Prensa/Jabeando/27–01-2022.- Después de ofrecer una gran demostración ante el campeón mundial Superpluma del CMB Oscar Valdez, el brasileño Robson Conceicao vuelve al ring contra el invicto californiano Xavier Martínez, en busca de ascender un escalón más y así acercarse a una revancha con el mexicano de Nogales, a quien pareció vencer cuando se enfrentaron el 10 de septiembre de 2021 en disputa del título, pero los jueces votaron por el azteca. El récord de Conceicao es de 16 victorias de las cuales 8 por nocaut, y 1 perdida, en tanto que Xavier Martínez presenta un registro de 17 triunfos y 11 por la vía rápida. La pelea será este sábado 29 en el “Hard Rock hotel & Casino” de Tulsa Oklahoma.
Conceicao es un Medallista de Oro del Peso Pluma de los Juegos Olímpicos Brasil 2016 y Medallista de Plata en Peso Gallo en Londres 2012; esta trayectoria amateur es suficiente para saber que Conceicao es un peleador de gran calidad en el ring. A su técnica y trayectoria podemos agregar que es un hombre bastante alto para la división, que mide 1 metro 79 cm de estatura y posee 1 metro78 cm de alcance, ventaja que compensa su limitado poder en los puños. Pensamos que su talante de Campeón Olímpico, prevalece en los momentos importantes como sucedió en su pelea de Título Mundial con el Monarca Oscar Valdez al que dominó con su buen boxeo pese a que el jurado vio otra cosa.
Su rival Xavier Martínez, permanece invicto, aunque en su récord no muestra una pegada de temer; sus últimos rivales; Juan Carlos Burgos, Claudio Marrero, Jessie Cris Rosales, John Vincent Moralde y Deivi Julio a todos los venció, esto nos muestra que Martínez es un ganador pese a que no ha enfrentado aun a la flor y nata de su división, mide 1 metro 75 cm de estatura y posee un alcance de 1 metro 78 cm. Es una pelea entonces entre dos hombres de buen tamaño, depurada técnica y aceptable pegada; se nos antoja que el mejor curriculum del brasileño, y sobre todo su última presentación ante el Campeón Valdez, nos indica que debe subir como favorito y terminar con la mano en alto, seguramente por decisión.