Revive esta increíble platica con nuestros queridos campeones en el siguiente link.
Prensa/CMB/Jabeando/07-05-2020.- Uno de los episodios del Charlas CMB más interesantes, con dos grandes del boxeo, dos ídolos que encantaron al mundo en una de las rivalidades más importantes para el boxeo, por supuesto nos referimos a los grandes campeones del mundo Carlos Zárate y Alfonso Zamora.
Visiblemente emocionado, el presidente del CMB, licenciado Mauricio Sulaimán dio la bienvenida a estos dos grandes del boxeo, dos personajes que dieron gloria al deporte y a nuestro país.
Carlos y Alfonso fueron contundentes al decir que empezaron el boxeo desde muy jóvenes, pues ambos eran buenos para el “trompo”. Sin saber en realidad como comenzó la rivalidad de aquella famosa pelea, los dos excampeones confesaron que desde que se conocieron en el terreno aficionado se hicieron amigos y que la enemistad solo existió arriba del encordado.
Entrados en el tema de aquel abril de 1977, día conocido en el boxeo como la “Batalla de las Z” estos dos ídolos confesaron que la rivalidad era más una cuestión de sus representantes e incluso de la prensa, pues entre ellos en realidad existía una camaradería. Sin embargo, sabían que eso se olvidaría arriba del ring, pues el público esperaba una guerra ya que ambos llegaban a este compromiso invictos y con un récord combinado de 75 victorias con 74 nocauts.
Esa noche, ambos eran campeones del mundo, Zárate como campeón gallo CMB y Zamora como campeón gallo de otro organismo ¿El escenario? El Fórum, de Inglewood, California que se llenó al tope de su capacidad, pues como ya hicimos mención, era una de las peleas que más expectativa había causado entre expertos y aficionados.
Zamora, fue claro a decir que recuerda esa pelea como una de las más difíciles de su carrera y que no demerita la victoria de su amigo; no obstante, reconoció que esa noche no estaba en su mejor momento.
Siguiendo con los recuerdos y las anécdotas, ambos campeones compartieron con los cibernautas uno de los pasajes más difíciles de su vida, donde necesitaron algo más que el poder de sus puños, nos referimos a su adicción a las drogas.
Con la voz entrecortada y las emociones a flor de piel, Carlos fue enfático al decir que ser campeón del mundo es un arma de doble filo, pues al estar en la cumbre, todo llega de manera fácil y el no tener los pies bien puestos sobre la tierra, es el peor error de cualquier boxeador. Confesó, que su adición lo condujo a conocer el infierno; sin embargo, en esos tiempos de oscuridad fue cuando reconoció la existencia de Dios, y que se hace presente de muchas maneras, en su caso, a través de muchas señales, una de ellas, la mano amiga de un hombre al que le debe el estar hoy aquí, Don José Sulaimán.
Tanto él como Alfonso reconocieron que el camino a la recuperación no fue sencillo, hubo dolor, lágrimas, golpes más duros de los que pudieron recibir en encordado, pero al final, hoy en día pueden decir que ganaron la batalla más importante: salvar su vida.
La platica estuvo llena de matices, unos más agradables que otros; sin embargo, no podía faltar la dinámica que se ya se ha vuelto tradición en nuestros Charlas CMB, imaginar o crear al boxeador ideal.