Por Mauricio Sulaimán – Presidente del CMB- Hijo de José Sulaimán
Prensa/CMB/Jabeando/06-08-2024.- La noticia que ha inundado las redes y ha empañado la actividad en los Juegos Olímpicos de París 2024 es una muy lamentable que ha expuesto la crisis por la que atraviesa el boxeo amateur en el mundo.
Dos mujeres boxeadoras han sido acusadas de ser transgénero, de tener cromosomas XY (Hombre), o alguna otra condición, que al combatir contra una mujer, les otorga gran ventaja competitiva.
Los ataques y posteos aún siguen. La gran mayoría sin tener los mínimos elementos para emitir una opinión. Lo más grave es que lo que debería importar es la integridad de los atletas, más que cualquier otra cosa.
Lo principal ha sido la guerra mediática entre el COI e IBA, la que fue la Federación Internacional reconocida por el mismo ente. Han tomado protagonismo atacándose uno al otro, en una clara lucha de poderes que no resolverá el problema central.
Imane Khelif y Lin Yu-ting son las peleadoras en cuestión. Sin tener evidencia definitiva aparentemente nacieron XX (Mujer) no son trans, y aparentemente tampoco nacieron con cromosomas Y, pero sí presentan una condición genética que les da ventajas físicas.
No es culpa de Imane y Lin, quienes están sufriendo ataques y odio de todo tipo. Se está mezclando de todo, desde la ciencia y medicina, la homofobia, el sexismo, los derechos humanos, las leyes, reglas y hasta el sentido común para atacarlas.
La realidad es que sus rivales suben al ring corriendo riesgos inaceptables. El boxeo no es un juego, es un deporte de contacto. Todo empezó hace más de 15 años cuando la AIBA, la Federación Internacional de Boxeo Amateur, encargada de todo lo relacionado a boxeo olímpico, que fue reconocida por el COI en los años 40, eligió a Wu Ching-Ko como presidente.
Éste se encargó de liderar una serie de cambios altamente cuestionados en su momento, y el COI no hizo nada al respecto. AIBA eligió el camino financiero y comercial por encima de los intereses de los atletas; se convirtió en promotor, mánager y organismo, con grandes conflictos de interés.
Quitaron las caretas de protección, y el paso más grave fue permitir y promover la participación de profesionales en el boxeo olímpico.
Hoy el escándalo es el de éstas dos boxeadoras, pero otro ejemplo pudiera ser que estuviera un poderosísimo campeón mundial contra un jovencito, quien busca el sueño olímpico.
El IBA, antes AIBA, arremetió contra el COI, e hizo pública la descalificación de dos peleadoras de su competencia, en 2023, aludiendo que tenían cromosomas XY (Hombre) Fue un ataque evidentemente armado y guardado hasta hace pocos días.
El COI se ha dedicado a responderles acerca de la descalificación de esas dos peleadoras, citando discriminación y derechos humanos.
¡Basta¡ Aquí lo importante es saber la realidad ¿Tienen Imane Khelif y Lin Yu-ting cromosomas XY, o la condición que les da ventaja sobre sus rivales? ¿Sí o no?
Siendo así es incuestionable que tengan mayor fuerza, resistencia, rapidez, niveles de testosterona, masa muscular, etcétera.
Esto les da gran ventaja competitiva , eliminando el fairplay, y pone en riesgo la salud de sus rivales.
No estamos hablando de romper un récord de tiempo o anotar goles, estamos hablando de boxeo, un deporte de contacto, donde se puede lastimar al oponente.
El CMB ha luchado desde su creación en contra de cualquier tipo de discriminación, también hemos realizado extensos estudios e investigación científica para crear reglas para boxeo femenil, diferente a las de los hombres. Estudiamos y propusimos la creación de un programa de boxeo para atletas trans, y siempre tendremos como absoluta prioridad la salud e integridad física de quien se sube al ring, antes, durante y después de los combates.
La realidad es que el boxeo olímpico no tiene gobernanza desde 2018-2019, cuando AIBA fue suspendida como federación afiliada al COI y, eventualmente, expulsada.
Los Juegos Olímpicos de Tokio, así como los de París, están siendo administrados por un comité propio del COI, y no por una federación internacional del deporte de boxeo. Las reglas y procesos de elegibilidad siguen siendo los mismos que estableció la AIBA al término de Río 2016, y eso incluye que no exista parámetro alguno para medir el nivel de competencia entre los peleadores; o sea, Canelo puede pelear contra un jovencito en JO.
El CMB ha rechazado absolutamente profesionales en el boxeo olímpico hasta que no haya una clara definición de elegibilidad para lograr paridad en el nivel de competencia. En el profesional, un debutante pelea a cuatro rounds contra boxeadores de ese nivel, no podría pelear contra uno de ocho, 10 o contra un campeón mundial. Así de sencillo.
El COI optó por atacar al IBA y defender el porqué están participando Khelif y Yu-ting, cuando en la opinión mundial deberían tomar una acción proactiva, atendiendo una preocupación internacional.
El COI está siendo atacado, pero la gran mayoría han sido malintencionados, y sin tener la más mínima información de la situación.
Existen procedimientos y los estatutos son claros en el sentido de que no se pueden cambiar las reglas a media competencia. También todo se complica cuando entran otros factores como los derechos humanos, códigos de ética, etcétera.
Lamentablemente esto no fue atendido en su momento y todo es el efecto de la grave administración que ha tenido nuestro deporte a nivel olímpico en las últimas dos décadas. Pedimos a Dios que no suceda algo qué lamentar en los combates restantes.
Urge que se oficialice la afiliación ante el COI de una nueva Federación Internacional que se encargue del boxeo. Existe una llamada World Boxing (WB), solamente se necesita que más países se afilien a ésta para ser reconocidos por el COI. WB es una realidad, y es la única opción para poder salvar al boxeo y su permanencia en Juegos Olímpicos, ya que, hasta el día de hoy, está fuera de Los Ángeles 2028.
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