*** Luego de estar tres años lejos del beisbol, el barquisimetano dio un salto de fé en 2019 y desde entonces no ha parado
Por Yelimar Requena
Foto: Prensa Caciques
Prensa/LMBP/Jabeando/Deportivas/24-06-2024.- “You only live once”, solo se vive una vez… Con esa frase tatuada en el cuello, Josmar Cordero recuerda todos los días que jugar béisbol es un regalo de Dios y disfruta al máximo las segundas oportunidades que brinda la vida con circuitos como la Liga Mayor de Beisbol Profesional (LMBP)
Después de estar siete años en Ligas Menores, en 2016 los Dodgers de Los Ángeles dejaron en libertad al barquisimetano, que -en medio de muchas emociones- decidió entonces alejarse del béisbol. Un año después, emigró y tuvo que encarar otra realidad, trabajos informales y la incertidumbre de estar solo en un país desconocido. Pero siempre dirán los creyentes que el destino ya está escrito.
En 2019 la vida le presentó el chance de volver al béisbol, sin ninguna garantía, solo un lienzo en blanco para empezar de nuevo y no lo desaprovechó, aun cuando no todos respaldaron su decisión.
“Cuando MLB limitó la participación de sus peloteros y técnicos en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), Cardenales me contactó. Hablé con mi familia y no estuvieron de acuerdo, no querían que volviera porque yo tenía una vida ya hecha en Chile. Pero un primo me dijo que no me tenía que importar la opinión de los demás, que se trataba de lo que yo quería”, recuerda el ahora jardinero de Caciques de Distrito.
“Yo en ese momento trabajaba como mesonero, ganaba mis horas extras y propinas, estaba relativamente bien. Pero decidí regresar, llegué de sorpresa… Viví el bicampeonato de Cardenales y pude dar batazos importantes en esa final, eso hizo que en Barquisimeto me reconocieran rápido y todo ese cariño me hizo saber que tomé la decisión correcta”, agregó Cordero, que aquel año bateó .333 en ronda regular y .313 en la final, ante los Leones del Caracas.
El resto es historia. Josmar repitió con Lara en 2020 (..314) y jugó los dos años siguientes con Tigres de Aragua, ligando para .314 en 2021 y .310 en 2022. Justo cuando comenzaba a sentir la necesidad de jugar en invierno nació la Liga Mayor, otra hermosa oportunidad de quedarse en casa, haciendo lo que ama, para lo que nació.
“La Liga Mayor nos dio un segundo aire y una nueva oportunidad de seguir haciendo los números… De febrero a octubre era demasiada la espera y un retroceso para los que no podían asegurar un contrato afuera. Aquí vimos una oportunidad valiosa de mantenernos en forma y quedarnos en el país”, consideró.
“Recuerdo que se hizo a través de un draft, tú te inscribías en una página y los equipos te tomaban. Guerreros me agarró y con ellos estuvo los tres primeros años”, comentó el larense que, en efecto, ha estado en cada una de las cuatro ediciones de la liga, bateando en todas por encima de .300 para convertirse en un referente.
En las primeras tres contiendas, con Guerreros, Josmar coleccionó 116 hits, incluidos 15 dobles y siete jonrones, e impulsó 46 carreras. Su promedio vitalicio quedó en .311. Ahora con Caciques destaca por su consistencia y ha logrado destacar en medio de un poderoso lineup, que ha pasado gran parte de la temporada siendo la mejor ofensiva del campeonato con un promedio colectivo de .318.
Una liga en ascenso, un equipo que sueña en grande
Josmar Cordero es testigo fiel de la evolución del circuito y aboga por que las futuras ediciones sean más largas y reciban más respaldo de la afición. “El espectáculo lo merece», afirma sin titubeos.
“He tenido la oportunidad de ver el cambio año tras año, han subido la cantidad de importados, peloteros locales de renombre se han interesado en la liga y la han vuelto cada vez más fuerte”, consideró el slugger, que en 28 compromisos con “La Raza” batea .324.
“Yo tengo una foto donde está Yermin Mercedes, con Centauros, corriendo en primera y para mí es un orgullo saber que jugué al lado de una persona que seguí tanto durante su carrera en Grandes Ligas… Ahora está Samanes que tiene a Fernando Rodney y yo estoy loquito por tener un turno con él”, confesó entre risas.
En Caciques, hay un equilibrio muy interesante entre juventud y experiencia y Josmar asume -con mucho profesionalismo- ser líder dentro del clubhouse. Está seguro además de que este grupo va a hacer historia avanzando a postemporada por primera vez en la historia de la franquicia. ¿Por qué?, porque nunca se rinden.
“Sabemos y nuestros rivales saben lo que podemos hacer como bateadores… Tenemos mucha armonía, nunca bajamos la cabeza, hemos tenido juegos que nos han hecho siete carreras en el primer inning, pero vemos la pizarra y lo único que pensamos es que tenemos ocho innings para reaccionar”, contó con tenacidad.
“Aquí no regalamos nada, no regalamos turnos, no regalamos innings, no regalamos outs, no regalamos errores… Peleamos cada turno y cada juego, eso no va a llevar lejos”, prometió.