Por José Camejo Suárez
Prensa/Jabeando/25-05-2024.- El boxeo venezolano está de luto tras la lamentable pérdida de Manolo Fernández, una figura icónica que dedicó su vida a impulsar este deporte en el país. Su legado trasciende las fronteras del ring, dejando una huella imborrable en la historia del boxeo nacional.
Fernández, un apasionado del boxeo desde temprana edad, se convirtió en un referente indiscutible en la Federación Venezolana de Boxeo, donde ocupó altos cargos directivos y contribuyó significativamente al desarrollo de jóvenes talentos. Su experiencia y conocimientos lo llevaron a destacarse también en el ámbito internacional, como juez árbitro en la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (AIBA)
Pero su legado no se limita a su labor dirigencial. Fernández fue un visionario emprendedor que, inspirado por su amor al boxeo, fundó Julmo Sport, C.A., una fábrica de artículos deportivos especializada en equipamiento para este deporte. El nombre de la empresa es un homenaje a figuras emblemáticas del boxeo venezolano, cuyas iniciales conforman el acrónimo JULMO: Juan Rivas, Ulises Rodríguez, León Hidalgo, Manuel Fernández (Él mismo) y Oswaldo «Papelón» Borges.
Julmo Sport, C.A. se ha consolidado como una marca de referencia en el mercado nacional, ofreciendo productos de alta calidad y contribuyendo al desarrollo del boxeo en Venezuela. La empresa es un testimonio del compromiso de Fernández con el deporte y su deseo de dejar un legado duradero. Alta responsabilidad que compromete a su hijo Daniel, quien desde hace varios años ha venido asumiendo la gerencia de la empresa como un gran reto profesional.
La partida de Manolo Fernández deja un vacío irreparable en el boxeo venezolano. Su pasión, dedicación y visión emprendedora lo convierten en un ejemplo a seguir para las futuras generaciones de deportistas y dirigentes. Su legado perdurará en el tiempo, recordándonos la importancia de trabajar incansablemente por nuestros sueños y dejar una huella positiva en el mundo.
El boxeo venezolano despide a un grande, un hombre que dedicó su vida a engrandecer este deporte. Su memoria vivirá en cada golpe, en cada victoria y en cada joven talento que siga sus pasos.
¡Descansa en paz, Manolo Fernández!
Un poco para recordar a Manolo, a continuación, vamos a reproducir el resultado de una entrevista que publicamos en la revista Hot Boxing Nº 7, diciembre 2014, página 25.
**********************
Manuel Fernández: Diferencia de criterios provocaron su renuncia a FEVEBOX
Caracas, 28-10-2014.- Todavía dedicado a su actividad de trabajo en la empresa Julmo Sport, ubicada en el Cementerio Caracas, se encuentra Manuel Julio Fernández Suárez, mejor conocido como, ”Manolo”, fundador de esta empresa especializada en la elaboración de implementos para la práctica del boxeo y otros deportes de artes marciales o defensa personal. Con 80 años de edad, pues nació en Santiago de Compostela España, el 7 de octubre de 1934. Aunque no practicó el boxeo organizado, siempre ha estado muy identificado con esta actividad.
¿Siendo español de nacimiento, cuándo se vino para Venezuela?
-Me vine para Venezuela, el 4 de febrero de 1958, después que a mi padre lo fusilaron por ser opositor al régimen. Aunque nací en España, me siento como si hubiese nacido aquí, este es un país que realmente adoro.
¿Cómo está integrado su grupo familiar?
-Bueno muy orgulloso me siento, hace 51 años me casé con Elvia Díaz. Ella es de Puerto Cabello estado Carabobo, a Dios gracias, siempre hemos trabajado hombro a hombro, con 4 hijos varones: Ramón ya fallecido, Manuel, Daniel y Juan Fernández. Mi casa se llama RAMADAJU, aunque suena como árabe, pero no lo es, simplemente son las iniciales de los nombres de mis hijos.
¿Qué nos puede decir de su relación con el boxeo venezolano?
-En realidad yo le entregué al boxeo 34 años de mi vida. Desde que el coronel Jorge Romero Celis era presidente de la Federación Venezolana de Boxeo, en 1977 hizo una convocatoria abierta para un curso de juez y árbitros locales. Y como yo siempre fui muy rebelde, entendiéndose que esta rebeldía se apoyaba en la justicia, me esmeré en seguir estudiando y trabajando en esta especialidad deportiva.
¿Qué tipo de estudios realizó?
-Entre tantos cursos, te mencionaré que en 1977 obtuve el título de juez-árbitro nacional, en 1979 juez-árbitro continental para los Juegos Panamericanos de Puerto Rico y en 1983 juez árbitro para los Juegos Panamericanos de Caracas. Con estos cursos me preparé para trabajar en el ámbito local e internacional.
¿Otras actividades?
-Son muy diversas juez-árbitro en la copa del mundo en Roma, director de la Comisión Nacional de Jueces y Árbitros en dos períodos, miembro de la Comisión de jueces-árbitros del Mundo de la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (AIBA)Miembro del Comité Ejecutivo de la AIBA, juez y árbitro de los Primeros Juegos de la Amistad en Moscú, coordinador de jueces-árbitros en los Juegos Panamericanos de la Habana y pre Olímpicos de Barcelona, director de los jueces árbitros en los Juegos Olímpicos de Barcelona España…
¿Pero tenemos entendido que usted ha dictado cursos de jueces árbitros de boxeo?
-Sí, en 1999 dicté y evalué el curso para jueces y árbitros de boxeo olímpico para trabajar en Sidney2000, en KAZAKSTAN. Además de impartir los cursos de juez árbitro en República Dominicana, Ecuador, Chile, Buenos Aires, Mendoza y Rosario.
¿Cuáles han sido los cargos que ha desempeñado?
-En 2001, 2002 y 2003 fui director general del boxeo aficionado delos juegos nacionales de Aragua, Lara y Cojedes respectivamente, de 2001 a 2004 vocal en la Federación de boxeo, de 1998 a 2002 desempeñé el último cargo en la AIBA, no obstante siempre seguí ligado al boxeo, hasta hace tres años que renuncié como miembro del Tribunal de Honor de la Federación, renuncié por causas ajenas a mi voluntad, sumado a algunas diferencia de criterio en cuanto a cómo se debe llevar una Federación, a la cual yo pertenecí durante varios años.
¿Nos puede decir cuál fue esa diferencia de criterios?
-Tomando en cuenta que la mayoría de los boxeadores vienen de los estratos sociales más bajos, mi intención era que estos, al mismo tiempo, estudiaran, porque la carrera de boxeo es muy corta, por tanto, debemos orientarlos para que se preparen para la vida, este es uno de los criterios que no pudimos conciliar en la Federación. En esto me acompañaban Adán Quintero de Portuguesa y Ulises Rodríguez.
¿Su relación con el boxeo lo llevó a la creación de Julmo Sport?
-En parte sí, dado mi carácter rebelde, siempre me preguntaba ¿Si lo hacen los mexicanos por qué nosotros no? Cuando monté esta fábrica todos creían que no era posible fabricar artículos deportivos de la calidad que lo hemos venido haciendo. Entonces me traje un técnico de México y le puse dos hombres al lado para que aprendieran la tecnología de los mexicanos, incluso yo también aprendí a hacerlos. Para los Juegos Panamericanos de 1983 en Venezuela, el mejor material que se conocía era el mexicano identificado con las siglas MM, Manuel Moreno. Con la anuencia de las autoridades de la Federación y de los técnicos del IND, trajimos el material deportivo para fabricar los artículos deportivos de estos juegos. Para la época, aquí preferían otras marcas, pero nos empeñamos en demostrar que la marca venezolana era también de muy buena calidad. Aquí formamos un binomio con mi hijo Daniel, donde se conjuga la importancia de la calidad del producto.
¿Según su parecer, cuál ha sido el mejor boxeador amateur que ha tenido Venezuela?
-Aparte de los medallistas olímpicos: “Morochito” Rodríguez, Pedro Gamarro, Bernardo Piñango, Marcelino Bolívar y Omar Catarí, ha habido infinidad de buenos boxeadores, tenemos calidad, pero hay que disciplinarlos y ponerlos a estudiar para prepararlos para el post boxeo. Manuel Fernández le recomienda a la juventud venezolana que practique algún deporte, no fumar, no consumir drogas ni bebidas alcohólicas, disciplinarse, vamos a mejorar, siempre y cuando, con rigurosidad lo intentemos”. A la vez considera que “es importante tomar en cuenta que el 98 por ciento de los que practican boxeo proviene de los estratos sociales más bajos, porque en los barrios donde nacieron se desenvolvieron a punta de puños. Tenemos que, La Federación y las asociaciones, cuantificar la cantidad de clubes de boxeo, atletas por edad y peso, porque esto no lo sabemos, por tanto, es preciso hacer un estudio que responda a la magnitud de este problema.