Por José Cuevas
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Prensa/Jabeando/02-06-2021.- Bueno, aquí estamos en otro Conversatorio de la Confederación Internacional de Boxeo (CIB), la única organización de boxeo profesional que funciona en nuestro país, Venezuela, la cual dirige el Dr. Oscar Borges Prim…quién por cierto me informó que aprovechando estos días donde, responsablemente, no se están montando eventos deportivos en su sede de San Martín, ha iniciado la ampliación de la sala de entrenamientos, así como la renovación de aparatos de prácticas «para estar con todos los hierros para cuando se levante la cuarentena de Covi-19 y así reiniciar las carteleras que tradicionalmente se venían presentando-dos veces al mes, amateur y profesional-, por iniciativa de la CIB».
Bien, esta fue la buena noticia…Ahora la mala, o por la menos para tomarla como reflexión: las derrotas que encajaron los boxeadores venezolanos, ex campeones mundiales, Carlos Cañizales y Jorge Linares.
Tal como sostengo en el título de esta Conversatorio CIB: las derrotas deben analizarse dependiendo ante quién sea y la manera como se pierde.
Vamos a iniciar con la caída, lamentable siempre, de un campeón venezolano, el caraqueño Carlitos Cañizales…Considero, guardando el debido respeto con el ahora flamante campeón del peso minimosca Esteban Bermúdez, que el nuestro jamás debió perder su cetro ante tal contrincante.
En verdad durante los 6 asaltos, y pese a que el azteca Bermúdez ganó por nocaut, no le vi nada, como decimos los aficionados al boxeo.
Entonces la debacle hay que analizarla desde el rincón de Carlitos…Alguno pensará que es muy fácil hacer «Leña del Árbol Caído», o es muy sencillo !Hablar pendejadas desde lejos, a 4.185,67 kilómetros que separan a Caracas de cuidad de México y cómodamente sentado frente a la televisión! Pero, no es totalmente así.
Debo decirlo, Carlos era mi favorito para ganar y hasta fácil, porque en verdad el retador no presentaba ningún triunfo llamativo en su récord (13 victorias, 2 derrotas, 2 empates y 9 nocauts)
Me di a la tarea de ver algunos videos del mexicano Bermúdez y en la medida que lo observaba más me convencía de la victoria del nuestro.
Además de ser el campeón, Carlitos había sido probado de visitante ante rivales duros como por ejemplo los tres últimos japoneses.
Pero !Ahh sorpresa, desagradable sorpresa! Al venezolano lo vi flojo de piernas desde el principio. Posiblemente le afectó la altura de México (2.250 metros sobre el nivel del mar más que la altura de Bermúdez () y también la inactividad (Dos años y un día)
Otro factor, me parece, fue el no haber trazado un plan de pelea antes de subir al ring. Posiblemente Carlos se sentía tan superior al igual que su entrenador que salió a combatir al estilo de «Eudomar Santos (Franklin Virgüez): «Cómo vaya viniendo, vamos viendo».
Luego en pleno combate, al parecer, le dieron la instrucción de terminar cuanto antes porque no podía respirar bien debido a la altura de la capital mexicana y tanto tiempo sin un combate oficial, lo más seguro es que no aguantaría los doce rounds pactados.
Dos años inactivos -no es lo mismo entrenar que pelear oficialmente- también pasó factura. Aunado a la partidura en la ceja, se incrementó el desespero y vino el nocaut en su contra.
Una vez falto de capacidad para desplazarse, llegado el cansancio, las ideas no fluyen por allí se precipitó una derrota que ya pudiera estar entre la más inesperada del año.
Ahora, todo lo anterior no justifica, técnicamente hablando, como un boxeador tan superior como Carlitos haya recibido todas las derechas -defectuosamente lanzadas- y terminar noqueado por un boxeador que no tiene sus credenciales.
Estoy casi seguro, que si Bermúdez acepta defender su faja contra cualesquiera de los últimos japoneses (Reiya Konishi, Bin Lu y sho Kimura) con los que Carlos empató y derrotó, seguro el azteca deja la faja ante alguno de ellos.
Es más, en una revancha directa, incluso en el mismo patio de la casa del ahora campeón, Carlos debe reconquistar su título, el cual perdió por errores cometidos por él y su esquina.
Creo que Carlos tiene la calidad y la juventud, el profesionalismo para recuperar su título. Ahora le corresponderá a su entrenador decir, explicar, si lo cree pertinente, dónde estuvo el error o errores para perderse un título, que se puede perder: pero, como dijimos al principio: depende contra quién y cómo se pierde.
En cuanto a Jorge Linares, también perdió, pero lo hizo ante un rival con técnica, veloz y con argumentos como campeón: Devin Haney… Esta pelea, debo confesar, no la vi. La de Carlos sí. Pero con algunos flashes, tramos, del combate que me envió Oscar Borges Prim pude observar un Linares algo aguantado en los primeros rounds. Tal vez pensando en su 35 años contra 22 del rival que tenía al frente.
Pero contrario a lo que yo pensaba el de «más edad»-no el más viejo, porque física y boxísticamente demostró que se mantiene en un alto nivel, en la élite del boxeo actual, terminó mandando ante el más joven.
En conclusión: considero que Carlitos y Jorge deben continuar sus carreras. El joven del barrio San Pablito tiene como retomar su carrera y ser campeón otra vez. Y Linares salió bien parado pese a la derrota, según el jurado (Dos tarjetas de 116-112, y una más, de 115-113) por decisión unánime.
Ahora el triple campeón de Barinitas puede tener, se merece, otra oportunidad campeonil que le deje buenos ingresos económicos para asegurar su futuro y el de su familia.
Ahora, le corresponderá sentarse a analizar posibles rivales, incluyendo el mismo Haney. Pero deberán ser contrarios de prestigio, de calidad, no combates por mantenerse en actividad.
Deben ser confrontaciones por títulos regionales o mundiales que le aporten dividendos, deportivos y económicos necesarios en esta etapa de su vida de boxeador..
Bien amigos, hasta aquí el Conversatorio CIB por el día de hoy. Y será, Dios queriendo, hasta la próxima ocasión cuando abordaremos los más resaltantes eventos del boxeo actual, especialmente cuando estén acción, en la palestra, nuestros gladiadores o gladiadoras del ring…!Cháu!