Prensa/El Hraldo de México/Jabeando/17-11-2019.- Todo indica que el próximo sábado 23 de este mes se dará un capítulo estelar en la historia del boxeo, con la pelea por el título mundial de peso pesado entre el estadounidense Deontay Wilder y el zurdo cubano Luis Ortiz.
Este evento será una revancha que concede el campeón Wilder al púgil caribeño.
Ellos se enfrentaron el 3 de marzo de 2018, en Nueva York, donde el triunfo correspondió al campeón por nocaut técnico en 10 rounds.
Lo que bien significará para el nacido en Tuscaloosa, Alabama, la décima defensa del título, que conquistó en Las Vegas, el 17 de enero de 2015, derrotando por puntos en 12 rounds al haitiano-canadiense Bermane Stiverne.
En caso de que cumplan los pronósticos y el monarca conserve el cinturón habrá que ir pensando en él como un hombre que, en alguna medida, podría compararse con grandes exponentes del pasado lejano y reciente.
El récord que hasta ahora ostenta es de 40 nocauts en 41 triunfos y un empate, lo que nos hace pensar que de continuar así se pensaría que podría estar al lado de gente de la élite como George Foreman, Evander Holyfield, Mike Tyson, Lenox Lewis y otros boxeadores.
Por supuesto, habrá que esperar esta contienda y entonces tendremos una idea más clara.
Por lo pronto, teóricamente, lo que le espera frente al cubano no es nada que pueda considerarse fácil. Ortiz aún con 40 años a cuestas es un zurdo peligroso con dinamita en los nudillos, como lo muestra su historial de 26 triunfos por nocaut en 31 actuaciones, a cambio de la solitaria derrota que tuvo frente al estadounidense.
El caribeño no ha vuelto a pelear desde aquella ocasión, en la que antes de caer, ciertamente llegó a poner en peligro al actual campeón del mundo.
El retador nació en Camaguey, Cuba, ahora radica en Miami, mide un metro con 93 centímetros, empezó su carrera en Estados Unidos, con algunas salidas a lugares cercanos; de hecho, se ha formado en ese país.
Al Haymon está entre la gente que lo dirige y Ortiz forma parte de un grupo de peleadores latinoamericanos que han intentado apoderarse del título que distingue a la dirección grande.
Entre algunos de estos podemos mencionar a los argentinos Luis Ángel Firpo y Oscar Bonavena, el chileno Arturo Godoy, el uruguayo Alfredo Evangelista, el puertorriqueño José Román, el mexicano Manuel Pulgarcito Ramos y, por supuesto, no puede quedar fuera otro gran peleador mexicano, Andy Ruiz, quien es campeón del mundo en otros organismos.
Lo que mencionábamos de las 10 defensas de parte de Wilder están lejos del récord, que pertenece a Joe Louis, con 25; sin embargo, son más que aceptables y hablan de la calidad que posee este sensacional noqueador de 34 años, nacido el 22 de octubre de 1985, que mide más de dos metros.
Él pelea por la gloria de ser campeón mundial del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), y por su apreciada familia, que está compuesta por su esposa Jessica Scales y cuatro hijos, de los cuales, dos son niñas y dos niños.
Deontay Leshun asegura que no sólo vencerá a su retador más fácilmente que como lo hizo en la primera pelea que se vieron las caras, sino que lo hará con una actuación emotiva que no podrán olvidar los fanáticos.
¿SABÍA USTED QUE..?
Otro campeón de peso completo con múltiples defensas, 17, fue Larry Holmes. Es uno de los mejores pesos completos que se han visto en la época contemporánea.
Poseía una izquierda privilegiada, de las más brillantes y efectivas que se recuerdan entre los pesos pesados. Pegaba fuerte, boxeaba bien y era difícil de conectar.
Lo apodaban El Asesino de Easton. No obstante, él nació en Cuthbert, Georgia, y se retiró a principios del presente siglo dejando un historial de 69 victorias, 44 de ellas por la vía del nocaut, y sufrió sólo seis derrotas.
ANÉCDOTA DE HOY
En cierta ocasión, en una de las elegantes salas que contenía la mansión del histórico Muhammad Ali, en Beverly Hills, el campeón, que era un fiel aficionado a la magia, dejó a mi papá perplejo, cuando le adivinó en que bolsillo traía varias monedas. “Para mí, siempre resultó algo inexplicable aquello”, comentó don José.