Para José Rincones asistencia del Estado al atleta retirado es insuficiente e inoportuna

*** La deuda del estado venezolano es inmensa con los atletas en retiro

Por José Camejo Suárez

Caracas/Jabeando/15-01-2019.- Es ampliamente conocido que el atleta venezolano, una vez que pasa a retiro, después que dejó los mejores años de su vida, su juventud plena en los grandes escenarios deportivos, puesto que solamente se dedicó a prepararse para rendir sus mejores resultados en defensa del pabellón nacional, no tuvo tiempo para estudiar, su mente estaba en la cancha, la pista, el ring o el estadio.

Así lo reconoce el ex boxeador José Rincones, quien fuese dos veces campeón en el Torneo Batalla de Carabobo, medalla de oro en la Copa Simón Bolívar, en el torneo Sudamericano y campeón mundial en Corea de Sur en 1985, antes de saltar al boxeo profesional donde tuvo una destacada actuación con 19 triunfos, 3 derrotas y dos empates.

Ahora Rincones es un destacado entrenador de boxeo del distrito Capital y expresa “aunque existen organizaciones como la Fundación Glorias Deportivas de Venezuela y la Fundación para la Atención Integral a los Atletas de Alto Rendimiento en Situación de Retiro y ExAtletas Jóvenes y Adultos Mayores (FUNDAEXAR) que deberían atender eficientemente a los exatletas pareciera ser que no existe suficiente sensibilidad humana como para entender que necesitamos asistencia médica permanente; preventiva y hospitalaria, medicinas y laboratorios disponibles para evitar el trámite burocrático que se interpone cuando necesitamos uso adecuado y oportuno de estas servicios”, apuntó el exboxeador con énfasis en cada una de sus expresiones, al afirmar que en cada entidad, estatal y municipal del país debería existir, por lo menos, un representante de estas instituciones.

En cuanto a la ayuda económica que reciben de parte del Estado, a través de la Fundación Glorias Deportivas de Venezuela, “considero que no ha estado a la altura de la exigente economía nacional, desde su inicio hasta la fecha, es angustiante cuando vamos al mercado y el costo de los productos de la alimentación mínima necesaria, supera ampliamente nuestro presupuesto, pues la mayoría de nosotros no tiene la posibilidad de obtener otros ingresos. Como atletas sacrificamos los estudios para dedicarnos al deporte y eso es lo único que sabemos hacer bien, cada uno en su disciplina”, dijo José Rincones.

Sería muy conveniente que se hiciera un estudio minucioso del aporte del Estado para cada atleta, “a mi juicio, las asignaciones deberían ser justas y equitativas de acuerdo al nivel de participación de cada atleta, donde se evidencie la jerarquía de cada uno”, acotó el venezolano excampeón mundial amateur.

¿Y LOS PROFESIONALES?

En cuanto al boxeador profesional, apuntó Rincones, sería muy conveniente que cada promotor registre a sus boxeadores y entrenadores en el Seguro Social, de tal manera, que por lo menos, puedan acumular las cuotas que exige esta institución, como requisito legal para otorgar, cuando tenga lugar, la pensión de vejez y no esperar medidas de gracia que dependerían de la voluntad del gobierno de turno “esta es una decisión que mucho sabrían agradecer los boxeadores activos y entrenadores a sus respectivos promotores”, recomendó Rincones, reconociendo la sensibilidad que impera en el ámbito del boxeo.

APUNTAMOS HACIA EL BIENESTAR SOCIAL

Comentó el glorioso ex boxeador, amateur y profesional que ofrece estas declaraciones sin el ánimo de ofender particularidades, basado en su propia experiencia, compartida por gran parte de los exatletas que no se atreven a decir nada por temor a represalias en su contra, al contrario “pretendo despertar las inquietudes que ayuden a mejorar la calidad de vida de cada uno de los atletas que deberían estar gozando y disfrutando los frutos de su cosecha del glorioso pasado y no sufriendo y padeciendo un presente no acorde con la esperanza de vida que se trazó y merece”, adujo Rincones, al agregar que la intención de crear las Fundaciones Glorias Deportivas de Venezuela y Fundaexar ha sido muy buena, pero falta afinar algunos puntos para que sean idóneas en su funcionamiento.