Por Félix Bizot
Email: [email protected] / @felinomayor
Prensa/Jabeando/11-06-2024.- El más reciente ícono del boxeo mundial parece tener nombre y apellido. Se trata del púgil Benjamín Whittaker, quien se hace llamar “el cirujano”. Este es un hombre de 27 años. Edad justa para un top atleta de élite. Y en sus presentaciones hace gala de espectaculares y circenses introducciones que incluyen desde una hermosa chica en un sensual baile hasta el empleo de recursos audiovisuales hollywoodenses. Además hemos visto al peleador británico avanzar por la pasarela que conduce al entarimado escoltado por dos guardaespaldas como si de una personalidad política se tratara y todo esto en medio de un despliegue de luces y sonido musical igual que un show de farándula.
El peleador es de raza afro y luce un ampuloso corte de cabello que pregona orgullosamente su origen. Es uno de los más delgados y muscularmente definidos. Sus abdominales parecen los de un fisicoculturista. Pertenece a la categoría de los semipesados (78 kg) pero sus rítmicos y acompasados movimientos lo muestran como si fuera un peso ligero. Sus reacciones sobre el ring no parecen estudiadas, da la impresión de que fueran naturales. En cualquier momento suelta una andanada de potentes disparos y enseguida se adorna con poses absolutamente inesperadas que incluyen vaivenes de caderas como en bailes sensuales y cuando es objeto de respuestas por parte de su rival, entonces exhibe centelleantes esquives que suelen terminar a menudo con farolas como de torero.
Toda esta parafernalia, en un espectáculo donde la gente paga para presenciar esto, y además son bastante conocedores (Tanto que se dice que ellos inventaron el boxeo moderno) es sencillamente un show casi maquiavélico, donde muchos espectadores animan a sus rivales mostrando esa relación dicotómica de amor y odio en la que algunos corean sus golpes, pero también muchos gritan con los de sus adversarios.
BEN Whittaker ganó medalla de plata en los JJJOO Tokio 2020, y se negó a retratarse con su medalla de plata, tal vez como una manera de opinar. El cubano Arlén López, quien ya era campeón olímpico desde Río 2016, ganó El Oro. “Yo no gané Plata” -twiteó el británico recientemente en filosófica introspección- “Perdí el Oro”
Este hombre se mueve por el ring como pez en el agua, y sus desplazamientos parecieran tener una medida exacta de la colocación y un dominio preciso de la distancia. Lo cual le hace aparecer siempre elegante y como si estuviera dando una charla en Harvard. Nunca queda mal parado y constantemente se adorna con carantoñas y ademanes como si estuviera en un jueguito de muchachos. Otro de sus extraños desplantes es que se pone de repente a hablar en medio del fragor de la batalla con un personaje imaginario como si estuviera en una amena charla donde hasta desvía la vista por breves instantes volteando la cara hacia el lugar de su imaginario interlocutor. Como suele ser más alto que sus adversarios pareciera bastarle una simple elongación de su brazo izquierdo para hacer quedar corta e inofensiva la derecha de su rival.
Está anunciado para el próximo 15 de junio ante Ezra Arenyeka, un nigeriano invicto en 12 peleas que hace carrera en Inglaterra y que ha declarado que lo bajará de su pedestal. Si Whittaker derrota a este serio rival se reafirmará en sus aspiraciones de ser pronto aspirante a la corona del ruso Dimitri Bivol, el mismo que derrotó a la súper Estrella “Canelo” Álvarez. Por ahora se especula en el ambiente si su futuro próximo podrá ser llegar a campeón mundial del peso semipesado.
Al ser consultado sobre su percepción acerca del extraordinario éxito al tener tantos seguidores en RRSS, el citadino londinense declaró: “es un honor, pero, no actúo para las vistas en las redes; ni para los ´me gusta´. Simplemente, es mi estilo, mi forma de expresarme sobre el ring. Mi sorpresiva popularidad en las redes es algo que estoy tratando de asimilar. Y yo he hecho lo mismo desde mi debut. Normalmente voy allí, hago mi show, obtengo la victoria, regreso a mi casa, tomo algún aperitivo y despierto al siguiente día como cualquier otro. Sigo siempre la misma rutina, sólo que un día desperté y me aparecieron 3 mil seguidores. No sé qué pasó. Es ridículo, pero bueno… toda publicidad es buena, supongo”.