Por José Camejo Suárez
Prensa/Jabeando/26-08-2024.- Israel Contreras, originario de Güiria, estado Sucre, donde nació el 27 de diciembre de 1960, es un nombre que resuena en la historia del boxeo venezolano. No solo por sus logros en el ring, donde conquistó dos veces el título mundial, sino también por su resiliencia ante la adversidad.
Contreras comenzó su camino en el boxeo a temprana edad, a los 10 años bajo la tutela del entrenador Édgar Colina evidenció su talento natural y dedicación que lo llevaron a destacarse rápidamente, abriéndose paso en el boxeo amateur con aproximadamente 60 combates. En la Selección Nacional de Boxeo se tituló 4 veces campeón nacional en Mini Mosca y Gallo, 2 veces en cada categoría, en 1978 logró la Copa de los Reyes de Tailandia y en 1979 se apoderó del Cinturón de Oro de Rumania, todo esto antes de asumir el competitivo mundo del boxeo profesional.
En el boxeo rentado debutó, el 17 de julio de 1979, en La Victoria, estado Aragua, fulminando en el primer round a Marcelino González. Su carrera continuó con 26 combates más en condición de invicto. Se enfrentó a grandes rivales, incluyendo a Khaosai Galaxy, quien le quitó el invicto, además de Luisito Espinoza y Eddie Cook. Sus victorias le valieron los títulos mundiales de peso Gallo de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), consolidándolo como uno de los mejores boxeadores venezolanos de todos los tiempos.
Su último combate se dio el 16 de febrero de 1995 en Scottsdale EE UU donde le ganó por KOT en el round 9 de 12 al norteamericano Johnny Vásquez y al bajar del ring sufrió un derrame cerebral que puso en riesgo su vida y lo obligó, a la edad de 35 años, a retirarse del boxeo. No obstante, A pesar de las dificultades, Contreras demostró una vez más su espíritu de lucha y logró recuperarse, convirtiéndose en un ejemplo de superación para muchos.
Al final de su carrera, Contreras, registró 42 combates con 38 victorias, 27 de estas por nocaut, 3 derrotas y un empate
Hoy en día, Israel Contreras es recordado no solo como un campeón del boxeo, sino también como un hombre que ha enfrentado la adversidad con valentía y determinación. Su legado perdura como una inspiración para las nuevas generaciones de boxeadores venezolanos, demostrando que, con esfuerzo y perseverancia, es posible alcanzar grandes metas, tanto dentro como fuera del ring.