Por Génesis De Lellis
Prensa IND/Jabeando/Deportivas/13-06-2019.- 13.06.2019 Especial Juegos Panamericanos 2019).- Con el Casco Histórico de Caracas a su lado, y el apoyo de su abuelo, a los tres años de edad, el ciclista venezolano, Hersony Canelón, dio sus primeros pedaleos en su lugar de origen, El Guarataro, parroquia San Juan.
Tras 27 años de entrenamiento, Canelón recuerda con mucho cariño y una voz muy serena, cómo inició su carrera en esta disciplina. En el año 1999, el Velódromo Teo Capriles, ubicado en el Instituto Nacional de Deporte (IND), fue la casa que lo acogió y formó para dar inicio a lo que sería una gran aventura.
Su carrera se consagró con la camiseta de la selección de Distrito Capital, cuando en el Campeonato Panamericano, celebrado en la ciudad musical de Venezuela, Barquisiemto, el ciclista logró alcanzar lo más alto del podio en la modalidad de pista.
Para Canelón, el reto más grande lo enfrentó en el año 2011, cuando en un entrenamiento importante en la ciudad de Guadalajara, México, a su madre le diagnosticaron cáncer.
“Yo estaba enfocado en dar lo mejor de mí, pero al enterarme de esa noticia sentí que estaba contra la espada y la pared. Sin embargo, se trataba de mi mamá, una mujer luchadora, sobreviviente. Por ello recordé lo que me había enseñado, que nada es imposible en la vida y que siempre debes salir adelante, y así lo hicimos”.
El caraqueño comentó que el ciclismo lo es todo para él, pues este deporte le ha aportado hermanos, grandes amigos e incluso una nueva familia. Sin embargo, pocos conocen del ritual que siempre emplea antes de montarse en la bicicleta:
“Señor, voy contigo agarrado de mano. Llévame a la victoria y quítame los males del camino, que de lo demás me encargo yo.” Para el atleta esta es su fortaleza.
Canelón agregó que esta creencia se la debe su familia, quienes son muy devotos de Dios, pero en especial a su madre, la pieza fundamental en su vida y a quien le dedica todos sus triunfos.
De cara a la próxima justa, los Juegos Panamericanos Lima 2019, el atleta de la selección nacional está en un proceso de preparación, donde está corriendo todas las pruebas, tanto de grupo, como de velocidad. Esto para ganar resistencia, por la exigencia actual en las carreras de pista.
El venezolano explicó que la participación en el evento multidisciplinario más importante del continente, le emociona porque podrá representar una vez más a su país, aunque, no le otorgará puntos para los Juegos Olímpicos (JJOO) Tokio 2020.
Sin despojarse de su bicicleta, con lentes oscuros y gotas de sudor cómo reflejo de su esfuerzo en el Campeonato Nacional de Pista, donde logró posicionarse de primer lugar de la prueba de velocidad con un crono de 10.702, tiene claro cuál es su meta y fin antes de terminar su carrera.
“Yo quiero ganar esa competencia para continuar mi preparación, pero por este año, mi meta más grande es lograr mi clasificación a los JJOO, para poder colgarme mi medalla en la máxima cita del deporte, y de esta forma poder retirarme feliz”.