¡Perder o ganar…! pero como campeones!

Por: José Cuevas
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Prensa/Jabeando/23-10-2020.- Hola amigos aficionados…Bienvenidos a este nuevo conversatorio de la Confederación Internacional de Boxeo (CIB). En la conversa de hoy nos referiremos a varios tópicos.

Comencemos en lo sucedido el pasado 17 de este mes en el MGM de Las Vegas, Nevada, en lo que se suponía iba ser la Pelea del Año 2020-o lo que resta de este anuario para olvidar, pasado por una pandemia macabra, -el Covid 19- entre el ucraniano Vasily Lomachenko, poseedor de tres títulos mundiales, OMB, CMB y AMB, y el hondureño Téofimo López quien también exponía su faja del peso ligero (61 kilos, 135 libras) reconocida por la FIB. Ambos sumaban en sus récords de 29 peleas, 24 nocauts, por lo que la expectativa era grande y bien sustentada que veríamos una gran pelea… Lo cierto que la refriega no resultó ni siquiera la pelea de la semana. El combate fue gris.

Soy un purista del boxeo. Cierto que en una pelea, el campeón puede ratificar su clase boxística pero también puede ser derrotado, eso está en el ambiente: una buena mano pone patas arribas a cualquier pronóstico. Pero también un estelar del boxeo gane o pierda debe portarse como lo que es: un campeón.

Esta vez ganó, para los jueces que en definitiva son los que dan el veredicto final, Téofimo López. Resultado que, sin duda celebrado por todos nosotros por ser latinoamericanos, en especial sus paisanos de Honduras. Pero de verdad-verdad, ahora visto con más calma la repetición del combate Lomachenko-López, vi llevarse el triunfo, en una mala presentación, al ucraniano, pese a que regaló miserablemente los seis primeros asaltos.

Como indica el título de este conversatorio. un campeón puede ganar o perder, pero como lo que es: campeón. De allí que sostengo: Lomachenko quedó en deuda con el público, inclúyame, ante un retador que después de cuatro asaltos no parecía representar mayor peligro ante su ya probado arsenal boxístico.

Por allí algunos aficionados y uno que otro crítico de boxeo, asoman la posibilidad de una revancha. Pero a mi juicio, ninguno de los dos se la merecen por el fraude ofrecido al cuantos de millones de fanáticos de todo el mundo.

Y de darse tal desquite, me pregunto ¿Tendría real interés en los fanáticos? Creo que no tanto…También habría que revisar quienes serían los jueces a escoger. Los que actuaron en el combate del pasado 17-O del MGM de Las Vegas dieron una decisión unánime a Téofimo. Incluso un juez(a)-Cosa extraña, al parecer es un juez o jueza encubierto, pues no pude conseguir el nombre ni a través de las agencias de noticias, ni en la página Box Rec- votó 119 a 109 a favor del hondureño.

Es decir, a su juicio Téofimo ganó los 5 primeros asaltos por paliza, algo así como cada asalto 10-8…Pero ¿Realmente fue así el dominio de López en esos rounds? ¡Lo dudo! Por mucho que el boxeo sea un deporte de apreciación. Son detalles a considerar, no solo de lo acontecido, sino a futuro.

Ahora los invito-si me lo permiten- a que revisen por internet algunas peleas que considero clásicas. Muchas de ellas fueron consideradas como peleas del año y quedaron así inscritas en la historia del boxeo moderno, ganando o perdiendo mis favoritos para el momento.

Favor tomen papel, lápiz y busquen en internet: Alí-Frazier en el Madison Square Garden de Nueva York; Durán-Esteban de Jesús en Panamá; Leonard-Durán en Montreal; Leonard-Hearn en Las Vegas; Leonard-Hagler en Las Vegas; Hearn-Hagler en Las Vegas; Arguello-Aaron Pryor en Miami; Alfonso Zamora-Carlos Zarate en Los Ángeles, Wilfredo Gómez-Salvador Sánchez en Las Vegas; Wilfredo Gómez-Guadalupe Pintor en Nueva York; Julio César Chávez (Padre) y Meldrick Tylor en Los Ángeles.

En esas peleas cayeron mis favoritos ante Frazier, Durán y Pryor. Y ganaron los que creí: Leonard, Zarate, Salvador Sánchez, Wilfredo Gómez y J.C Chávez. Pero en cada caso, ganador y perdedor aumentaron mi admiración, fueron autenticas peleas de ese año y quedaron inscritas esas batallas entre las mejores de la historia del boxeo…Pero las supuestas peleas del año o del siglo de los últimos tiempos como la Pacquiao-Mayweather, Mayweather-Canelo o esta Lomachenko-López, simplemente quedaron para el olvido. Fuero como dicho español: Muchos ruidos y pocas nueces…o como decimos los venezolanos: nos vendieron potes de humo.

BETULIO AL SALÓN DE LA FAMA

Ahora pasamos a algo más gratificante para el boxeo y de manera especial para los venezolanos, el cumpleaños número 71 de Betulio González, quien nació un día como mañana sábado 24 de octubre de 1949. El zuliano ganó tres títulos mundiales, todos en el peso mosca (51 kilos, 112 libras) El primero en una polémica pelea contra el filipino Erbito Salavarría el 20 de noviembre 1971, corona reconocida por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB)

El segundo cinturón contra el mejicano Miguel Canto en 1973, también del CMB, y el tercero contra el manito Gutty Espada en 1978, esta vez por la Asociación Mundial de Boxeo.

Por cierto, este último combate también fue pelea del año 78, otro ejemplo de lo que debe ser sobre el ring, no en el marketing o publicidad, una verdadera batalla del año. Combate que también sugiero busquen y disfruten por internet.

Por toda esta historia pugilística, Betulio González debería estar ya, con toda justicia, por méritos, ocupando un lugar en el Salón de la Fama del Boxeo de Canastota, Estado Unidos de Norteamérica. Para la conquista de ese nuevo lauro para él y para Venezuela deberíamos apostar todos los periodistas y medios ligados al boxeo o a los deportes de combate.

Entiendo que los dirigentes Mauricio Sulaimán y Gilberto Jesús Mendoza, presidentes actuales del CMB y la AMB, están ganados, en memorias de sus padres José Sulaimán (+) y Gilberto Mendoza (+) para apoyar en el camino que lleve al Hall del Boxeo no solo a Betulio, sino a otras figuras criollas con méritos suficientes para ocupar esos nichos, nos referimos a Leo “Torito” Gámez y Luis “Lumumba” Estaba.

¡Hasta aquí amigos este conversatorio de la CIB! nos volveremos a reencontrar muy pronto para abordar temas referidos al apasionante mundo del boxeo, tanto nacional como internacional… ¡Chau!

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