Por Jorge Humberto Klee
Foto: Cortesía
Prensa/AMB/Jabeando/28-04-2020.-Este 25 de Abril del 2020 es un día especial . Especial porque me impide salir a buscar historias populares en las calles y carreras de la ciudad . Especial porque los urólogos, oncólogos y cardiólogos me marcan el doloroso retiro como directivo en la mas grande organización de boxeo de la historia, la ASOCIACIÓN MUNDIAL DE BOXEO.
La pandemia Coronavirus y un eficiente cuerpo médico invitan al razonamiento y hay que obedecer para en un futuro poder continuar escribiendo lo que veo, lo que siento y lo bueno, malo y feo de esta bella vida.
Pretender buscar historias en las rutas urbanas es algo imposible con la peligrosa vigilancia maligna del virus que nos enseña a realizar una gigantesca reingeniería de nuestras vidas. Pretender pasar por encima de conceptos médicos no es razonable y muy peligroso por el riesgo de acortar nuestras vidas. Obedecer y analizar lo que hemos hecho en 83 años es lo indicado.
Contar historias es nuestro oficio en El Caminante y lo que queda de existencia pretendo utilizarlo en ese enfoque. Miles y miles de temas nos asaltan la mente y organizarlos lleva tiempo. Es hora de comenzar la larga ruta de anécdotas y selecciono una muy importante de los amigos Pacho y Rodolfo, destacados profesionales, sencillos, inteligentes, con sabor caribe colombiano y ejemplares exponentes defendiendo el boxeo colombiano.
En este día de mi retiro y permanencia en la dueña del boxeo mundial, Pacho y Rodolfo son importantes. Sentir el aprecio en el momento difícil del retiro luego de 42 años de actuación defendiendo el boxeo colombiano es gratificante. Escuchar que no perderemos el contacto porque debemos seguir estudiando como impulsar el boxeo, proporciona vida nueva al organismo.
Y se preguntarán porqué permanencia. Permanencia debido a que el 28 de Mayo del año 2005 en un KO a las drogas llegué a Miembro Honorario de la AMB por benevolencia de Gilberto Mendoza padre, en ese entonces gran líder de la organización -y amigo inolvidable- El zorro plateado como le llamé, ha sido el más grande dirigente del boxeo en muchos años.
Regresando a los amigos, con Pacho y Rodolfo , hemos recorrido medio mundo en supervisiones y convenciones del boxeo mundial. Pacho, un organizado y pensante viajero que como yo le agrada estar horas antes en el aeropuerto y Rodolfo el ser más tranquilo para estos casos. Lo envidio por su calma y precisión para que no lo dejen los vuelos. Con ellos el deporte del boxeo puede estar tranquilo y seguro de su defensa permanente. Conocen la historia, las reglas y como actuar sin remilgos para garantizar al boxeador su tranquilidad y apoyo en su carrera. Pacho y Rodolfo, con gran alegría lo expreso, son mis amigos. Amigos en la buena y en la mala. Amigos con polémicas que han proporcionado al boxeo directrices excelentes.
Espero el reclamo de los grandes amigos integrantes del Directorio. No se preocupen, el tema no se acaba en estas letras y espero que mis manos no se detengan para recordar, reír y alegar sobre lo que se puede o no publicar de las múltiples anécdotas que nos relacionan en la poderosa AMB.
No puedo abandonar el interesante tema de Gilbertico, hoy el gran conductor de la Asociación y ejemplo de dedicación permanente a la AMB. Recuerdo en Margarita, luego de una peligrosa y amenazante Convención en la que se pretendió derrocar a Gilberto por Pepito Cordero, empresario de Puerto Rico, me asignó el zorro plateado la responsabilidad de elaborar ese mismo día el acta. Como periodista veterano solo escribo con un dedo y agarrando lateralmente la máquina, hoy el computador. Nunca había escrito con tanta rapidez un documento.
En el desarrollo de la misión noté que en la puerta del cuarto donde trabajaba se apostó un niño que fijamente juzgaba mi labor. Horas más tarde supe que preguntó quien era el mocho que parecía una ametralladora escribiendo con un solo dedo. Me sirvió, con el computador elaboro hoy en día estas notas como la mecanografía moderna lo pide.
Y no puedo olvidar a Elena, la gran dama, la señora ejemplo y portada de oro de la Asociación ante el mundo social. Ver a la reina madre en una reunión es recibir un mensaje de tranquilidad y orgullo. Al lado de Elena nos sentimos felices por su espíritu de comunicación. Cielito, mi amiga y compañera de matrimonio hace 56 años la adora y cuando pasa tiempo sin verla siempre me pide que la siga la pista para comunicarse y dialogar con ella. Somos incumplidos. Hemos proyectado visitarla en Maracay desde hace mucho tiempo y nada de nada, Elena, Lucrecia de Piña y Cielito, fueron un poste de sostenimiento para la primera gran Convención de Medellín. Que gran valor tienen las damas en la AMB.
Finalmente, comenzar como miembro del Directorio, recorrer doce cargos hasta llegar por elección a la Vicepresidencia de la AMB en el año 1988 son apartes de mi humilde hoja de vida en mi segunda casa. Algún día seré juzgado y espero salir airoso.
Mi retiro obedece a salud, quiero oxigenarme y evitar los jab, los uper, rectos y ganchos que me han aplicado y que les he lanzado.