Por Orlando Bohórquez Parra
Prensa/Jabeando/22-12-2023.- Está un poco traqueado aquello de «tengan ustedes felices pascuas y un próspero año nuevo». Pienso que el meollo del asunto es tomar conciencia, de que nacemos para desarrollarnos como una especie de telenovela, donde cada día que pasa grabamos un capítulo, hasta completar la obra, que mostramos al público que nos rodea, léase familiares, amigos, o simples conocidos o fans de lo que hemos hecho. Allí está el legado que dejamos.
De nada sirve realizar actos en el día a día, con egoísmo, ínfulas de grandeza, por aparentar, y que nos consideren héroes o «personas importantes», total, vas a parar al mismo sitio de quienes por una u otra razón no se hicieron populares o reconocidos ante lo que llamamos sociedad.
La muerte física está ahí latente, buscándonos en cada esquina o rincón donde nos encontremos. En fin, no me sigo extendiendo, para no «fastidiarlos» amigos lectores invisibles, y otros amigos presenciales de muchos años.
Lo que sí quiero señalar en esta, una de mis crónicas finales, es que de una vez por todas entiendas o entendamos, que el mal carácter, la soberbia, los aires de superioridad, a nada bueno conducen. La magia de esta corta vida consiste en sonreír, en ser positivo, aun en los momentos que parecen difíciles. Ser real amigo, buen hijo (a), familiar, excelente padre e hijo (a), es la clave de una buena existencia terrenal.
Aun cuando para muchos el tema es tétrico, simplemente es auténtico, verdadero y no hay forma de cambiar esa definición. Les deseo lo mejor y a seguir las reglas de un buen vivir. Lamento, si algunos de ustedes no comparten estas expresiones que mi larga vida me ha enseñado. Dios me los bendiga