Prensa/CFC/Jabeando/Deportivas/13-07-2021.- El ingreso de Néstor Jiménez (08-04-2003) por Osei Bonsu a los 73 minutos ante Atlético Venezuela, marcó el inicio en primera división de la carrera de un chamo que con 18 años de edad solo ha respirado fútbol desde que tiene cuatro años. Tiene cinco años sin pisar su tierra natal (San Fernando de Apure) y dos sin ver a sus padres desde su graduación, pero todo lo considera un sacrificio en pro de su profesión.
Su primer contacto con el fútbol fue a los cuatro años, cuando su papá (Néstor Enrique Jiménez) y su hermano (Néstor Adrián Jiménez) lo llevaron a una escuelita de fútbol sala llamada 19 de abril. Allí se mantuvo hasta los 10, cuando salió de su casa para mudarse a la Casa Club de la Academia Puerto Cabello.
“Mi primer recuerdo con un balón fue en mi primer día de entrenamiento. Choqué contra una pared y es el mejor recuerdo que tengo de ese momento, porque después le agarré más amor al fútbol. Yo no era futbolista sino practicante de judo, pero después de ese golpe, solo quería estar con un balón para arriba y para abajo”, rememoró el volante ofensivo de 18 años de edad.
Eso fue a los cuatro años, pero luego a los diez el profesor Ramón Solórzano, quien siempre tuvo el ojo puesto en él, lo invitó a un torneo interregional de las categorías menores. “Nos tocó jugar contra la Academia Puerto Cabello; a raíz de las cualidades que había adquirido por el fútbol sala, la pisaba muy bien y era habilidoso”, recordó.
Fue observado por Javier Fernández y Javier Vidales, quienes trabajaban en ese momento en la Academia Puerto Cabello y hasta abril pasado eran directores de las categorías menores del Atlético de Madrid. Por su desempeño, Vidales habló con los padres y les comunicó que él quería que se quedara en Puerto Cabello.
“Les dijo que la decisión era mía. Que ellos me conseguían el colegio y entraría en la Casa Club. Eso fue en febrero, y en julio cuando terminó ese año escolar mi padre me preguntó qué había decidido. Inicialmente dije que no, que quería quedarme con mis padres y mis amigos. La fecha en la que tenía que llegar era un 12 de julio y la noche antes mi papá me vuelve a decir, ‘hijo mañana es la fecha en la que deberías estar allá’, eran como las cinco de la tarde y solo pensaba en mis padres y en que me quería quedar con ellos y mis amigos; pero a las ocho de la noche jugaba Play y me dije a mí mismo, tú lo que quieres es jugar al fútbol, y le dije a mi papá a esa hora que quería ir, pues su respuesta fue ‘arregla las maletas que nos vamos ya’ y a las diez salimos para Puerto Cabello, en donde llegamos a las seis de la mañana y a las ocho me estaban esperando”, relató minuciosamente Jiménez.
Desde los 10 años vive solo. No niega que extraña muchísimo el cariño de sus padres, en especial su mamá, Emperatriz Ramírez, con la que tiene contacto telefónico a diario. “Tengo ocho años de mi vida viviendo solo, pero mi sacrificio se debe a ellos, quienes siempre estuvieron a mi lado; incluso hoy siguen pendientes de mí y a donde he llegado es gracias a ellos”, resaltó.
A los 12 años pasó a la Academia Dynamo Fútbol Club en Margarita, en la que la constante fueron los partidos bajo un intenso sol en horas del mediodía. “En los últimos dos años allá jugué en la tercera división y pude quedar goleador del torneo con 16 años de edad; alguna vez me tocó ser capitán y siempre fui titular”, subrayó.
¿Cómo llegó al Caracas FC?
“Llegué al club en febrero del año 2020. Jugué cuatro partidos amistosos con la sub-17 que dirigía José Bello, pero siempre me tocó entrenar con el grupo que dirigía Daniel Izzo en la sub-19”, respondió.
“El que me abre las puertas del Caracas es guajiro, José Agüero (hoy portero convocado en el módulo Vinotinto de la selección sub-20), puesto que desde que llegó al club ha hecho las cosas bien. Ambos tenemos al mismo representante y él se contacta con Miky (Miguel Mea Vitali, gerente deportivo del club) quien le dice que hay un espacio para mí”, relató.
“Él nos reúne a los nueve chamos que en ese entonces estábamos en el Dynamo y nos dice a todos ‘a Néstor le salió una oportunidad en el Caracas FC y quedará de su parte si la quiere aprovechar o no’. Obviamente al recibir esa noticia, ni siquiera lo consulté con mis padres. Él me preguntaba si estaba contento con eso y yo no lo podía creer, el mejor club de Venezuela me estaba dando la oportunidad para formarme y luego surgir, así que no lo pensé dos veces”, agregó.
El 2021 lo considera como su mejor año. Desde que comenzó ha entrenado con el equipo de primera, firmó su primer contrato como profesional y ya recibió su primera oportunidad con el primer equipo ante Atlético Venezuela.
EL DEBUT
“Me sentí súper bien y agradecido porque me estaban dando la oportunidad de debutar. Sé que este es el comienzo de grandes cosas y traté de aportarle al equipo en lo que se pudiese”, relató Jiménez, cuya comida favorita es el pabellón criollo y en gustos musicales prefiere el reguetón y la salsa.
Mientras estuvo en la Academia Dynamo FC de Margarita fue delantero, pero hoy en el Caracas se desempeña como un extremo, o como también lo dice en sus palabras un volante por afuera. “Siento que poco a poco el profe Noel Sanvicente me va a ir dando la confianza. En cualquier momento me voy a ir soltando más y las cosas van a salir mejor”, comentó.
LA VOZ DEL TÉCNICO.
“Néstor es un futbolista que puede jugar tanto con el perfil izquierdo como con el derecho. Le pega muy bien a la pelota, por lo que pienso que será un jugador que poco a poco va ir agarrando terreno y está llamado a hacer grandes cosas. Como puede jugar por ambas bandas y con su buena formación física espero mucho de él”, explicó Noel Sanvicente al describir al jugador.
¿Qué buscó con su ingreso?
“Con el partido tres a cero buscaba jugar un poco más por las bandas. Espero que pueda seguir rindiendo para tener una variante más, puesto que la mayoría de nuestros juveniles son defensivos y quería saber si el jugador me puede dar una mano a futuro; yo creo que sí, pero igual uno quiere observar la tranquilidad que pueda tener a la hora de jugar los partidos como visitante y así poder colocarlo”, respondió.
Por último Sanvicente reiteró: “Juega muy sencillo, muy práctico y nos puede resultar al momento de tener una variante en el juego ofensivo. Tiene mucho que aprender más allá de que a veces la ansiedad le puede jugar en contra por querer hacer las cosas bien. Lo más importante es que el equipo vaya ganando, para que así los muchachos puedan tomar minutos y experiencia para lo que viene”, concluyó el director técnico.