Por Jesús Cova
Prensa/AMB/Jabeando/28-08-2024.- “Es un conquistador y un príncipe, es un domador y es la bestia, es el matador y el toro bravo, es el hombre y es un animal. Es Carlos Monzón. Es, en definitiva, el macho, en español. Pero, en Argentina, no se dice que Carlos sea un macho. Dicen que es EL MACHO. Es decir, perfección viril. Esa cosa misteriosa e inexplicable que brilla en ciertos hombres y que hace que cuando aparecen, simplemente, cada uno perciba que nacieron para tener un reino. El del boxeo, por ejemplo. U otro. Carlos Monzón es de esta raza…”
Las palabras son del famoso actor francés de cine Alain Delon, fallecido en Douchy Montcorbon, Francia, a los 88 años de edad el domingo 18 de este mes de agosto. Fueron escritas para el prólogo del libro “Yo, Carlos Monzón”, una recopilación hecha por Henry Pessar sobre pasajes de la vida de quien es reconocido como uno de los más icónicos campeones mundiales en la historia de la división de los pesos medianos (creada aproximadamente en 1840 y tantos), de polémica vida y fatídico final.
Delon, que saltó a la notoriedad universal por su protagonismo en films como “El Gatopardo”, “A pleno sol”, “Rocco y sus hermanos”, “Nuestra historia”, entre otros (Sus películas fueron vistas por unos 134 millones de espectadores en el mundo), se apasionó por el boxeo después de haber visto al púgil argentino, apodado Escopeta por el poder de sus puños, el 8 de mayo de 1971en Montecarlo en la pelea en que el argentino dio revancha al italiano Nino Benvenuti, a quien había destronado en noviembre del año anterior en Roma, con un nocaut en diez asaltos.
Delon quedó impresionado con la contundente y apabullante demostración de Monzón, que aplastó sin piedad al excampeón del mundo en solo tres rounds. Sería aquel episodio el comienzo de una larga amistad entre el boxeador y el actor.
PROMOTOR Y AMIGO
No pasó mucho tiempo para que luego de aquel primer encuentro Delon se entusiasmara a tal grado con el boxeo – deporte que siempre le atrajo, pero solo como un aficionado más-, que decidiera ser el organizador de una pelea
de su nuevo amigo. Lo que hizo cuando Monzón enfrentó al retador francés Jean-Claude Bouttier (También muy amigo del actor) el 29 de septiembre del 73.
Antes de eso Monzón había expuesto con éxito las fajas AMB y CMB frente a Emile Griffith, Denny Moyer, el mismo Bouttier, Tom Bogs, Benny Briscoe y de nuevo Griffith, esta última una dura pelea resuelta en 15 tramos y en la que Delon se contó entre los miles de espectadores, junto a figuras como el príncipe Rainiero de Mónaco y su hija la princesa Carolina, los también actores David Niven y Jean Paul Belmondo y el modisto Pierre Cardin, entre otras decenas de celebridades.
La Monzón-Bouttier II la montaron Delon y el italiano Rodolfo Sabatini, representante del boxeador sureño en Europa, en el famoso estadio Roland Garros de la capital gala. El indiscutido amo de las 160 libras, que en su primera pelea con el mismo rival había ganado por KO en 12, se apuntó ahora una decisión unánime.
Delon y Sabattini unieron esfuerzos de nuevo y el 9 de febrero del 74 pusieron sobre el ring a Monzón y al cubano-mexicano José Ángel “Mantequilla” Nápoles, rey welter que buscaba el cetro de la división superior. Nápoles resultó una fácil presa para el argentino, que sacó provechó a sus ventajas físicas y se llevó el triunfo ante unos 11 mil aficionados cuando Nápoles no salió para el séptimo round. Cuando la pelea finalizó Monzón no pudo someterse a la prueba antidoping (le fue imposible dar la muestra de orina) y el Consejo Mundial optó por despojarlo del título, lo que no hizo la Asociación Mundial por considerarlo desproporcionado.
Después de “Mantequilla”, Monzón se midió y venció al australiano Tony Mundine (KOT7), el estadounidense Tony Licata (KOT10), el tunecino Gratien Tonna (KO6) y dijo adiós al ring con un triunfo en cerrada decisión frente al colombiano Rodrigo Valdés, en uno de los más enconados combates de toda su carrera.
Cuando colgó los guantes después de una trayectoria de 14 años entre 1963-77 dejó récord de 87 victorias (59 por KO) y solo tres derrotas. Sus 14 defensas fueron por largo tiempo una marca tope para la categoría de los 72,562 kilos, superada en 2015 por el estadounidense Bernard Hopkins, con 20.
EL ÚLTIMO ENCUENTRO
El lazo fraternal entre el actor y el boxeador se mantuvo sólido a través del tiempo. La última vez en que se vieron fue en tristes circunstancias.
Delon viajó desde Francia a la provincia argentina de Santa Fe en 1993 para visitar a su amigo, en prisión en la penitenciaria de Las Piedras en Santa Rosa de Calchines donde purgaba condena de 11 años por el asesinato de su esposa, Alicia Muñiz, el 14 de febrero de 1988, día de los enamorados, Delon pasóvarias horas junto a Monzón, alentándolo, conversando larga y animadamente con él.
Dos años más tarde, el 8 de enero de 1995, Monzón, de 53 años, murió en un accidente de tráfico cuando regresaba a la cárcel y corría a alta velocidad en su automóvil luego de gozar de un permiso especial de salida.
En cuanto a Delon, que se resguardó en un discreto e imposible anonimato, varios años después de su viaje a Argentina, sufrió en 2019 un derrame cerebral del que milagrosamente sobrevivió, pero cayó en una depresión tal que llegó a solicitar la eutanasia en Suiza, donde esta es legal, pero su petición le fue denegada.
En sus días postreros manifestó en una carta que “voy a dejar esta vida sin sentirme triste. La vida ya no me atrae. He visto y experimentado todo. Odio la era actual.”
Nacido el 8 de noviembre de 1935 en Sceaux, Francia, Alain Fabien Maurice Delon Amold, su nombre de pila, astro del cine francés y mundial, falleció en paz a causa de un linfoma. En relación a Monzón, siempre quedará su larga amistad y una frase de Delon: “Los dos hemos sido muy pobres. Los dos llegamos a ser estrellas”.