Por don Simón Piña
Prensa/CIB/Jabeando/09–01-2022.- En los años 70 hubo proliferación de grandes Pesos Moscas. Entre asiáticos y latinos se combinaron para llenar una época de gran rivalidad y calidad boxística. Entre los asiáticos estuvieron el tailandés Charchai Chionoi y Venice Vorkorsor, el filipino Erbito Salavarría y, los japoneses Masao Ohba y Shoji Oguma; por los latinos sobresalieron los mexicanos Miguel Canto, Efrén “Alacrán” Torres y el venezolano Betulio González. La muerte del japonés Masao Ohba provocó que sus rivales se enfrentaran entre sí para sustituirlo como Campeón Mundial, por ejemplo el venezolano Betulio González se midió a Oguma 4 veces y a Miguel Canto en 3 ocasiones; Canto y Oguma pelearon 3 oportunidades. Fue así como estos campeones dieron combates memorables enfrentándose varias veces. Hoy vamos a recordar el triunfo del mexicano Miguel Canto sobre el japonés Shoji Oguma para arrebatarle la corona de los Pesos Moscas.
Era el segundo intento del yucateco Miguel Canto por conquistar la cima de las 112 lbs., pues había fallado ante el venezolano Betulio González en Maracaibo, cuando disputaron la vacante que dejó el tailandés Venice Vorkorsor, quien subió a la división de los Gallos. El año anterior Oguma había destronado al venezolano por decisión en Japón y ahora Canto esperaba su turno para un segundo intento. Oguma era más alto –rondaba el metro 61 cm- ante un Miguel Canto que apenas alcanzaba el metro y medio de estatura. Las diferencias en alcance y tamaño las compensaba el pequeño mexicano con una técnica depurada, precisos desplazamientos de piernas y un prodigioso gancho de izquierda.
Oguma era un zurdo de buena velocidad de mano y un boxeo aceptable, además que subía al ring con una gran preparación física, estuvo muy activo tratando de conectar al yucateco cuyo accionar no era muy intenso, pero trabajaba en el ring afincado en una clara estrategia que ejecutaba basado en sus grandes recursos técnicos. Con el correr de los asaltos Oguma se cansaba de fallar golpes a la vez que se desesperaba y perdía la concentración. Canto por su parte trabajaba la línea media y a la cara, con su magistral gancho de izquierda a la vez que evitaba los contragolpes del nipón con movimientos de cintura impecables y unos reflejos asombrosos.
De esta forma Canto fue acentuando su ventaja y para el campanazo final todos sabían que había un solo ganador. Los jueces votaron así: el referee norteamericano Jay Edson la vio 147-145 a favor de Canto, el juez japonés Hiroyukiu Tezaki la vio empate 147- 147 y el juez mexicano José M. Escalante la anotó 149-145 también a favor de Miguel Canto. De allí en adelante el pequeño yucateco depuró su estilo y afirmó su talante de campeón para reinar mucho tiempo y llevar a cabo 14 defensas de su Título Mundial, el cual expuso ante hombres como el venezolano Betulio González (2 veces), el propio Shoji Oguma (2 veces), el chileno Martin Vargas (2 veces), el mexicano Antonio Avelar, el también venezolano Reyes Arnal, el filipino Orlando Javierto y varios calificados retadores más.
Perdió la corona el 18 de marzo de 1979, con el coreano Chan Hee Park en una discutida decisión que provocó un combate de revancha unos meses después. En esa nueva pelea el mexicano tuvo de nuevo el santo de espalda, en vista que los jueces decretaron un empate que pareció injusto, ya que Canto fue el dominador de la pelea. Por toda esta ejecutoria el pequeño yucateco está considerado uno de los mejores Pesos Mosca de la historia del boxeo. De aquella gran pelea entre Canto y Oguma se están cumpliendo 47 años.