Prensa/CMB/Jabeando/14-03-2023.- Nunca es demasiado tarde para corregir un error y rectificar una injusticia de larga data, por lo que el Consejo Mundial de Boxeo y la Asociación Japonesa de Boxeo se unen hombro con hombro para apoyar al exboxeador de peso pluma Iwao Hakamada, quien injustamente fue condenado por asesinato, tras una confesión bajo coacción, de la que luego se retractó.
Hakamada fue arrestado en 1966, condenado dos años después y pasó cuarenta y seis años programado para el corredor de la muerte. Insiste en que durante doscientas sesenta y cuatro horas de interrogatorio, fue agredido y amenazado reiteradamente hasta que lo golpearon físicamente y lo obligaron a firmar una confesión forzada bajo extrema coacción, de la que se retractó. El Guinness World Records confirma los años que soportó tras las rejas con la siempre presente amenaza de ejecución, lamentablemente es un récord mundial. Finalmente, y con retraso, se le concedió un nuevo juicio en 2014, cuando un tribunal de distrito dictaminó que había motivos para creer que las pruebas en su contra habían sido falsificadas y que su confesión había sido forzada. La sombra de la soga se eliminó.
Esto seguramente debería haber sido el final. Pero desde entonces, el caso ha rebotado entre los Tribunales Supremo, Superior y de Distrito con pedidos de un nuevo juicio, a pesar de que el caso se había resuelto. La última decisión apunta a un nuevo juicio.
El Sr. Hakamada, que ha tenido que soportar décadas de tormento preguntándose día a día cuándo subiría los escalones hacia la horca, ahora tiene ochenta y siete años y su salud es frágil. ¡En nombre de la justicia, la decencia y la humanidad, se le debe permitir vivir los años que le quedan en paz! El Consejo Mundial de Boxeo le otorgó un Cinturón Verde y Oro como campeón que combate por la justicia. Algo a lo que aferrarse como un faro de esperanza durante las décadas de oscuridad.
El CMB y la AJPB nunca dejaremos de apoyar a Iwao Hakamada en su búsqueda de justicia. ¡Ha sido la pelea de su vida, por su propia vida! ¡Estamos siempre en su Rincón!