Por: José Cuevas
Prensa/Jabeando/24-10-2019.- Las dos más antiguas e importantes entidades del pugilismo mundial, es decir, la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), dirigida por el venezolano Gilberto Jesús Mendoza, y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), por Mauricio Sulaimán, han puesto de nuevo en el tapete, en la palestra, yo diría en el centro del ring, el debate sobre lo conveniente o no que boxeadores profesionales puedan representar a sus países en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio, Japón 2020.
En el caso del venezolano Mendoza, dijo en reciente transmisión televisiva que “está totalmente de acuerdo con el deseo que le han expresados varios púgiles profesionales de buscar ganar una medalla olímpica, si es de oro mejor, en Japón”.
En contrario a lo dicho, a través de su columna Round 12, su homólogo del CMB, Sulaimán, fue enfático: “El boxeo amateur olímpico es completamente diferente, son dos deportes diferentes y es muy peligroso, no podemos aceptar esto. Si algún boxeador profesional, incluyendo campeones o ex campeones, deciden participar en las próximas Olimpiadas tendrá un veto de al menos dos años en esta organización”.
El tema además es polémico por las implicaciones que trae, pues el punto de hacer que se mantengan todos los días en el peso exigido como lo requiere una competencia olímpica, el tipo de vendaje a usar para cada pelea y la diferencia de experiencia que pudiera existir entre los combatientes, no toca, en el caso particular de Venezuela, porque dos pilares de nuestra selección nacional: Gabriel Maestre (69 kilogramos) y Yoel Finol (57 kg) con opciones claras de estar presentes en la cita de Tokio 2020, están llevando carreras paralelas como boxeadores amateur y profesional, apoyados en este caso por la AMB.
Maestre, el pasado mes de julio, debutó y ganó por nocaut al colombiano Jeovanis Barraza, y de paso ganó el título Fedebol del peso súper welter, reconocido, por supuesto, por la AMB.
En esa misma velada, nuestro más reciente medallista de plata olímpico, en Río de Janeiro, Brasil 2016, Finol, también hizo su primera aparición en el boxeo rentado y ganó por nocaut.
Tanto Maestre como Finol han demostrado en el sector aficionado que tienen la técnica y experiencia para aspirar, con todos los méritos, a representar y dar esa alegría que es ser campeón olímpico en su especialidad del boxeo.
Pero no les será fácil cumplir el rol, más en el caso de Finol, si pretende con 23 años intervenir en otra cita olímpica, pues si tiene contrato, con fecha de peleas profesional, éstas pudieran coincidir con un clasificatorio olímpico y una disputa de una corona mundial. La pregunta sería: ¿Si coinciden las fechas, con qué opción se quedaría: una medalla de oro o un título? .