Prensa/CIB/Jabeando/12-11-2020.- El gran Alexis Arguello buscaba su cuarto título mundial en categorías diferentes. Había sido campeón en peso Pluma, Ligero Jr. Y Ligero en lo que se había constituido, hasta ahora en una gloriosa campaña. Había escogido, para su objetivo, enfrentar al invicto Aaron Pryor al cual destronaría, para así alcanzar su meta. Muchos pensaron entonces, que el nicaragüense debía buscar esa cuarta diadema donde reinaba Leroy Haley, aparentemente, un campeón más vulnerable. Pero Arguello, tal vez, en señal de prepotencia o de mucha seguridad en sí mismo, decidió escoger al más difícil, que era el “Halcón” de Cincinnati ¿Error fatal?
Pryor, por su parte, presentaba un inmaculado récord de 31 victorias, de las cuales treinta eran por Ko., en toda su carrera había sido un peleador muy agresivo, con buena pegada en ambas manos. Su defensa era bastante solvente, tenía buen finteo (Amague) y excelente vista, aunque a veces, esta cualidad no se notaba porque generalmente sacrificaba defensa por ataque. Desde que saltó al boxeo profesional, la agresividad y el golpeo constante habían significado las principales características de su estilo, incluso, en la pelea que conquistó el título mundial Welter Jr. dio una demostración terminante de lo que es demoler a un rival en apenas 4 asaltos, tal como lo hizo con el entonces monarca Antonio Cervantes “Kid Pambele”.
LA PELEA
Aun cuando se esperaba a un Pryor muy agresivo, no dejó de sorprender como el “Halcón” le saltó encima a Arguello en forma despiadada y con la intención de acabarlo de una vez. Y por poco lo logra. El campeón llevó al nicaragüense contra las cuerdas y lo bombardeó con disparos de todos los tamaños y colores. Arguello intentaba devolver el castigo, pero se veía impotente ante aquella ametralladora. Debido a este ataque intenso, el aspirante, que se tambaleaba, no le quedó otro remedio que buscar el amarre salvador. El round continuó en la misma tónica Pryor disparaba sin cesar y por momento zarandeaba al flaco nicaragüense. La campana vino a detener momentáneamente lo que pareció una eternidad.
Los rounds siguientes fueron una batalla campal, Arguello hizo ajuste en su plan, jabeaba y buscaba combinar sus golpes desde la media distancia. Pese a haber estado al borde del nocaut en el primer asalto, Arguello conservaba fuerzas y sus golpes aun llevaban mucho peligro. La afición latinoamericana seguía el combate con el corazón en la boca. Nunca habíamos visto a Arguello en tantos apuros. El ataque de Pryor era incansable, potente y desde todos los ángulos. En ocasiones, Arguello lograba conectar algún buen golpe pero inmediatamente, como si nada, Pryor replicaba con cinco impactos también muy potentes. La pelea era electrizante, pero los seguidores de Arguello sufríamos una enormidad.
Los rounds caían y la guerra no bajaba su intensidad. En el round 13, Alexis conectó un derechazo entre la boca y la mandíbula de Pryor que le hizo levantar la cabeza hacia atrás, al moreno de Cincinnati. Parecía la oportunidad de Arguello, pero el cansancio por el fragor del combate y la debilidad por el castigo recibido impidieron que este pudiese lograr el remate. Para el final del asalto Pryor lucía recuperado y Arguello bastante cansado, este agotamiento del nicaragüense fue captado por la esquina de Pryor y lo enviaron al ataque a tratar de liquidar aquello.
EL FINAL
Como si hubiese renovado sus energía, Pryor salió muy activo en busca de su rival. En el centro del ring lanzó un ataque combinando sus golpes rematando con un derechazo a la mandíbula que hizo retroceder a Arguello -muy lastimado- hasta las cuerdas, donde lo fue a buscar el “Halcón” y lo acribilló con más de diez golpes seguido a la cara. Arguello se veía inerte recostado de las cuerdas, estaba completamente indefenso. El árbitro Stanley Christodoulou tomó la decisión de detener el combate después de lo cual, Arguello se desplomó a la lona. Pryor había ganado un combate memorable.
Los aficionados asistentes al Orange Bowl de Miami estaban asombrados con aquel guerrero implacable y le rendían un emocionado homenaje. Los aplausos y los vítores eran también para el valiente Alexis Arguello. La puntuación del combate hasta el momento del nocaut iba de esta forma: el referee Stanley Christodoulou: 127-124 a favor de Pryor, el juez japonés Kem Morita 127-125 a favor de Arguello y Ove Ovense 127-124 arriba Pryor.
A 38 AÑOS DE AQUEL MEMORABLE COMBATE, HOY LE DEDICAMOS UN GRAN RECUERDO.