El juez internacional siempre sirvió como un termómetro para medir la actuación del personal que trabajaba en los distintos combates. En 1976 inició sus labores como autoridad boxística, pero no fue sino hasta 1986 cuando se unió a la reconocida cadena internacional y empezó a ganar más notoriedad entre los fanáticos.
El graduado en la Comisión Atlética de Nueva York, fue exaltado al Salón de la Fama del Boxeo en 2016 gracias a su trabajo como analista y todo el aporte que hizo al boxeo, sobre todo en las veladas de élite, en las que se convirtió en una referencia.
La AMB lamenta la partida de un hombre que dedicó su vida al boxeo y cuyo aporte siempre será imborrable para los fanáticos y todos los involucrados en el deporte.