Por José Camejo Suárez
Prensa/Jabeando/29-08-2024.- El mundo del boxeo venezolano se vistió de luto el 25 de febrero de 2014, cuando la trágica noticia del asesinato del excampeón mundial Antonio Cermeño conmocionó al país. Conocido como «El Coloso», Cermeño dejó una huella imborrable en la historia del deporte nacional, gracias a su talento, dedicación y espíritu de lucha.
Nacido en Río Chico, estado Miranda, el 6 de marzo de 1969, Cermeño comenzó su carrera profesional, en Petare estado Miranda, el 1 de septiembre de 1990, con un KOT, en el segundo round, ante José Medina, rápidamente demostró su potencial al acumular 19 victorias en forma consecutiva. Su consagración llegó en 1995, cuando derrotó al puertorriqueño Wilfredo Vázquez para conquistar el título Súper Gallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB)
Cermeño defendió exitosamente su cinturón en siete ocasiones, enfrentando a rivales de la talla de Yober Ortega y Eddy Sáenz. En 1998, dio el salto a la categoría pluma, donde también se coronó campeón de la AMB al vencer al estadounidense Genaro Ríos. Su reinado en esta división, sin embargo, fue más breve, perdiendo el título ante Freddie Norwood en 1999.
El último combate de Antonio Cermeño tuvo lugar en el Gimnasio Alexis Arguello de Managua, el 2 de septiembre de 2006 cuando cayó en el 4to asalto de 10 ante el nicaragüense Santos Benavides.
A lo largo de su carrera, Cermeño se caracterizó por su estilo agresivo y su potente pegada, que le valieron registrar 45 combate ganados, 31 de estos por la vía rápida, 7 derrotas, sin empates
La muerte de Antonio Cermeño a los 44 años, víctima de un secuestro, fue un duro golpe para el boxeo venezolano y para el país en general. Su recuerdo, no obstante, permanece vivo en la memoria de quienes lo admiraron, y su historia sirve de inspiración para las nuevas generaciones de pugilistas.