Por Orlando Bohórquez Parra
Prensa/Jabeando/09-12-2023.- Podemos elaborar una lista interminable de figuras que destacaron en el mundo de los espectáculos, artísticos y deportivos que, estando vivos luego de su retiro, aquellos que los ovacionaron, no los mencionan, pero luego que mueren, es peor, porque prácticamente nadie se acuerda de ellos.
EL reciente caso del adiós físico del glorioso beisbolista Vitico Davalillo, es una triste referencia, ya que, en plena temporada de la pelota venezolana, ni siquiera los peloteros de los Leones del Caracas y Tigres de Aragua, divisas para las que jugó, se apersonaron a despedirlo de este mundo. Otros casos deportivos, por solo mencionar algunos, son los de Alfonso “Chico” Carrasquel, Delio Amado León… y paremos de contar.
Si nos vamos a lo artístico, desde cuando no se habla de gloriosos cantantes como Mario Suárez, Alfredo Sadel, Héctor Cabrera y Edgar Alexander. Actores de la talla de Tomás Henríquez Amalia en Pérez Diaz, etc… Así podemos seguir hablando y escribiendo.
Es por ello que ahora, cuando escribo esto, recuerdo expresiones de una cantante peruana, que enfáticamente decía: no me interesan los aplausos y sonrisas del público, porque eso lo hacen ahora que estoy de moda, cuando pase mi tiempo de éxitos, ni me mencionarán, por tanto, lo mío es cantarles y que ellos paguen por ver mi show, así es suficiente.
¿Tendrá razón esa artista peruana?