Round 12: 7 Años sin don José  

Por Mauricio Sulaimán – Hijo de José Sulaimán – presidente del CMB

Prensa/CMB/Jabeando/1901-2021.- La columna del día de hoy la dedicaré exclusivamente a la memoria de mi querido padre, José Sulaimán, este pasado sábado se cumplieron siete años de aquel triste día en el que se nos adelantó en el camino sin retorno. No hay edad para morir, no hay edad para perder a un ser querido, aunque el tiempo sana todo, el recuerdo siempre será fresco y estará presente.

Mi papá fue un ser maravilloso que disfrutó intensamente de la vida. Su sencillez le abrió las puertas del corazón de miles de personas y su dedicación a servir lo distinguió como el mejor amigo que cualquiera pudiera tener. Su vida fue completa, y como el tanto lo repetía, todo lo hizo “A Mi Manera».

Me gustaría platicar de sus grandes gustos y lo que hacía.
El béisbol, el deporte de sus amores. Fue un gran pelotero que inclusive fue firmado por los Bravos de Boston pero una fractura en una barrida en Home lo privó de continuar con su sueño y tuvo que regresar a México. Lo llamaban el Bob Feller huasteco, por su gran pitcheo, lanzaba la bola a gran velocidad y era el rey del ponche. Nuestra vida giró alrededor del béisbol, pues todos jugábamos en la liga pequeña Lindavista, ahí se dieron todos los fines de semana de sol a sol, mi papá manager de equipos y mi mamá ayudando en el comedor de la liga. Por último, ya más grandes disfrutamos de una época maravillosa pues el equipo “Vagabundos” jugaba cada domingo; don José el manager, Sandro DeMiguel el coach y los cuatro hijos en el campo de juego junto a un sensacional grupo de amigos desde la infancia. Cambiaría cualquier día de mi vida por poder vivir uno de esos días. Al terminar todos caímos a Riobamba, a casa para entrarle a la botana y la cheve contando anécdotas del juego en medio de carcajadas de nuestro líder.
La fotografía, la pasión de don José. Además de ser dueño y director general de la fábrica Controles gráficos, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, presidente de la liga de béisbol Lindavista, padre de seis y otras ocupaciones más, decidió perfeccionar su pasión y tomó cursos por correspondencia de fotografía. Sus modelos pues éramos nosotros los hijos, en especial Lucy y era común que llegando de la escuela nos pusiera a posar para poder tomar sus fotografías y hacer sus prácticas que enviaba para ser calificadas a la Nikkon. Era común que en carretera se detuviera hasta por una hora a tomar la fotografía perfecta buscando la iluminación exacta. Su definición de la fotografçia, “Un instante en la vida que jamás regresará”.
La comida, su máximo placer. Mi papá no tomaba, no fumaba, no era de fiesta, su única gran satisfacción era comer. El no pedía langosta ni caviar, el era feliz con las migas con huevo que mi mamça le preparaba o con sus huevos divorciados de Sanborns. Cómo disfrutaba de un buen helado de fresa. Vivió gran parte de su vida a dieta, siempre dijo que bajó 5 mil kilos pero subió 5015. La primer comida a la que llevé a mi ahora esposa Christiane con mi familia, fuimos a la Góndola en la Zona Rosa, mi papá pidió 4 platillos y Chris siendo Nutrióloga solo observaba. En eso mi papá le pregunta, “Hija, fíjese que estoy tomando estas pastillas que quitan el hambre….» a lo que mi entonces novia respondió “ Me parece que no sirven de mucho verdad? “ , después de un silencio total, mi papá soltó la carcajada …….

 

El trabajo, su vicio. Dedico su vida a trabajar incansablemente, su lema era “ Nada es imposible en la vida, algunas cosas quizá tomen mas tiempo pero nada es imposible”. Desde niño atendió la tienda de nuestro querido abuelo Don Elías, en Ciudad Victoria fundo el club 20-30 y tenia una diversidad de actividades incluyendo vender zapato de León en toda la región , construyo junto con su tío Jorge Chagnon el “Cine Avenida” y el destino lo llevo a la Capital para dedicarle su vida a Controles Gráficos. Era implacable, trabajó mas que nadie y con dedicación ejemplar, perfeccionista e innovador. Recuerdo siempre verlo en el comedor de la casa, lleno de papeles y siempre trabajando.

El Boxeo, su vida entera. Creció en Ciudad Valles, San Luis Potosí, amigo de boxeadores y boxeador fracasado pues le fracturaron la quijada y la nariz. Aprendió lo duro que es este deporte al ver el abuso y las prácticas inhumanas que se daban dentro del boxeo. Soñó con algún día tener poder para cambiar las cosas y así sucedió. Como Presidente de su adorado CMB logró revolucionar este deporte y con todas las reglas que cambió e implementó se han salvado muchas vidas y se ha dignificado el futuro de quienes terminan su carrera en el ring y pueden disfrutar de una vida en salud.


Su Familia, su más grande tesoro. Fue un hijo excepcional, honró eternamente el recuerdo de su madre Doña Wasila, quien falleció a los 41 años de edad y adoró a su padre, fue el hermano mayor, siempre cuidando de Nelly y el tío toy. Formó con Doña Martha una familia unida, seis hijos y catorce nietos. Siempre inculcó y exigió el amor y la unidad entre nosotros. Siempre estuvo presente para ser el padre de familia y encontró en mi mamá el soporte y apoyo incondicional para él poder salir a conquistar el mundo cuando no existían las computadoras, internet, fax, celular ni redes sociales. Logró que cada segundo en familia valiera y se entregó en cuerpo y alma a nosotros, sacrificando todo, para darnos educación y proyección en la vida. Mi Mamá fué Ia fuerza que lo impulsó en los momentos difíciles y fue el toque mágico que mantenía un balance tan necesario dentro de la familia.

El murió tranquilo, en compañía de todos sus seres queridos, feliz de ver la unidad que siempre insistió que mantuviéramos al tenernos a todos juntos durante su complicada estancia en el hospital. Logró despedirse de muchos de sus campeones y amigos que lo visitaron en terapia intensiva. Muhammad Ali, Mike Tyson, Chávez, Leonard, su querido hermano Carlos Slim y Don King entre muchísimos más que se tomaron el tiempo de viajar a visitarlo. Fue el boxeo quien nos arropó cuando el se nos fue. La inolvidable demostración de cariño que recibimos desde que dio su último suspiro, los miles que asistieron, de muchas partes del mundo y de toda la república a despedirlo en el panteón francés donde nos tomaron de la mano para seguir el camino, para mantener vivo el legado de José Sulaimán, para seguir soñando y siempre ser personas de bien.

Hoy a siete años de su partida seguimos siendo objeto de múltiples muestra de cariño, seguimos viendo esa sonrisa tan cálida, sintiendo su presencia en todo paso que damos y siguiendo el camino que el nos dejó marcado en este mundo. Quiero aprovechar para agradecer todas las atenciones que la familia Sulaimán Saldívar recibió este pasado sábado recordando a nuestro querido padre.
Agradezco sus comentarios a [email protected]

 

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