Por Mauricio Sulaimán – Presidente del CMB – Hijo de José Sulaimán
Prensa/CMB/Jabeando/11-02-2025.- El pasado domingo se llevó a cabo uno de los eventos más importantes del año, el esperado Super Bowl. Sigo esperando ver a mis amados Cowboys regresar al Súper Domingo. Han sido 30 años de frustración, pero aún tengo la esperanza de que vuelvan a la cima.
Este Grand Prix de Boxeo CMB de la Temporada de Riad es la primera Copa Mundial de Boxeo Profesional de nuestro deporte, lo que representa no solo una oportunidad de gloria deportiva, sino también un trampolín propulsor, para impulsar y hacer realidad los sueños y ambiciones de jóvenes atletas de todo el mundo.
El CMB y Riyadh Season han trabajado incansablemente para hacerlo realidad, gracias a Su Excelencia Turki Alalshikh.
No se trata de una competición cualquiera, ya que 128 boxeadores jóvenes y prometedores en cuatro divisiones (Peso pesado, peso mediano, peso superligero y peso pluma) darán un paso adelante en un escenario mundial al más alto nivel, representando con orgullo a sus países y compitiendo por la oportunidad de alcanzar la grandeza con valentía.
El Gran Premio de Boxeo del CMB de la temporada de Riad representa una oportunidad real para los atletas jóvenes, a menudo de orígenes humildes, de trazar un rumbo hacia un mejor destino de vida a través del talento, la disciplina y la dedicación a través del noble arte del boxeo.
Este torneo es la realización del sueño de José Sulaimán hecho realidad. Una Copa del Mundo de Boxeo, donde puedan competir jóvenes promesas de todos los rincones del mundo. Es un viaje, desde las primeras etapas eliminatorias hasta las grandes finales, que culmina con cuatro campeones coronados en cada una de las divisiones.
El Gran Premio de Boxeo es un homenaje al coraje y la pasión de los boxeadores, que lo dan todo en el ring. Su todo absoluto.
Se trata de descubrir a las estrellas del mañana y ofrecerles la oportunidad de alcanzar la fama y un futuro deslumbrante. Es un viaje de esperanza, a través del trabajo duro y la búsqueda incansable de los sueños.
LA ANÉCDOTA DE HOY
Fue en 1976, cuando estaba terminando mi juego en la Liga de Béisbol de Pequeñas Ligas de Lindavista, cuando mi papá me dijo: “¡Vamos, mi niño! Tenemos algo muy importante que hacer”.
Regresé a casa con él, y fue precisamente para ver el Super Bowl: Dallas contra Pittsburgh, perdieron los Cowboys, pero como mi papá era fanático de los Cowboys, desde ese día me convertí en el fanático número uno de los Cowboys.
Ese era mi papá, siempre leal, dedicado y entregado.
