Pedro Gamarro no creía en ninguna Guerra Fría

*** Acabó en la Olimpiada de Montreal, Canadá, 1976, con los mejores boxeadores de Estados Unidos y el Bloque Socialista.

Por: José Cuevas

Caracas/Jabeando/09-05-2019.- Con el fallecimiento del zuliano Pedro Gamarro, el pasado martes 7 de mayo, a los 64 años de edad, se cierra el ciclo de uno de los mejores guerreros que ha dado el boxeo venezolano en el campo aficionado.

Para muchos, incluyéndome, la medalla de plata que ganó en la final del peso welter (67 kilos), en los olímpicos de Montreal-1976, Canadá, debió ser de oro.

Tuvo un gran mérito, doblegó a los mejores representantes de las potencias deportivas de entonces enfrascados en la llamada Guerra Fría, es decir: Estados Unidos de Norteamérica y la Unión Soviética.

En 1973, para traer al joven zuliano desde su natal Machiques de Perijá, ubicado en la costa occidental del lago de Maracaibo, encargaron al expugilista, entrenador, juez-árbitro y luego presidente de la Federación Venezolana de Boxeo Ulises Rodríguez, con el fin de integrarlo a la selección nacional aquí en Caracas.

En su recorrido hacia la final olímpica se impuso a boxeadores de la Yugoslavia comunista, de Cuba socialista, la imperialista Estados Unidos, la capitalista Alemania Occidental, para caer finalmente, de manera injusta, parcializada, ante el púgil de la Alemania Socialista, la Oriental.

CALOR EN LA GUERRA FRÍA

El primer rival al que enfrentó Gamarro en Montreal fue al yugoslavo Marjan Benes, quien era entonces campeón mundial militar y de Europa.

Benes comenzó muy agresivo, pero a medida que pasaban los rounds se fue apagando ante los bombazos que lanzaba “El Tren de Machiques”, como lo apodaban, quien al final se impuso por 5-0.

Luego le tocó medirse al cubano Emilio Correa, campeón olímpico, a quien ganó por nocaut técnico en el tercer asalto.

La pelea en que aseguró la presea de bronce (cuartos de final) fue nada más y nada menos que contra el gringo Clinton Jackson, favorito al igual que el mencionado Correa para estar en la final.

Resultó un combate muy cerrado en su accionar, en el cual Gamarro no dejó de lanzar puños durante los tres capítulos.

Gamarro elevó sus guantes al cielo, luego de escuchar la decisión que le favoreció 3-2. Ya había cumplido la promesa de traerse “cuando menos una medalla de bronce”. Todavía le quedaba guerrear para estar en la final, lo que lograría ante el representante de la Alemania Occidental, Reihhard Skirick, a quién noqueó en el tercer tramo.

PASE DE FACTURA

La final por la medalla de oro la disputó contra Jochen Bachfeld, representante de la República Democrática Alemana, la socialista u Oriental.

El combate fue reñido, pero Gamarro terminó mandando al sonar el tañido de la campana en el tercer y último capítulo.

La decisión fue 2-2, ya que el quinto juez dio empate, pero como tenía que haber un ganador, entonces el juez Busic (de Yugoslavia) votó a favor de su camarada alemán (Bachfeld) y en contra del rival (Gamarro) que había eliminado a su compatriota Marjan Benes al inicio de la competencia de boxeo de Montreal ¿Qué tal?

EL TREN LLEGÓ A CUBA

Pedro Gamarro, además de triturar literalmente a sus rivales en la cita olímpica de 1976, también fue conocido durante su trayectoria pugilística como “El coco” de los gladiadores cubanos, considerados entre los mejores del mundo.

Siguió los pasos de Francisco “Morochito” Rodríguez, nuestro único medallista de oro en boxeo olímpico, por ahora, quien ejerció mano dura enguantada sobre la mayoría de sus rivales antillanos.

Además del mencionado olímpico Emilio Correa, “El Tren de Machiques” arrolló a otros no menos calificados representantes de Cuba, como Orlado Palacios (V Centroamericano y del Caribe 1975), Andrés Aldama con quien se midió tres veces, saliendo triunfante en el prestigioso Torneo Giraldo Córdova Cardín (1975). De los pocos que pudieron vencerlo aparecen Luis Felipe Martínez (cuadrangular en Caracas 1974) ante quien cobró venganza en el I torneo Batalla de Carabobo (1977); José Pozo (Córdova Cardín 1978) y Bernardo Comas (Panamericanos de Caracas 1983).

ANÉCDOTA:

De regreso a Venezuela, mostrando orgulloso su presea de plata, que debió ser de oro, Pedro Gamarro refirió que: “Yo no era favorito de ninguno de los entendidos del boxeo. Incluso en mi país, porque, aunque me había ganado el puesto en la selección a puño limpio, mi paisano Primera (Luis) me sorprendió y venció en Cumaná, durante un chequeo previo al viaje hacia Canadá.

Y cuando llegué a la olimpiada, la situación fue peor, ya que el profe (entrenador Ángel Edecio Escobar) me leyó la lista de los rivales a enfrentar en mi peso; todos campeones: Marjan Benes, Emilio Correa, Clinton Jackson, los dos alemanes. Pensé entonces: ‘Bueno Gamarro. El venezolano es del tamaño del compromiso que se le presente y salí con todo’. Y Gracias a Dios no me fue tan mal, porque en mi cuenta, antes de salir de Venezuela pensaba en una medalla de bronce y casi regreso con la dorada”.

BIOGRAFÍA:

Pedro José Gamarro Medina, uno de los once hijos de Pedro y Cristina Facunda, nació el 08 de enero de 1955 en Machiques, estado Zulia.

En la misma tierra de Perijá comenzó sus entrenamientos a los 15 años de edad, inspirado por su hermano José Gamarro.

Allí estuvo bajo la dirección del entrenador Víctor Julio Patiño hasta que se dio a conocer en los Juegos Nacionales de Barquisimeto, estado Lara, 1973, llamando la atención de los representantes de la Federación Venezolana de Boxeo que lo captó para la selección. A partir de allí cumplió todo el ciclo olímpico, ganó plata en la olimpiada de Montreal, Canadá 1976. Jamás saltó al profesional, auque le hicieron varias ofertas. Quizás hubiera llegado a ser campeón mundial en el rentado, como lo fueron sus víctimas como aficionado, el boricua Carlos Santos y el jamaicano Michael McCallum.

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