Por Mauricio Sulaimán
Hijo de José Sulaimán / Presidente CMB
Prensa/AMB/Jabeando/18-03-2020.- Definitivamente no voy a escribir del coronavirus; eso lo encontrarán en cada columna, meme, whats app y conversación.
Hoy vamos a hablar del fenómeno que dos grandes mexicanos han logrado: Julio César Chávez y Jorge Travieso Arce han hecho dos exhibiciones, subiéndose al ring a combatir, con caretas, durante tres rounds. La primera fue el pasado 23 de noviembre de 2019, en Tijuana, y nació por la gran calidad humana de ambos, pues fue una función a beneficio para recaudar fondos para apoyar al ex campeón mundial José Luis Castillo con los gastos médicos derivados del accidente de ring que tuvo su hijo durante una sesión de sparring.
La segunda pelea ocurrió el pasado sábado 7 de marzo, en Hermosillo, Sonora, ante un lleno de más de 12 mil personas.
Tenemos que reconocer a estos dos ídolos nacionales por subirse al ring y brindarse al máximo para dar un gran espectáculo; también destacar la gran labor que el estado de Sonora realizó para lograr este éxito.
Tuve la gran fortuna de conocer a la gobernadora Claudia Pavlovich. La visitamos el mismo día de la pelea para hacerle entrega de un reconocimiento especial.
Ella es una persona sencilla, trabajadora y enamorada de México. Resulta que el boxeo le trae gran nostalgia y recuerdos muy felices de su infancia.
Sábado tras sábado, su padre la sentaba con él, a ver el box, y en especial cuando Julio César Chávez salía a poner en alto el nombre de nuestro país. Platicamos mucho de esas batallas gloriosas de JC, el nocaut dramático a Meldrick Taylor, cuando faltaban sólo dos segundos para que sonara la campana, y perdiera el invicto y su campeonato. La gran pelea esperada ante Héctor Macho Camacho, la cual Julio dominó de principio a fin, y tantas otras más…
Julio y yo hicimos entrega de un cinturón honorario a la gobernadora, que tiene las fotografías de ella y de su papá. Fue un momento muy emotivo ya que el falleció hace 3 años y el boxeo es una conexión directa entre ellos dos.
El secretario de Salud, Enrique Clausen, también se entregó en cuerpo y alma al evento.
La campaña que se dio a conocer alrededor de esa función fue muy bien aceptada; se trata de la denominada #PónteFrenteAlEspejo, la cual está dirigida a tratar todos los temas de salud mental y que es plenamente apoyada por CMB Cares.
Chávez y Arce realizaron cuatro pláticas motivaciones durante la semana de la pelea en el mismo número de ciudades, y todas ellas fueron un éxito total.
Rafael Soto y Promociones Zanfer apoyaron al campeón con la difusión y TV Azteca, La Casa del Boxeo, transmitió la función. Fue una gran experiencia llegar a Hermosillo, y ver como toda la ciudad tenía que ver con el evento. No se repartieron cortesías, todos los boletos se vendieron, y existía una euforia por todos lados, buscando entradas de última hora. Recordé los tiempos de cuando Julio César Chávez defendía su campeonato mundial CMB, el ambiente se sentía por todos lados.
Mientras que El Travieso se portó al nivel de los grandes, aún dio mucha ventaja de peso y estatura, pero se contrarresta con los 17 años de diferencia entre los dos.
Chávez se lastimó el tobillo dos semanas antes de la función; una lesión de seriedad, pero su profesionalismo, y sobre todo, su corazón altruista, lo empujó a subir al ring mermado, para cumplirle al público.
El Travieso Arce tuvo un récord de 68 peleas ganadas, ocho perdidas y dos empates; campeón mundial CMB en peso minimosca, mosca y supermosca. Ganó títulos en otras dos divisiones. Él fue uno de los pugilistas más aguerridos y valientes de la historia. Se retiró del boxeo en 2014.
Julio César Chávez logró 107 peleas ganadas, seis perdidas y dos empates. Fue campeón mundial del Consejo Mundial de Boxeo en tres distintas categorías (superpluma, ligero y superligero), y empató dos veces intentando conquistar el welter. Con 37 peleas de título mundial (Récord Guinness, inigualable), estuvo casi 14 años invicto, desde su debut hasta su primera derrota, contra Frankie Randall.
Un total de 136 mil 346 aficionados asistieron al Estadio Azteca, contra Greg Haugen, en 1993. El más grande de toda la historia en México y de los mejores 10 del boxeo mundial. Se retiró en 2005.
La función en Hermosillo fue un éxito total. Los aficionados salieron muy contentos de la arena, y los televidentes disfrutaron de un gran espectáculo, y peleas de respaldo de gran calidad. La recaudación fue muy buena y las causas altruistas beneficiadas de manera importante.
El Consejo Mundial de Boxeo otorgó un cinturón conmemorativo a cada peleador como reconocimiento a su ejemplar labor social.
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