Prensa/CMB/Jabeando/15-03-2019.- Mérida vio nacer a uno de los personajes más importantes para el boxeo mexicano, un hombre que sin pensarlo o si quiera desearlo se encaminó a un mundo que lo llevaría a ser parte del Salón de la Fama del Boxeo Mundial, por supuesto nos referimos a Miguel Canto, mejor conocido como “El Maestro”.
Nacido en Mérida un 30 de enero de 1948 Miguel fue el cuarto de nueve hermanos -cuatro varones y cinco mujeres- hijo de Santiago Canto Gutiérrez y Zoila Elidé Solís Sierra. Miguel pasó una infancia tranquila, casi como cualquier niño de su edad, aunque eso sí, desde pequeño aprendió a trabajar pues atendía un puesto de golosinas y refrescos que su papá tenía en el desaparecido cine “Alcázar”.
Canto, no tenía en sus planes convertirse en boxeador profesional, él quería ser una estrella del beisbol, disciplina que practicó incluso cuando ya se había puesto los guantes. No obstante, los deseos de Miguel dieron un giro cuando su hermano Carlos lo llevó a la pelea de Silverio “Chamaco” Ortiz contra el “Zurdo” Aparecido, en la Plaza de Toros de Mérida en la década de los 60´.
Decidido a triunfar en los encordados, Miguel no sólo mostró habilidades únicas sino también una disciplina férrea que rápidamente lo posicionó como un fenómeno del boxeo yucateco.
Su primera pelea como boxeador profesional fue contra Raúl Hernández en febrero de 1969 y aunque esa ocasión no se alzó con la victoria, la historia lo colocó como uno de los mejores moscas.
Escalando y convirtiéndose en uno de los consentidos de la afición, Canto, no probó las mieles del éxito de manera inmediata, pues el 4 de agosto de 1973 perdió la oportunidad de coronarse campeón del CMB, pues Betulio González lo venció por decisión mayoritaria.
No obstante, este revés fue vengado en el territorio japonés, el 8 de enero de 1975, derrotando al local Shoji Oguma. Canto es reconocido como el monarca que más peleas de título mundial de 15 asaltos completó en la historia del boxeo, siempre presentando una cátedra de técnica en el cuadrilátero.
Su disciplina, constancia y tesón lo condujeron en todo momento por el sendero del triunfo, un púgil que siempre escuchó los sabios consejos de su manager e inseparable amigo don Jesús ‘Cholaín’ Rivero. Su última pelea fue en 1982 contra Rodolfo Ortega.
El hombre que tantas glorias le dio a México y en especial a su querida “Ciudad Blanca” dejó los encordados, pero jamás se quitó los guantes, pues compartía su experiencia y conocimiento como entrenador, siempre dispuesto y ansioso de dejar huella en otros púgiles.
Sin embargo, la salud de nuestro querido campeón se vio afectada, una acumulación de líquido dentro de las cavidades del cerebro (hidrocefalia) comenzó a causar ciertos deterioros en la salud del campeón, por ello tuvo que realizarse una cirugía que gracias a la experiencia del doctor Aguilar Rabanales del Centro Médico “Ignacio García Téllez” del IMSS de Mérida, Yucatán fue todo un éxito.
Nuestro querido campeón fue dado de alta después de haber permanecido algunos días en observación médica y hoy en día se encuentra en casa bajo los amorosos cuidados de su esposa Irma Rodríguez.
No obstante, y por lo delicado que fue el procedimiento, Don Miguel debe enfocar todas sus energías a su completa recuperación. En este punto, el CMB desea regresarle todo lo que nuestro querido campeón nos regaló en cada una de sus actuaciones, por lo que será apoyado por el “Fondo José Sulaimán” un sueño que tuvo Don José y que hoy en día es una realidad.
De esta manera, Miguel Canto sólo debe preocuparse de una sola cosa: ¡recuperarse por completo y seguir siendo ejemplo de vida!