclutado. Cuando estuvo evidente su firme y convincente posición, recibió una amenaza de multa por la cantidad de 10.000 dólares, más cinco años de cárcel, acciones que no modificaron en nada su criterio al respecto.

Inmediatamente después del chantaje sufrido, Ali argumentó “objeción de conciencia” y su apego a “los principios de la Nación Islámica”. A partir de ese momento se puso de moda una célebre frase que pronunciaría al respecto: “No tengo problemas con los Vietcong, porque ningún Vietcong me ha llamado Nigger”, ese era el término despectivo que se usaba en los Estados Unidos para referirse a los negros. El gobierno trató de disuadir a Ali, manifestando que le preservaría su vida, no exponiéndolo al combate, pero ni eso le hizo cambiar de opinión al campeón. El gobierno, ante semejante desafío, para aumentar la presión sobre el boxeador, una hora después de esa audiencia, solicitó a la Comisión Atlética de Nueva York la revocación de su licencia para boxear, la cual se hizo efectiva de inmediato.

Posteriormente se llevó a cabo un proceso legal en contra de Alí por evadir el reclutamiento, el juez de la audiencia preliminar, Lawrence Grauman, en una primera instancia admitió como válida la decisión del boxeador, acerca de la objeción de conciencia, sin embargo los hilos del poder conspiraron en su contra manipulando al Departamento de Justicia, el cual desestimó la resolución y convenció a la corte de apelaciones del estado de Kentucky que la solicitud de Ali fuera denegada. En una decisión preconcebida desde el mismo poder, Ali fue llevado a juicio, el jurado le declaró culpable, y fue sentenciado a cinco años de prisión y diez mil dólares de multa. Posteriormente fue liberado bajo fianza, le confiscaron el pasaporte, se le prohibió pelear y salir del país por aproximadamente tres años y medio.

Ali, dejó un legado de frases célebres, sin embargo, esta que a continuación se describe, demuestra su fehaciente convicción por el respeto a la vida. La frase dice lo siguiente: «No voy a recorrer 10.000 kilómetros para ayudar a asesinar a un país pobre simplemente para continuar la dominación de los blancos contra los esclavos negros».

Importante destacar, que hasta entonces, en ese contexto, ninguna figura de peso en los Estados Unidos se había pronunciado en contra de la guerra en Vietnam, Alí sería el primero en osar desafiar el establishment. A partir de ese instante, la relación entre Ali y el gobierno se puso tensa y el boxeador comenzó a vivir bajo un clima de crítica y rechazo por la sociedad que al inicio del conflicto le condenaba su gesto antipatriota, percibiéndolo como un cobarde y traidor.

Años más tarde, esa actitud irreverente de Ali, lo convirtió en héroe e icono internacional en los más apartados rincones del mundo donde no se conocía el boxeo. Fue tan visionario este personaje, que se le adelantó a Martin Luther King Jr., defensor de los derechos civiles, anunciando las atrocidades de la guerra, pero específicamente la de Vietnam. Posterior a la sentencia de la corte, Ali se paseaba ofreciendo conferencias en las escuelas donde exponía sus puntos de vista acerca de diferentes temas de actualidad, pero en especial centrando su rechazo a la guerra en Vietnam, el orgullo de su negritud y la política conservadora de la Nación del Islam. Haciendo un balance del dinero que dejó de percibir en el ring por los combates no disputados, se estiman pérdidas de hasta cuatro millones de dólares.

Durante el año de 1971, el apoyo que la sociedad estadounidense le brindaba a la guerra en Vietnam se reducía, mientras que la popularidad de Ali iba en constante aumento. El 20 de junio de ese mismo año, se hizo pública la decisión favorable de la corte dejando sin efecto su alistamiento militar, sin aclarar el motivo por el cual se negaba la objeción de conciencia. A partir de ese entonces comienza un romance entre Ali y el gobierno del presidente Gerald Ford, quien lo invita personalmente a visitar la Casa Blanca.

ALI SE ALEJA DE LA NACIÓN ISLÁMICA, MAS NO DEL ISLAMISMO
En el año 1969, mientras Ali se encontraba suspendido, declaró ante Howard Cosell, que consideraría regresar al ring solo “para hacer dinero”, este comentario hizo que Elijah Muhammad se resintiera y lo suspendiera de la Nación Islámica, por considerar que este anuncio implicaba haber depositado su esperanza y confianza “en el enemigo de Alá, para su propia supervivencia”. Este evento deterioró la relación. Por otro lado, se especula que la verdadera causa de la ruptura entre Ali y el líder espiritual se fracturó, debido a la lucha de poder entre ambos, ya que Ali se perfilaba como un personaje emergente, joven y atractivo, mientras que el líder representaba la vejez y el pasado.

Esta amonestación de Eliah Muhammad hacia Ali, pareciera demostrar el lado místico de Eliah, sin embargo, éste no era tan santo como aparentaban ser, ya que el líder espiritual hacia lo contrario en su vida íntima personal al involucrarse en relaciones extramaritales con jóvenes secretarias de la organización y por sus amenazas de muerte públicas y privadas registradas por el FBI hacia Malcolm X, se sospecha de haber sido el autor intelectual de su muerte. Eliah sentía una profunda envidia del liderazgo de Malcolm X; por la ascendencia que tenía hacia los fieles, la cobertura que recibía de la prensa nacional e internacional, la atención que otros líderes le brindaban para reunirse con él, el poder que tenía su vocería y la intención demostrada de parte de los editores para publicar sus discursos, sintiéndose de esta manera desplazado como líder. Nunca se supo con certeza quien fue el autor intelectual de este complot, sin embargo todas las miradas coinciden sobre la Nación del Islam, concretamente sobre sus líderes y los perversos ejecutores de la orden.

Más allá de todos los acontecimientos, Ali se convirtió en un símbolo de resistencia del afroamericano contra el racismo. A través de su figura, logró que el afroamericano se convirtiera en una imagen respetada en el deporte.

MUHAMMAD ALI Y LA REVOLUCIÓN JUVENIL
Providencialmente la presencia de Alí en su juventud coincidió en su momento con la de personajes del mundo de la política, como; John F. Kennedy, el senador Robert Kennedy su hermano menor, Malcolm X, Martin Luther King Jr. En la música, emergían los Beatles con su ritmo frenético y excentricidades. Con este grupo se tomó varias fotografías y bromeó con sus integrantes.

El encuentro de Ali con los Beatles tuvo como propósito principal promocionar el combate contra Sony Liston. La cita casi no se produce debido al retardo en la llegada de Clay, y el deseo de John Lennon por marcharse. Finalmente Clay salió en escena con pantalones cortos y blancos, listo para entrenar y saludándolos con voz dramatizada, “hola Beatles”, deberíamos hacer una gira juntos, eso nos haría ricos. Durante ese encuentro, a manera de calentamiento hablaron de dinero, de sus ingresos y Clay les dijo Uds. No son tan estúpidos como parecen, mientras que Lennon le respondió, con chispa, capacidad de improvisación y bromeando, nosotros no, pero tú sí que lo pareces.

Posteriormente en medio de juegos, se hicieron juntos la famosa fotografía con el golpe efecto dominó, teniendo a George Harrison cerca de Clay, quien le pega un guantazo en la sien. Luego le siguen en orden Ringo Star, John Lennon y Paul McCartney. Gracias a esa fotografía, a Clay se le consideró por un tiempo el quinto Beatle. Luego de esa sesión, Clay le ganaría a Liston el campeonato mundial de los pesos pesados, mientras que los Beatles triunfarían en los Estados Unidos. A todos estos personajes la vida les depararía un gran porvenir e influencia mundial.

Ali, también fue amigo de Tom Jones y Elvis Presley, con quien asistió a programas de televisión y realizó demostraciones públicas. Presley decía que prefería el Karate, presumía ser cinta negra. Ali defendía su boxeo. Un día se cuadraron frente a las cámaras de televisión y en son de juego Presley derribó a Ali al suelo de una patada. Posteriormente le tendió amistosamente su mano para ayudarlo a levantar, mientras la sesión terminaba en son de bromas.

Cierto día Presley, antes de la pelea de Ali contra Joe Bugner, le llevó de regalo una bata de boxeo de color blanco con piedras brillantes incrustadas. La prenda habría costado 3.000 dólares aproximadamente. Esa pelea la ganó. Ali, posteriormente repitió esa prenda de vestir en el ring en el combate contra Ken Norton, contra quien perdió por decisión en un combate en el que se le dislocó la mandíbula desde los primeros rounds. Más nunca la usó, el público la consideró portadora de “mala suerte”. La gente dice que ese regalo los distanció, sin embargo, Ali, se expresaría de Elvis Presley de la siguiente manera: “No admiro a nadie, pero Elvis Presley era el hombre más dulce, más humilde y más amable que querrías conocer. Ese tipo si sabía bailar».

Ali, contó con la compañía y amistad del músico Bob Dylan, con quien se juntó en 1975 con el propósito de realizar un concierto protesta a favor del Huracán Carter, un boxeador negro quien fue injustamente condenado a prisión, evento que le costó su carrera deportiva. Esa historia fue convertida por Dylan en una balada titulada “Hurricane”. En el escenario, Ali participó en el coro y junto con Dylan conversaron con el Huracán. Entre otras cosas le dijeron “Stand by me”, cuenta conmigo, cuenta con nosotros.

En una oportunidad Ali recibió una llamada telefónica del famoso filosofo Bertrand Russell, quien le dijo; “Ud. ha cambiado el rumbo de la historia”. Posteriormente le escribió una carta donde expresaba lo siguiente: “Cuente conmigo (porque) usted habla por su pueblo y por todos los oprimidos del mundo; es símbolo de una fuerza que puede destruir”.

Sumado a esto, se agrega la convulsión de los años 60’, los misiles soviéticos en Cuba, las conspiraciones y magnicidios contra John F. Kennedy en 1963 y su hermano Bob Keneddy en 1968, los comentarios despectivos de Malcolm X sobre el asesinato de John Keneddy, su posterior oscuro homicidio en 1965, la guerra en Vietnam, el florecimiento del movimiento hippie, pregonando “hagamos el amor, no la guerra”, los festivales de rock Woodstock, tres días de música, paz y amor, el mayo francés, entre otros. Gracias a este roce político cultural, Alí se convierte en toda una celebridad y pasa a ser un personaje capaz de opinar atrevidamente acerca de los temas más polémicos de su tiempo, como el racismo, la religión y la política, entre otras cosas.

Tras el dictamen de la corte y la suspensión de su licencia para boxear, Ali, con el transcurrir del tiempo se granjeo la admiración no solo de los fanáticos del boxeo, sino de la sociedad estadounidense e internacional, gracias a sus memorables peleas tenidas fuera del ring.

VIDA FAMILIAR
En el año 1964 Ali se casó con Sonji Roi, una chica a quien conoció mientras trabajaba como camarera en un restaurante. Se divorciaron en 1966 al no compartir la misma filosofía del Islamismo. No procrearon hijos.

El 17 de agosto de 1967, contrjo matriminio con Khalilah Boyd, de 17 años de edad. De esa unión nacieron Maryum, las gemelas Jamila y Rasheeda, y Muhammad Ali Jr. Posteriormente se divorciaron en 1976.

El 1 de julio de 1976, se casó con Verónica Porsche, con quien tuvo dos hijas; Hana y Laila, quien vocacionalmente eligió el boxeo como profesión. Se divorciaron en 1986. Ese mismo año se casa con Yolanda “Lonnie” Williams, su amiga de la infancia. Adoptaron un hijo llamado Assad. Ali reconoció a dos hijas más, Miya y Kaliah.

LAS CONTRADICCIONES DE ALI Y LOS POLÍTICOS QUE LE APROVECHARON
Además de la organización Nación Islámica, encabezada por Eliah Muhammad, Robert Kennedy también sacó provecho político haciendo sesiones de fotografía con Cassius Clay. Kennedy, quien fue fiscal general de los Estados Unidos durante el gobierno de su hermano Jhon F. Kennedy, se acercó a Clay con el propósito de posicionar su imagen como defensor del movimiento Afro – Estadounidense por los derechos civiles, área donde dejó su mejor legado. También discrepaba con el gobierno de la época, acerca del manejo de la guerra en Vietnam. Kennedy era partidario de bajar la escalada de la guerra. También era un aficionado al deporte. Estos tres temas lo juntaron con el campeón de los pesos pesados.

No obstante, la fama ganada por este boxeador gracias a su postura irreverente, al final de su carrera comenzó a demostrar lo que algunos catalogarían como confusiones en su personalidad, ya que se adhirió a la campaña presidencial de Jimmy Carter, apoyó el boicot a los juegos olímpicos de Moscú, años más tarde respaldó a Ronald Reagan en su escalada presidencial. Durante esa época, pero en diferente escenario se presentó con el pastor Jesse Jackson, también visitó a Nelson Mandela apenas éste salió de la cárcel, posteriormente apoyó programas de boxeo donde participó activamente como boxeador en Ruanda 1974 y Filipinas 1975 gobernada por los dictadores Mobutu Sese Seko y Ferdinand Marcos.

No obstante, lo mencionado anteriormente, llegó un momento en que Ali se tomó la política en serio, en 1978 fue invitado a pelear en Sudáfrica, en plena efervescencia del Apartheid y se negó a combatir expresando que de salir airoso, se podría tomar represalias en contra de la población negra de ese lugar y si ganaba, los racistas tomarían esa derrota como bandera.

MUHAMMAD ALI Y SU RETIRO
Al momento de retirarse tras su última pelea en 1980, Ali dejó un palmarés de 61 combates realizados; 56 triunfos, 37 por nocaut, ganó 19 por decisión, perdió 5 veces, 4 por decisión y otra por abandono. Durante su trayectoria como boxeador fue reconocido por la revista The Ring como el campeón indiscutido de los pesos pesados entre los años 1964, 1967 y 1974-1978, y campeón lineal de los pesos pesados entre los años 1964-1967, 1974-1978 y 1978-1980. Cabe destacar que, seis de sus combates fueron considerados como los mejores del año por esa misma revista: en 1963 contra Doug Jones; en 1964 contra Sonny Liston; en 1971 contra Joe Frazier; en 1974 contra George Foreman; en 1975 contra Joe Frazier; y 1978 contra Leon Spinks.

En ese mismo contexto de retiro, fuera del mundo del ensogado, Ali manifestó que se alejaría definitivamente, entre otras cosas para dedicar tiempo para predicar el Islamismo, participó activamente en labores humanitarias y de beneficencia dentro y fuera de su nación. En 1985, intentó sin éxito mediar en una liberación de rehenes en Libia, sin embargo en 1999 participó en Iraq durante una liberación exitosa.

Durante el año de 1984, Ali viene diagnosticado con el mal de Parkinson, uno de sus médicos tratantes el Dr. Martin Ecker, declaró que dicha enfermedad pudo haberla adquirido debido a los golpes recibidos en la cabeza durante su carrera, descartando un problema hereditario. Otra parte médica contradecía la opinión anterior, afirmando que Ali pudiera haber sido portador genéticamente de ese mal, ya que el Parkinson no se adquiere en el ring de boxeo. No obstante, previo al combate contra Larry Holmes, Ali mostró dificultad en sus reflejos, en el habla y expresaba cansancio. En 1977 el Dr. Ferdie Pacheco había observado los primeros síntomas, recomendándole retirarse a tiempo.

En el año 1996, fue seleccionado para encender la llama olímpica durante los Juegos Olímpicos de Atlanta. Durante ese mismo evento, le fue reemplazada su medalla dorada ganada durante los Juegos Olímpicos de Roma en 1960, la cual había lanzado al rio Ohio como un acto de protesta, al ser rechazado por su raza en un restaurante de su natal Kentucky.

En el año 1998 fue designado “mensajero de la paz”, distinción otorgada por las Naciones Unidas, reconocido como “un importante agente humanitario en el mundo en desarrollo”. Promovió el Muhammad Ali Center, organización en pro de los valores cívicos y también el Muhammad Ali Parkinson Center, hospital orientado a la cura del mal de Parkinson.

Ali muere un dia viernes 3 de junio de 2016 debido a una infección, a los 74 años de edad. Su deceso ocurrió en un sanatorio de Phoenix donde estaba hospitalizado por problemas respiratorios. Los honores fúnebres se realizaron una semana después, con una caravana que atravesó la ciudad de Louisville hasta llegar al cementerio Cave Hill, donde sus restos recibieron la sagrada cremación. Importante destacar que el día previo, se había celebrado en su honor otra ceremonia bajo el rito islámico. Posteriormente a su sepelio, se procedió con otra ceremonia interreligiosa en el KFC Yum Center, lugar donde le ofrecieron honores fúnebres sus familiares más cercanos y personalidades como Bill Clinton y Billy Crystal. Entre quienes llevaron el féretro estaban Lennox Lewis, Mike Tyson y Will Smith.

Ali, durante su carrera profesional opinó acerca del pugilismo influenciado por sus ideales, con lo cual concluye de la siguiente manera: «El boxeo es un montón de hombres blancos viendo cómo un hombre negro vence a otro hombre negro».

El día que Ali murió, Bob Dylan envió la siguiente nota de pesar diciendo; “Si la medida de la grandeza fuera la alegría del corazón en cada ser humano sobre la faz de la tierra, él era el mas grande. En todos los sentidos era el más valiente, el más amable y el hombre más excelente”.

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