Por Félix Bizot/[email protected] / @felinomayor
Prensa/Jabeando/24-08-2021.- Comentando esta interesante pelea, diremos que el cubano de Santiago, lució un estilo ortodoxo, con sus manos arriba todo el tiempo. Ambos peleadores con una guardia asentada, que es la característica propia de los boxeadores que pegan duro. El cubano, que declaró que había sido avisado doce días antes de la pelea, ¿? Trabajó en base de su izquierda adelante con multiplicidad de jabs y fuerte derecha ocasional. También le tiraba un ocasional swing de derecha con el que llegó a conectarlo varias veces.
Pacquiao, luego de dos décadas luciendo su estilo centelleante de Ahora me ves, ahora no me ves… A sus 42 años de edad, y siendo senador de su país y con claras aspiraciones de ser presidente, ya no puede sentir el boxeo con la misma intensidad de cuando estaba joven. El Pacqman lució bastante maltratado al terminar el combate con magulladuras generalizadas que mostraron lo duro que le resultó el match. El joven santiaguero lució una defensa sólida que impedía las malas ideas del filipino. Y cada vez que este ensayaba un rush, él simplemente se agazapaba hacia adelante y contraatacaba con reciedumbre.
DEFENSA ORTODOXA, MANOS ARRIBA SIEMPRE CON EL CRUNCH
El Crunch es una maniobra que oculta la barbilla al rival. Estos son unos peleadores ortodoxos. Uno zurdo: Pacquiao, y el otro derecho: Ugas. Por supuesto, estos tipos no son unos “brincones”. Y por estar bien asentados sobre sus pies planos, los puños son mucho más consistentes.
Observamos a Pacquiao abriendo la boca en el minuto de descanso, sobre todo en los últimos rounds. Señal inequívoca de que no se sentía muy cómodo que digamos.
El cubano lució el número 54 en el cinto de su trusa. Tal vez como amuleto. Pero, al finalizar la pelea se colocó una especie de escandaloso escapulario alrededor del cuello. Como diciendo: “Yo no creo en brujas, pero de que vuelan vuelan”. Otra cosa que queremos mencionar es que si bien al ser consultado por la prensa, el cubano comenzó por ser muy respetuoso de su rival, pero al final se soltó el moño y terminó con el mismo discurso de casi todos los boxeadores: “Yo soy el mejor”, “conmigo no hay quien pueda”… Un detalle. Al momento de finalizar esta crónica no habíamos podido establecer con claridad inequívoca si el apellido del peleador cubano es Ugas, o Ugás (Con acento en la a), ya que todos lo nombran de manera diferente a gusto del consumidor.
La cartelera en la T-Mobile Arena de Las Vegas, fue un éxito en lo económico. Pese a la presencia omnímoda del tapabocas dominando la escena. Es una interesante muestra de recuperación de la AMB, después del affaire Maestre-Fox, que tantas críticas ha recibido.