Por Jesús Cova
Prensa/AMB/Jabeando/30-03-2021.- Gilberto Mendoza, Presidente Emérito de la Asociación Mundial de Boxeo, cumpliría hoy 78 años de su nacimiento
Constancia y disciplina. La primera, según definición del diccionario, es la “firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y los propósitos”. La segunda, “doctrina, instrucción de una persona, especialmente en lo moral”.
Esas dos sencillas palabras sirvieron de guía y de invariable norma de conducta ciudadana al Presidente Emérito de la Asociación Mundial de Boxeo, Francisco Gilberto Mendoza (Barquisimeto, 30 de marzo de 1943-Caracas, 11 de marzo de 2016), quien trascendió desde el mundo del boxeo en especial y del deporte en general como Gilberto Mendoza, de cuyo nacimiento se cumplen 78 años.
Gilberto, como le llamaron todos sin protocolos, que no le agradaban, condujo los destinos de la organización decana del boxeo universal durante poco más de 33 años, desde octubre de 1982 hasta su sentida desaparición física. En ese largo sendero transitado dejó un legado que permanecerá mientras la disciplina de los guantes sea practicada por miles de jóvenes en el mundo.
Además de cultivar sin desmayar aquellas dos virtudes, la de la constancia y la disciplina ya citadas, Mendoza se distinguió siempre por su generosidad hacia los semejantes, por una férrea lealtad en la amistad, por el apoyo permanente a la juventud, por una singular y nada común modestia en la que la prepotencia no tenía cabida y, finalmente, por una sólida e indoblegable voluntad de trabajo y de férreo carácter.
Sería una difícil tarea enumerar los aportes ofrecidos por Gilberto tanto al deporte que le apasionó como a otras actividades propias atinentes a la persona humana. Bastaría decir que su sola mención hace pensar en boxeo (como pensar en boxeo es decir Muhammad Ali, Joe Louis, “Sugar” Ray Leonard, Roberto “Mano ‘e Piedra Durán)
Uno de sus primeros y relevantes trabajos en favor de la entidad fue el del Manual de Clasificaciones, todavía vigente, elaborado mientras estuvo en el Comité Ejecutivo como uno de los inmediatos colaboradores del panameño Rodrigo Sánchez (QEPD), su mentor y quien vio en él al mejor candidato para que le sucediera, ante su inminente muerte. También creo manuales de procedimientos para supervisores, miembros del Comité Ejecutivo, y el manual de oficiales, precursor del actual.
A esto habría que agregar sus iniciativas en la puesta en marcha de la exitosa campaña KO a las Drogas, de extensión universal; la organización de seminarios para oficiales (jueces y árbitros), con la finalidad de que estos mejoraran la calidad de sus evaluaciones de peleas de campeonato mundial; la realización de las convenciones cada dos años en vez de uno, como se hacía al principio; la creación de organismos regionales filiales tales como la Federación Latinoamericana de Boxeo (Fedelatin), North American Boxing Association (NABA), WBA Europa, Pan Afri-can Association (Pafba), Pan Asian Boxing Association (PABA) luego conocida como WBA Asian Boxing Association (AMB Asia), AMB Oceania, Federación Caribeña de Boxeo (Fedecaribe), la Federación Centroamericana de Boxeo (Fedecentro) y la Federación Bolivariana de Boxeo (Fedebol) Creó las Super Fajas para campeones con 5 y 10 defensas exitosas de titulo. La reducción de los asaltos de 15 a 12.
Y muchas otras ideas que resultaron en beneficio para el progreso del boxeo a escala mundial.
Como hombre de empresa, desde su graduación universitaria hasta casi el término de su vida se desempeñó como alto gerente y luego en funciones de Asesor Administrativo del Central Azucarero El Palmar, en San Mateo, Aragua) Preocupado por las comunidades de su más cercano entorno, fue fundador del Cuerpo de Bomberos de Yaritagua. Complementariamente presidió la Asociación de Scouts de Venezuela (1979), a la que no dejó de prestar su apoyo; diputado de la Asamblea Legislativa del estado Aragua (1995-98); director del Consejo Nacional de Economía (1998-99); director de Fedecámaras (1995-2001) y presidente honorario de Boxing Information Center, entre otras actividades
Constancia y disciplina. Bastan esas dos palabras para recordar el tránsito venturoso para el boxeo y al hombre cabal, de cuerpo entero, que fue Gilberto Mendoza.
Un nombre que es igual a decir boxeo, a quien hoy traemos de nuevo a una memoria que, valga apuntar, jamás le olvida. Y cuyo slogan preferido, del que fue autor único, que han asumido como propio, sus pasados y actuales compañeros dentro de la AMB, mantiene intacta y permanente su vigencia.
Es aquel que reza: “¡Podemos hacerlo! ¡Vamos a hacerlo! ¡Hagámoslo juntos!”