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Prensa/Jabeando/16-01-2020.- El pasado fin de semana estuvimos, como siempre, visitando algunos gimnasios de boxeo de la capital. Esta vez nos instalamos en el Gimnasio del promotor internacional William Pérez, allá en el sector Santa Rosa, parroquia El Recreo.
Allí encontramos, apenas era el 9 de enero, al entrenador Efraín Marcano, una boxeadora amateur y al púgil criollo Luis Niño quien ya estaba en pleno entrenamiento y nos dijo lo siguiente: «Estoy entrenando desde comienzo de año, porque este debe ser el año de mi consolidación en el boxeo profesional y para ello hay que trabajar muy duro».
Quien escribe le manifestó que en su más reciente presentación se le vio lento, sin ganas. Que no era aquel peleador aguerrido, buen golpeador a los planos bajos.
«En verdad que me encontraba bien, mi entrenador Enrique Centeno estaba seguro que saldríamos triunfador ante el ex campeón «Chemito” (Anselmo Moreno), pero el mismo día de la pelea, luego de desayunar en el hotel en que estábamos hospedados comencé a sentirme con con sueño. Ido. La verdad es que no sé qué pasó».
Niño fue descalificado en el octavo round por golpear en la zona debajo del cinturón al ex monarca panameño. Igual el árbitro Iván Ballesteros le había mandado a descontar puntos en los asaltos 6 y 7 por otras infracciones.
«No recuerdo bien, pero mi intención no era darle fouls. Quizás porque me pesaban las manos, no podía con los guantes. Mis golpes dieron abajo. Pero nada ya vendrán otras oportunidades que debo aprovechar», indicó el peleador, mientras hacía sombra ante el espejo.
Ahora el récord profesional de Luis Niño Carranza queda en 15 victorias, 6 derrotas y 14 Kos propinados.
Las vicisitudes pasada por Niño me me hizo recordar que Panamá nunca ha sido una plaza fácil para los visitantes. Ejemplos hay muchos, especialmente de los venezolanos que ha combatido allá.
Rigoberto Marcano se queja todavía que en su pelea eliminatoria por la corona mundial del peso mini mosca ante Jaime «Cieguito» Ríos (23 de agosto de 1975): «Algo le pusieron al agua o a la esponja con que me limpiaban la cara, porque a mediados de la pelea me comenzaron a arder los ojos y eso me hizo perder la visión en varios asaltos decisivos».
Un poco más allá, el fuerte pegador nacional Nelson Estrada pescó con una mano bestial al ídolo de Colón, Ismael Laguna, posteriormente sería un gran campeón del peso ligero. Aquel 15 de abril de 1962, se fue hasta la luz, primero a Laguna y después en la Arena Colón donde se enfrentaban. Luego de reanudarse las acciones, algunos aficionados locales aflojaron las cuerdas del cuadrilátero. Otros le sujetaron por la botas a Estrada cada vez que este intentaba llevar a las cuerdas para rematar al ídolo canaleño. Al final llegó el campanazo final y… Laguna ganó por decisión.
Así que el consejo es que, tanto para Luis y otros gladiadores nacionales que vayan a pelear a Panamá le advertimos que no sean tan «Niño» (Inocentes) y estén pilas con lo que le dan de beber o comer, previo a subir a combatir; porque aunque No creo en brujas….Pero de que vuelan..!vuelan!