La Confederación Internacional de Boxeo realza la figura del invicto (Octava entrega)

Por: Oscar Borges Prim. Presidente / CIB
Diurkin Bolívar Lugo. Vicepresidenta / CIB.
Indira Amarista Aguilar. Secretaria Ejecutiva /CIB.

Edición y montaje: Indira Amarista.

Prensa/CIB/Jabeando/17-05-2020.- Muchos de nuestros seguidores y fanáticos de las tablas bravas, seguramente se preguntarán, ¿Por qué la diferencia de épocas entre los boxeadores que hemos citado en nuestros diferentes artículos? y es que, precisamente esa es la belleza de este deporte, donde la figura del INVICTO resulta aplicable a atletas recordados por la historia y las nuevas generaciones.

Es por ello que, desde nuestra última entrega donde nos referimos al campeón Andre Ward, retrocedamos en el tiempo para hacer referencia a un boxeador olvidado por algunos, pero que sin duda es un referente obligatorio dentro del boxeo.

Se trata del norteamericano con ascendencia irlandesa JIMMY BARRY (7 marzo 1870 – 4 abril 1943), conocido como «El Pequeño Tigre”, por su gran ferocidad en el cuadrilátero y, a quien le rendimos un merecido homenaje en esta pequeña reseña.

Barry llevó a cabo el Campeonato Mundial de Peso Gallo 1894-1899 y se retiró invicto en 1899, luego de haber trajinado 70 combates, 59 victorias, 39 de ellas terminadas por la vía rápida, 9 empates y 2 combates declarados No contest.

Enfrentó a varios contendientes, sin embargo quien marcó su vida profesional fue Walter Croot, vencido en Londres por un nocaut en el vigésimo asalto y, quien al día siguiente del evento falleciera, en principio, como consecuencia de aquella pelea.

Jimmy Barry vs. Walter Croot

Esto le trajo consecuencias negativas a Barry, quien de manera momentánea fue acusado de homicidio y posteriormente exonerado de responsabilidad al determinarse que, las causas de la muerte de Croot se debieron a una fractura de cráneo que sufrió cuando su cabeza golpeó el suelo sin relleno. Esto trajo consigo reformas trascendentales en cuanto a la estructura y superficie de los cuadriláteros, relativas a la obligatoriedad en la utilización de tela acolchada en su fabricación, lo cual se mantiene hasta nuestros días.

Esta trágica muerte afectó el ánimo y consecuente desenvolvimiento de “El Pequeño Tigre”, de quien solo quedaba el apodo, ya que su furia en el ring fue mermada considerablemente, al punto de no conseguir en las 10 peles que le siguieron, ningún nocaut.

Su última pelea, fue contra Harry Harris, el 1° de septiembre de 1899, donde se produjo un empate de seis asaltos.

Este desafortunado episodio en la vida profesional de Jimmy Barry, no fue obstáculo para ser exaltado al Salón Internacional de la Fama del Boxeo y obviamente formar parte de este exclusivo gremio de campeones mundiales imbatidos.

Como es costumbre en nuestra saga de artículos, hoy haremos una comparación positiva pero real, entre el Boxeo y otra disciplina deportiva, simplemente para observar una vez más, lo difícil que puede resultar un retiro como invicto, de la vida profesional en el deporte.

Para ello haremos una pequeña excursión en la vida de dos (2) fenómenos en el Tenis de Mesa, cuya rivalidad en la cancha trajo consigo, perder la posibilidad de lograr el sitial de imbatido en sus respectivas trayectorias. Nos referimos en esta oportunidad a los atletas de nacionalidad china MA LONG y XU XIN.

Ma Long es actual campeón olímpico y mundial, quien ocupa en marzo de 2020 el puesto Nº 3 del ranking mundial de la Federación Internacional de Tenis de Mesa. Ocupó el primer lugar del ranking mundial desde marzo de 2015 hasta diciembre de 2017 acumulando así un total de 34 meses consecutivos como Nº 1, con récord de 64 meses en ese lugar, cifra no igualada por ningún otro jugador hasta la actualidad.

Al conseguir la victoria en individuales en los Juegos Olímpicos de Río 2016, Ma Long se convirtió en el quinto jugador en completar el Grand Slam (Ganando los Juegos Olímpicos, los Campeonatos Mundiales y la Copa del Mundo) Obtuvo un récord de 5 torneos ITTF Pro Tour (Circuito Mundial de Tenis de Mesa) consecutivos. Además, se convirtió en el primer jugador masculino (Y el segundo en general) del mundo, en haber ganado todos los títulos individuales en el tenis de mesa. Estos registros han llevado a muchos a considerarlo como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.

Sin embargo, en 2016, su connacional XU XIN le derrotó por 4-2 en el partido de semifinales del Open de Japón 2016, siendo posteriormente derrotado por el No. 2 del mundo Fan Zhendong en la final. Una semana después del Open de Japón, Xu Xin ganó su tercer título del Open de Corea después de vencer nuevamente a Ma Long por 4-3 en la final.

A finales de 2017 tuvo un decepcionante Open de Alemania, donde en dobles Xu, y su compañero Fan Zhendong fueron noqueados en los octavos de final, y perdieron en cuartos de final ante Lee Sangsu por 4-0 en el evento de individuales. Sin embargo, una semana más tarde en el Open de Suecia, ganó el evento de dobles formando pareja con Fan Zhendong, antes de derrotar a Fan, el número 2 del mundo, 4-1 una hora más tarde en el evento masculino individual.

Xu Xin es uno de los pocos jugadores de Tenis de Mesa que lo caracteriza su agarre tipo lapicero (Penhold), especialmente entre las generaciones más jóvenes, que son jugadores que, normalmente utilizan el estilo shakehand (Agarre similar a una empuñadura de tenis con el dedo índice extendido sobre la cabeza de la raqueta perpendicular al mango. Este agarre permite que casi uniforme de potencia por encima de derecha y revés disparos, pero tiene un punto de cruce más ancho en el medio)

Su fisionomía de gran envergadura y largos brazos, le facilitan llegar a todas las bolas. Se le considera especialmente brillante como jugador de dobles.

Ambas figuras, estrellas en el Tenis de Mesa, sin embargo muy evidente la forma en la cual estos atletas, considerados en varias oportunidades como los mejores del mundo, bien en encuentros individuales o en pareja, han perdido la posibilidad de retirarse imbatidos de sus carreras, algo que al parecer es poco factible en este disciplina deportiva, y que nada tiene que ver con los logros merecidamente reconocidos a cada uno de ello.

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