Por José Cuevas
Caracas/Jabeando/13-09-2019.- Jesús Figueras Espinoza es un joven con movilidad reducida (en silla de ruedas) que ha dado una demostración de superación personal al convertirse en juez de boxeo, aprovechando la oportunidad de inclusión social ofrecida en el curso dictado por la Confederación Internacional de Boxeo (CIB), organización boxística cuya sede está ubicada en en la avenida San Martín, parroquia San Juan.
“Hace como cuatro años en un accidente de moto quedé lesionado. A partir de allí estoy enfocado en mantenerme activo en una de mis pasiones el deporte. Ahora tengo una gran responsabilidad como juez de boxeo pues en mis manos está hacer justicia en esta dura y subjetiva profesión”, refirió Figueras luego de puntuar un combate amateur en el Centro Comercial Los Molinos.
Nos refirió Figueras que su afición por los combates le viene de su padre, del mismo nombre y quien fue boxeador aficionado en representación del entonces Distrito Federal.
“Aunque yo me inclinaba más por el beisbol. Incluso competí en la liga Criollitos de Venezuela. También hice algo de natación y fútbol. Pero en el balompié quién se destacó más fue mi hermano Josué”, rememoró el joven de 23 años, nacido y criado en Carapita.
EXPERIENCIA COMO JURADO
Jesús Figueras indicó que el curso de juez fue dictado en la CIB con la participación de personas muy experimentadas en el ámbito boxístico como el Dr. Marcial Vargas y el juez-árbitro José Ángel Ibarra.
“Hasta el momento llevo puntuado varios combates de aficionado y dos de profesional. De acuerdo a los comentarios del personal técnico que trabaja para la CIB en cada programa, como es el caso de la doctora Mayelin Vásquez, Silvio Díaz (campanero), Danny Sandoval y el supervisor Jesús Vallenilla, mi trabajo ha sido solvente. Eso me motiva para continuar en esta profesión”.
LA INTEGRIDAD
Consultado sobre lo más complicado de su trabajo, el incipiente juez de boxeo manifestó que lo esencial es la probidad.
“Observar el desarrollo de un combate con la mayor concentración posible. Velar porque los golpes pegados por los contrincantes sean los reglamentarios, la potencia de los mismos y la defensa que se use para contrarrestarlos. De allí saco mi conclusión, anotados round por round, pues hay que recordar que cada asalto es una pelea nueva”.
Figueras recordó que no todos los combates son iguales: “En el aficionado se van sumando puntos, visto lo legal de los puños, potencia de los mismos, la defensa y contragolpe de los rivales. Mientras que en profesional ambos contrincantes comienzan con 10 puntos, y cada boxeador tratará de mantener esa ventaja. Por eso se puntea de diez para abajo. Si hay caída un round puede quedar 10-8, o menos”.
“El mensaje a mis colegas jueces, tanto del campo amateur como el profesional es que que aprendan cada día. Observar muchos combates y estar atento al trabajo del resto del personal técnico”.
Figueras hizo una invitación para que los fanáticos asistan a los programas que cada mes organiza la CIB en el C.C Los Molinos.