Por Mauricio Sulaimán – Hijo de José Sulaimán & presidente del CMB
Prensa/CMB/Jabeando/01–11-2022.- Este domingo el mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez sumó un logro más en su trayectoria dentro de la Fórmula 1 y con el tercer lugar en en el Gran Premio de México. Checo ya suma 25 podios dentro de su trayectoria en la máxima categoría del automovilismo.
Es maravilloso el fenómeno Checo. México siempre ha encontrado en el deporte un escape para sentir orgullo; Hugo Sánchez y sus glorias en el Real Madrid; Fernando Valenzuela y sus hazañas en los Dodgers, y Julio Cesar Chávez, quien llenaba el Ángel de la Independencia cuando peleaba.
Recientemente, Saúl Álvarez, Julio Urías y Checo son quienes mueven, entre otros grandes atletas más, la pasión del mexicano.
El Gran Premio de la Ciudad de México es grandioso para nuestro país y la Ciudad de México. Hoteles llenos, restaurantes con máxima ocupación y una derrama económica difícil de calcular. Pero no nada más es lo económico, es llegar a todos los rincones del mundo enseñando nuestra nación.
Así nos tocará la próxima semana, a un nivel menor, pero con gran orgullo. El mundo del boxeo se dará cita en Acapulco para celebrar la Convención Anual 60 del CMB. Una gran cantidad de campeones, promotores, comisionados y oficiales representando los 170 países afiliados, estarán llegando al puerto para una semana intensa.
Este pasado sábado se volvió a tener gran actividad boxística en diversos rings. Otra vez pudimos presenciar el poder de la mujer con dos carteleras en las que ellas fueron la pelea estelar. En Inglaterra, Katie Taylor retuvo sus campeonatos mundiales de peso ligero, al derrotar por decisión unánime a la argentina Karen Carbajal.
En la Ciudad de México, Yamileth Mercado retuvo su título supergallo WBC, al vencer a Mariana Juárez.
En Nueva York, se dio el regreso de Vasily Lomachenko; logró un triunfo unánime ante Jamaine Ortiz, al conquistar el campeonato ligero de la Federación Norteamericana de Boxeo, afiliada al CMB.
Por último, en Phoenix, se dio una pelea que logró llamar la atención de millones de personas aficionadas al boxeo, pero más que eso, individuos comunes que siguen los pasos del influencer Jake Paul.
Este controversial youtuber, que encontró en el boxeo una pasión y se ha dedicado en cuerpo y alma a practicar este difícil deporte, logró su sexto triunfo en el terreno profesional ante el legendario excampeón de la UFC, Anderson Silva.
Paul es polémico, muchos lo ven esperando que pierda y sea ridiculizado, pero, para su sorpresa, gana. El sábado demostró que es un púgil de verdad. Lo que él haga fuera del ring es su problema, pero dentro del encordado se ha ganado el respeto de la comunidad del boxeo.
¿SABÍAS QUE…?
Siempre han existido peleas de boxeo en las que participan celebridades de otros deportes o del espectáculo. La primera de este género se dio en Tokio, cuando Muhammad Ali combatió en 15 rounds contra el recién fallecido Antonio Inoki, quien se pasó toda la pelea tirado en la lona, lanzando patadas, para ¡terminar en empate!
La estrella de los Cowboys, Ed Jones, logró seis triunfos en peleas profesionales y se retiró; José Canseco, el jonronero de beisbol, se subió al ring y recibió una paliza quedando sin ganas de volver; el actor de Hollywood, Mickey Rourke, realizó varios combates en Japón llenando las arenas de sus fans y así la historia cuenta que siempre habrá interés de subir al ring por personalidades de otros ámbitos.
ANÉCDOTA DE HOY
Pues sigamos con anécdotas de convenciones. En 1988, en la Ciudad de México, se celebró un gran evento. Don King trajo a Muhammad Ali y a Mike Tyson, quien era en ese momento el campeón mundial de peso completo. Tenerlos en México era como un sueño. Después de la ceremonia de inauguración en el desaparecido Hotel Aristos, salieron los camiones hacia el tradicional Restaurante Arroyo.
En un camión venían King, Tyson, Ali, Ratón Macías, Julio Cesar Chávez, Mantequilla Nápoles y más campeones y miembros de la junta de gobierno, junto a mi papá. Resulta que al chofer del camión le gustaba el bofe; era gran aficionado y no podía creer lo que estaba viviendo. De repente se le cierra un taxi y se hacen de palabras, pues que se bajan a darse, y con la porra de los monarcas, ¡el gallo del camión le puso el ojo morado al taxista!
Ese mismo día al llegar a Arroyo, mi papá me dice: “Mijito, te encargo a Ali. Espérenme aquí, voy a colocar a Tyson en su mesa y regreso, pues la multitud los está presionando”. Obediente, me quedé parado junto al más grande de la historia, quien me dice que tiene mucha hambre; inocentemente, veo un gran chicharrón de cerdo típico de Arroyo, corto un gran trozo y se lo doy. Después de tres mordidas, mientras masticaba y disfrutaba de ese manjar mexicano, me pregunta “¿Qué es esto?”, “Cerdo”, le respondo, y se pone a escupir y tallarse la boca con la mano. Yo no sabía que los musulmanes no comían puerco… Ali, al ver mi gran preocupación, me abrazó y me dijo que no había problema…. Para cerrar con ese histórico día, todos los asistentes pasamos a la plaza de toros del restaurante, y algunos de los campeones bajaron al ruedo.
Ahí, don Chucho Arroyo le enseñó a Tyson como son las peleas de gallos, y éste se convirtió en gallero contra El Ratón Macías. Todo era alegría hasta que se abrió una puerta y de ahí salió una vaquilla, empezó a trotar, en realidad estaba chiquita y se veía débil, pero Tyson al verla se echó a correr y pegó un brinco espectacular llegando a la tribuna y poniéndose a salvo.
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