Por Félix Bizot: [email protected]»>[email protected]
Prensa/Jabeando/26-07-2021.-La actuación de Yoel Finol, el último de los gladiadores venezolanos en disputa en el torneo de box de estos JJOO de Tokio 2020, terminó con una decepcionante derrota en la Arena Kokugikan de Tokio, la casa espiritual del deporte nacional de Japón, el sumo. La verdad es que pocas veces veremos a un peleador haciendo una presentación más esperada, luego de las derrotas de la “avispa” Cardozo, superada claramente por su rival italiana, y de Nalej Korbaj, quien perdió una decisión dividida y apretada de 3-2. El otro boxeador en quien habíamos cifrado nuestras esperanzas, era el welter Gabriel Maestre, quien se retiró a última hora al tener que decidir entre el compromiso pactado en su carrera profesional y la lucha olímpica.
Propio de estos días donde tanta tristeza ha agobiado a los venezolanos fue este poco predecido desenlace. Finol venía de colgarse la medalla de bronce en Río 2016, que luego se tornó en plata al comprobarse el dopaje positivo de su rival. El prestigio de obtener una medalla olímpica, para un peleador ya firmado en las filas profesionales, dotaba a este compromiso de un plus adicional. No es lo mismo presentar a un campeón olímpico para un evento en una plaza boxística de renombre, que hacerlo con un peleador que no tiene ese pedigree. Finol, merideño de pura cepa, subió al ensogado asiático con mucho que ganar y en condición de ser “el último de los mohicanos” Muchos venezolanos esperamos pacientemente hasta avanzadas horas de media noche para presenciar el combate de nuestra última esperanza.
¿QUÉ FUE LO QUE VIMOS?
Vimos a un peleador local en su patio japonés gritando entusiasmado cada vez que pegaba un golpe. Vimos también que al final de cada round presentaban en cámara lenta un pasaje del round terminado donde el que aparecía pegando era el japonés. Pero bueno, el camarógrafo era también japonés. Y vimos también como al final del match, cuando, en el centro del ring y con los dos peleadores a cada lado del árbitro éste último señaló al asiático para dictaminar su victoria. También vimos que la reacción del japonés fue como de asombro en ese momento. Como preguntando ¿Quién, yo?
En mi condición de antiguo amante del boxeo y de irredento aficionado a ese deporte, habiendo llegado a actuar hasta de árbitro en competencias internacionales, si me apuran a describir qué más vi, les diré que pocas veces vi a un boxeador más desanimado y haciendo un combate más desmotivado. Finol recibió muchos golpes, y eso no es lo que se espera de un peleador que tiene tantas expectativas sobre su presentación. Las tarjetas de los jueces, además reflejan una inobjetable derrota del paisano, pues fue de 5-0. Todos los cinco jueces lo dieron perdedor.
Agregar ya para terminar, que si bien no vamos a hablar de un parto de los montes, al menos hay que concluir que no era lo que habíamos esperado. La reacción de nuestro paisano al final de la pelea, fue además de resignación y se limitó a saludar cortésmente a su vencedor, ni siquiera algún asomo de molestia por todo lo que se perdió. (Que no fue poco). Apenas un abrazo protocolar y se bajó del ring intrascendentemente. Y eso fue todo. Ahí quedaron nuestras esperanzas hasta dentro de cuatro años en París 2024.