Una de las mayores emociones que el boxeo regaló a don José

Por Mauricio Sulaimán

Prensa/CMB/Jabeando/27-03-2021.- Escuchamos una y otra vez en años posteriores, en que muy pocas ocasiones fue sacudido por una emoción parecida durante el tiempo que duró aquella inolvidable batalla, muy probablemente la que con más justicia mereció –hasta ahora- el ya para entonces viejo estribillo “Pelea del Siglo”.

Sí, este es uno de los principales y más queridos recuerdos que el boxeo dejó en la mente de mi papá y reconocidos como atractivos especiales. Fue la primera batalla librada entre los inmortales Muhammad Ali y Joe Frazier hace medio siglo y que tuvo como escenario el cuarto Madison Square Garden de Nueva York.

Si alguien reparó en la presencia de aquel aficionado, seguramente nunca pensó que con el correr de los años habría de convertirse en un hombre que procuró siempre por el bienestar del boxeador, sin importar su condición. Él, luchó por todos ellos desde un peleador de cuatro rounds, hasta estas grandes estrellas que mencionamos. Cambiaría en gran medida la faz del pugilismo, que aportaría nuevas reglas para cambiar el salvajismo que se daba en esta actividad.

En lo personal considero imborrables aquellas charlas que desde niño escuché cuando mi papá narraba detalles a algunos de sus amigos con el gusto y el entusiasmo que no lo abandonaron nunca, especialmente cuando el tema abarcaba el deporte de sus amores.

En aquellos años don José ya se hallaba inmerso en el Consejo Mundial de Boxeo, como colaborador del Profesor Ramón G. Velázquez y sus ideas para cambiar todo ya asomaban de manera casi permanente. Estaba muy enterado de lo que era aquello, pero el aprendizaje no terminaba ni vio su fin cuando ya convertido en el presidente del CMB, en forma constante buscaba afanosamente lo que significara mejoría, progreso y protección para los pugilistas, “mis héroes”, como les decía.

Aquella noche de marzo de 1971 don José presenció el enfrentamiento de dos campeones mundiales de peso completo en versiones CMB y AMB, dos grandes peleadores que subieron invictos al histórico cuadrilátero, ambos con medallas olímpicas de oro, y reconocidos por públicos de todo el mundo.

Se calcula que el encuentro fue presenciado a través de la televisión por más de trescientos millones de espectadores. Frazier subió al ring con récord de 26-0 (23 nocauts), mientras que Ali traspuso las cuerdas después de haber derrotado a sus 31 rivales hasta aquel momento, 26 de los cuales no llegaron al límite de rounds programados.

En el asalto 15 Muhammad Ali cayó a la lona por primera vez en su carrera, conectado con un gancho izquierdo de su adversario y el hecho sin duda ayudó en gran medida para que el vencedor por decisión unánime fuera Joe Frazier.

Todo lo anterior dejó una marca indeleble en la mente de mi papá, y obviamente mucho de lo existente en el mundo del boxeo y de lo cual estamos enterados, nos llegó a través de él, de sus pláticas y del entusiasmo que reflejaba su rostro cada vez que daba voz a sus recuerdos. Sin duda una histórica y épica batalla de las muchas que presenció.

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