Los primeros asaltos fueron bastante incómodos para el de casa. El espigado peleador no estuvo muy atinado en los tramos iniciales y Prograis aprovechó para pasar sus golpes y contraatacar con efectividad. Las correcciones de Taylor llegaron poco a poco y su gancho de derecha fue clave para empezar a encontrar la humanidad del estadounidense.
A pesar de ser más alto, Taylor se apoyó en su velocidad de manos y su volumen de golpeo para sacar ventajas en la pelea adentro. En ese momento empezó a usar su upper de izquierda para conectar en repetidas ocasiones a Prograis y marcar importantes puntos en toda la parte intermedia del enfrentamiento.
A pesar de que los round finales fueron para Prograis, quien atacó y fue agresivo en esos tramos, Taylor ya había asegurado las tarjetas en una prueba complicada. Su ojo derecho (cerrado totalmente) es la evidencia de la guerra que tuvo que librar, pero Taylor demostró que es el hombre del momento en las 140 libras frente a un contrincante fuerte.
Ahora, el inglés tiene el Súper Campeonato AMB y lo combina con su cetro de la FIB, que ya poseía. Fue la victoria 16 de su carrera, de las cuales 12 han sido por nocaut, y arrebató el invicto a Prograis, quien quedó con récord de 24 triunfos, 1 revés y 20 dinamitados.