Por Jesús Cova
Prensa/CMB/Jabeando/11-03-2020.- “Gilberto fue como un rayo de sol. Y cuando eres un rayo de sol puedes mantener una sombra grande, por la que muchos caminamos…Ese rayo de sol se alejó un poco, pero esa luz saldrá de nuevo…(fue) un hombre cuya palabra valía más que su firma o un apretón de manos”. (Gary Shaw, promotor de boxeo)
De aquellas emotivas palabras pronunciadas por Shaw en los actos velatorios de Gilberto Mendoza, Presidente Emérito de la Asociación Mundial de Boxeo, se cumplen 4 años este mes, luctuosa fecha que motiva esta nota en su memoria.
SUS INGENTES APORTES A LA AMB
En esta incompleta semblanza de Gilberto Mendoza viene a cuento destacar que uno de sus primeros aportes en favor de la entidad que presidió desde octubre de 1982 hasta diciembre de 2016 fue el Manual de Clasificaciones aun vigente, elaborado mientras estuvo en el Comité Ejecutivo.
A posteriori de esto y con el determinante respaldo del recién fallecido presidente AMB, el panameño Rodrigo Sánchez, Mendoza se había elevado hasta el principal cargo en una reñida y disputada Convención realizada en San Juan de Puerto Rico en octubre de 1982, Mendoza se alzó con la victoria merced a una mayoría contundente.
OTRAS INICIATIVAS PERTINENTES
Además de su contribución inicial, lanzó la campaña «KO a las drogas», que ahora se celebra en todo el mundo, y organizó seminarios para jueces y árbitros a fin de mejorar sus evaluaciones de las peleas de campeonato; creó organizaciones regionales como la Asociación de Boxeo de América del Norte (NABA), la Federación Latinoamericana de Boxeo (Fedelatin), la Federación de Boxeo del Caribe (Fedecaribe), la Federación de Boxeo de América Central (Fedecentro) y la Federación Bolivariana de Boxeo (Fedebol), la Asociación Panafricana de Boxeo (Pafba) y la Asociación Europea de Boxeo, entre otras. También introdujo la denominación de súper campeones para los peleadores con 5 defensas exitosas y la creación de los títulos interinos, entre muchos otros programas.
DOS EPISODIOS CAPITALES
Viene a propósito citar dos episodios históricos de importancia. El primero se produjo en la Convención Anual de Reno, Nevada, en octubre de 1986. Allí se trató un caso de difícil manejo como fue el análisis de la expulsión de Sudáfrica por su política segregacionista del Apartheid, repudiada en los deportes internacionales en diciembre de 1985 por la ONU. Fue una muy dura y dramática situación la afrontada por Mendoza. La nación africana era entonces uno de los países con mayor actividad mundialmente. Mendoza manejó la compleja situación con singular habilidad sin que la salida del país produjera lo que parecía podría ser en una grave crisis para el organismo. Unos años más tarde, en 1991, ya proscrito el Apartheid y con Nelson Mandela en el poder, Sudáfrica fue readmitida en el concierto del deporte, de la economía y de la política globales.
Una segunda cuestión conflictiva se produjo en la Convención de 1988 en la isla venezolana de Margarita, en la cual un reducido grupo de dirigentes opuestos a Mendoza, encabezados por República Dominicana y Puerto Rico –objetaban algunas normas estatutarias y el sistema de clasificación de los boxeadores– pretendieron desplazar al venezolano. De nuevo Gilberto Mendoza mostró la madera de qué estaba hecho: sus adversarios salieron derrotados y montaron luego tienda aparte.
Mendoza dejó voluntariamente el cargo en 2015, aquejado por un mal al que no pudo vencer. Fue reemplazado por su hijo, Gilberto Jesús Mendoza, elegido por aclamación por los delegados de la Convención en Panamá.
De regreso con Gilberto, nuestro siempre presente Presidente Emérito, bien se puede decir por su fructífera trayectoria vital, con palabras tomadas prestadas del bardo español Antonio Machado: «Caminante, son tus huellas/ el camino y nada más/ Caminante, no hay camino/ se hace camino al andar…/Caminante, no hay camino / sino estelas en la mar…/».
Él dio siempre buenos, rectos y luminosos pasos.