Prensa/CMB/Jabeando/11-12-2024.- Uno de los más grandes campeones de peso completo de todos los tiempos, Larry Holmes, celebró su septuagésimo quinto aniversario en noviembre pasado, que coinciden con las 75 peleas profesionales que sostuvo durante su trayectoria como profesional.
Una carrera que abarcó desde 1973 hasta 2002. Campeón del CMB de 1973 a 1983. Como campeón, hizo 20 defensas exitosas. Solo Wladimir Klitschko con veintidós y Joe Louis con veinticinco, tuvieron más defensas.
Si alguna vez hubo un boxeador impulsado por la ambición, ese fue Larry. Ese deseo de demostrarles a los escépticos que estaban equivocados. Aquellos que sentían que sus piernas eran demasiado delgadas y que no tenía suficiente resistencia para ser efectivo durante toda la distancia de una pelea por campeonato.
Larry demostró que todos estaban completamente equivocados y, en el proceso, le mostró al mundo qué boxeador tan extraordinario y qué hombre tan valiente fue y será por siempre.
Larry enfrentó a Mike Weaver, James “Bonecrusher” Smith, Gerry Cooney, Oliver McCall, Evander Holyfield, Tim Witherspoon y Ray Mercer. Pero las peleas que realmente lo definen son las siguientes:
La guerra titánica con Ken Norton por el Campeonato del CMB. Después de catorce increíbles y agotadoras rondas de pelea sin parar, los dos se enfrascaron en un gran duelo.
Fue un drama puro de peso completo de todo o nada en esos últimos tres minutos. Norton sacó a relucir literalmente todo lo que le quedaba y atacó. Parecía que iba a pasar por el poste de la victoria. Pero luego, de alguna manera, Larry contraatacó con un esfuerzo titánico.
Conscientes de que estaban presenciando la verdadera grandeza, la multitud, entre las que estaban Sylvester Stallone, Chevy Chase y Roberto Duran, se puso de pie y los aclamó. Ambos peleaban a toda velocidad y sin fuerzas, pero Larry tenía la ventaja ganando en dos de las tres tarjetas de puntuación de los jueces.
Cuando sonó la campana final, Kenny felicitó a Larry por el gran combate que ofrecieron.
Le siguieron pruebas aún mayores. Una revancha con Earnie Shavers puso a prueba el temple de Larry en el horno incandescente. Después de seis rounds, Larry se puso en marcha y se encontró con un potente derechazo explosivo de Earnie.
Holmes se levantó increíblemente deteniendo a Earnie en el undécimo round.
En todo caso, la caída por cortesía de Renaldo Snipes… el mismo golpe, el mismo round, fue aún más estremecedora. Cuando se levantó a la cuenta de cuatro, Larry se inclinó hacia adelante, tambaleándose hacia las cuerdas.
Renaldo se lanzó de nuevo hacia adelante, buscando terminar con un enemigo herido. Pero entonces sucedió algo asombroso. Larry aprovechó su gran temple y comenzó a contraatacar! El referi detuvo la pelea en el undécimo round, cuando conectó un tremendo derechazo a la cabeza de Renaldo y luego siguió con una andanada de golpes.
A Gerry Cooney lo derribó en el segundo asalto, pero se levantó y siguió peleando hasta el decimotercero, cuando Larry lo abrumó y el entrenador de Gerry, Víctor Valle, detuvo humanamente el combate. Desde entonces, Larry y Gerry se hicieron amigos. Pelear con un oponente de esta manera siempre crea un vínculo. Muchas veces conduce al respeto mutuo.
Luego, el dolor y las lágrimas de tener que pelear y derrotar a Muhammad Ali, quien estaba al final de su carrera. Cuando tenía dieciocho años, Larry había sido compañero de entrenamiento de Ali ayudándolo a prepararse para importantes combates.
Cualquiera que haya seguido la carrera de Larry Holmes conoce su grandeza, pero también sus agallas. Como ha dicho Larry: “Mis fans conocen el nombre de Larry Holmes y saben que siempre lo dio todo”.
Larry también reflexionó: “Siempre me sentí bien conmigo mismo. Yo era una persona normal. Siempre sentí que podía hacer todo lo que cualquier otra persona podía hacer. Si una persona normal se decide a hacer algo… ¡Puede hacerlo!”
¡Felices 75 campeón!