Andrew Salas y su viaje de descubrimiento en Venezuela

*** El cotizado súper prospecto vive su primera experiencia profesional con Marineros de Carabobo en la LMBP

Por José Ángel Rodríguez
Foto: Elio Miranda | Prensa Marineros

Valencia/La Guaira/Prensa/LMBP/Jabeando/Deportivas/15-06-2024.- El acento de Andrew Salas es el resultado de un cóctel de raíces. Nacido en Estados Unidos, de ascendencia zuliana y con temprana formación como pelotero en República Dominicana. Casi tan exótico como su talento.

A los 16 años de edad, los terrenos de la Liga Mayor de Béisbol Profesional ven exhibirse al segundo mejor prospecto del período de firmas internacionales de 2025 para la Major League Baseball (MLB), de acuerdo con Baseball América.

“Andrew es un campocorto ambidiestro cuya perspicacia para el béisbol es evidente en sus instintos”, se lee en el reporte del scout de la afamada revista norteamericana. Tiene buen ojo para la zona de strike, con un swing un poco más avanzado desde el lado izquierdo con el perfil para ser un bateador de poder.

Son esas condiciones naturales del jugador de Marineros de Carabobo las que, de acuerdo con reportes de prensa, le garantizaron convertirse en millonario.

Unos 4 millones de dólares esperan por él en enero, cuando se oficialice su firma con los Marlins de Miami, según adelantó hace unos meses el periodista Enrique Rojas, de ESPN.

Andrew no es la única promesa opulenta de la familia. Su hermano mayor José comenzó el 2024 entre los 30 mejores prospectos de los Mellizos Minnesota; mientras que Ethan, perteneciente a los Padres de San Diego, es en la actualidad el quinto mejor del ranking global de toda la Gran Carpa, de acuerdo con MLBP.

“Me ha ayudado mucho venir de una familia donde el béisbol es lo único que nosotros sabemos”, admitió Andrew en un tímido español a las cámaras de LMBP TV.

La “sala de los Salas” es amplia.  Su abuelo Yoyo, su padre José y su tío José Gregorio fueron peloteros profesionales, aunque ninguno llegó a tener los focos que alumbran a la tríada de jóvenes hermanos.

El miércoles, contra Delfines de La Guaira, en Macuto, Andrew se embasó cinco veces y se convirtió en el primer juvenil del Acorazado que conectó dos dobles en un juego.

Una noche después, de nuevo con el Mar Caribe de fondo, el novel llevaba de 3-0 con tres ponches y le tocó viajar al plato con corredores en segunda y primera base, un out, y la pizarra en contra 3-1 en la novena entrada. No hubo bateador emergente. Se trataba del tipo de situación por la que se animó a mostrarse en la LMBP, y por la que el alto mando carabobeño le recibió con los brazos abiertos.

Todos los que hemos estado en la liga hemos visto lo que ha hecho Andrew. En ese momento necesitábamos su paciencia en el plato para tener corredores en base y pasó lo que yo quería, explicó el mánager Robinson Chirinos, consultado el viernes por Carlos Díaz para LMBP TV sobre ese turno, en el que Salas sacó un boleto a Claudio Custodio. No dio hit, pero se embasó. Es un muchacho con un talento enorme, y esa noche no fue la excepción”.

Su OBP de .426 luego de 51 veces al bate, hasta antes de la jornada del sábado, es una muestra de sus aptitudes. No parece haber ansiedad ni urgencia a pesar de las miradas que desde ya le acompañan. Acumular la misma cantidad de pasaportes y ponches (15), le ha permitido estar constantemente en circulación para dar rienda suelta a otra de sus habilidades.

“Es un corredor por encima del promedio, con movimientos fluidos y con buenas posibilidades de mantenerse en posición, reza en otro extracto el reporte de Baseball América.  Una teoría perceptible en la práctica, al acumular 13 bases robadas en 14 intentos, a sólo cinco de romper la marca de estafadas de Roberto Caro (18) en la Liga Mayor durante la campaña 2022. Y aún con la mitad de la presente contienda por disputar.

Aunque la mayoría de los veedores le reconocen como un torpedero, y como tal ha sido evaluado en las publicaciones especializadas del Norte, Salas ha aprovechado esta primera vitrina profesional para probarse en otros rincones al campo.

Me siento más cómodo en el jardín central. Estoy más relajado, porque no hay tantas preocupaciones para coger las señas, hacer dobleplays, o ir a hacer los cortes (a los tiros de los patrulleros)”confesó. También debo decir que me gusta más batear a la zurda, porque la mayoría de los lanzadores son derechos. Me estoy acostumbrando a batear sólo a ese lado del plato”.

Salas está en su viaje de descubrimiento. Para el público y para él mismo.