Por Rafael Valente y Marcelo Gomes
Prensa/ESPN/Jabeando/22-02-2020.- En una pequeña y antigua mansión en la hermosa ciudad de Santana de Parnaíba, Patrick Teixeira, de 29 años, recoge sus pertenencias, abre la puerta y comienza una corta caminata, a menos de 300 metros, desde Largo da Matriz hasta una instalación deportiva del ayuntamiento, donde entrena por más de diez años
Puede que no lo parezca, pero ha sido campeón mundial de boxeo durante 83 días. El primero en Brasil desde Sertão, en 2006, y el quinto en la historia del país.
Venció al dominicano Carlos Adames por puntos en Las Vegas, Estados Unidos, la noche del 30 de noviembre. Segundo en el ranking, se convirtió en campeón mundial de los pesos pesados ligeros por la Organización Mundial de Boxeo (OMB), una de las cuatro entidades más importantes en el deporte.
Inicialmente era un título interino, pero con la decisión del mexicano Jaime Munguia, titular del cinturón, de cambiar la categoría, el título se hizo regular.
Sin embargo, en casi tres meses desde que fue campeón, Patrick Teixeira no ha tenido cambios importantes en su vida. Fue recibido modestamente en Brasil cuando regresó con el cinturón. Había caravanas en Sombrio, su tierra natal, y Santos, la ciudad de uno de sus patrocinadores (Memorial)
La Presidencia de la República no lo invitó a ir al Palacio de Planalto, un honor común a los campeones mundiales del país.
También está fuera de la exposición de los medios o en el radar de la prensa. Ni siquiera se le acercaron empresas interesadas en asociar sus marcas con él, a pesar de ser un campeón y tener un cartel de gran respeto: 32 peleas, 31 victorias (22 por nocaut) y sólo una derrota.
«Tan pronto como terminó la pelea, nadie me llamó para hacer una entrevista. Se me acercó cuando regresé a Brasil, unos cuatro días después. Como campeón, gané una subvención en efectivo, pero se consideró un valor bajo debido al tamaño de la hazaña», dijo el boxeador de la historia.
Al menos se quedó con los patrocinadores que ya estaban con él. Hay dos: Memorial e IBG (International Boxing Group) Esta última fue la compañía creada por el empresario Eduardo Melo Peixoto, un benefactor nacional de boxeo. Fue responsable de llevar a Patrick Teixeira a Santana de Parnaíba durante más de una década para entrenar.
«Fue el principal apoyo en mi carrera. Fue el animador, el empresario y un padre para mí. Siempre me mostró el camino. Él fue quien me llevó al título mundial», dijo el boxeador.
Edu no pudo ver la gloria del alumno. Murió tres meses antes. La muerte del empresario creó una dificultad. IBG continúa patrocinando al boxeador, en gran parte debido al esfuerzo de la viuda del creador.
«Desafortunadamente no vio el título mundial, nuestro título mundial. Y estábamos un poco perdidos sin él. Siempre nos apoyó financieramente, pagó por los campamentos en el extranjero y nos guió. Hoy, la viuda mantiene a IBG [Dona Débora ], lo que hace con gran cariño y en memoria de su Edu. Pero lo extrañamos», dijo.
La situación experimentada por el campeón es un retrato del abandono que vive el boxeo en Brasil. El país ha tenido a Éder Jofre, Miguel de Oliveira, Acelino Freitas (Popó) y Valdemir dos Santos Pereira (Sertão) como campeones, pero en los últimos 20 años ha perdido espacio, impacto e importancia.
El aumento o aumento de otras peleas y la ausencia de combates de boxeo en la televisión abierta a menudo terminaron contribuyendo a la recesión.
«De hecho, el boxeo profesional ha perdido mucho espacio en las últimas décadas, aunque han aparecido boxeadores con el potencial de alcanzar prominencia, por ejemplo Everton Lopes, Esquiva Falcão y Yamaguchi Falcão, pero han fallado tanto por dentro como por fuera del ring», dijo el periodista Eduardo Ohata.
Experto en boxeo y comentarista de los canales de ESPN, Ohata señaló que el boxeo amateur fue en sentido contrario. «No podemos quejarnos del boxeo amateur. Hemos tenido varios medallistas en las últimas décadas, incluido un campeón olímpico, que era Robson Conceição, ahora un profesional», agregó.
Ohata entiende que la falta de visibilidad de Patrick Teixeira es preocupante. Y ve muchas cualidades en el campeón brasileño.
«En otro país, como Estados Unidos, estaría en una posición ligeramente mejor. Su logro habría sido más valorado. En ese momento, ya habría candidatos para un patrocinador que llamara a su puerta», dijo el periodista.
«Es un niño perseverante. También es un ejemplo del brasileño que pelea. No hay ninguna indicación, ese bote. Es un tipo que logra ganar por su propio esfuerzo y esto debe ser valorado», agregó.
PATRICK TEIXEIRA TIENE OTRA DEFINICIÓN SOBRE LO QUE HACE
«Ser un boxeador en Brasil es ser un guerrero. Trabajamos duro. Hay mucha disciplina. Renunciar a la diversión, la fiesta, la familia. Luchamos por levantarnos, a menudo nos faltan los elementos básicos para entrenar. Nos faltan patrocinadores, eventos. Quien elige ser boxeador en Brasil ya es un guerrero», dijo el campeón mundial.
Es por eso que tiene un deseo por el deporte, algo que para muchos puede parecer una utopía, aunque tenga fe.
«Ya tengo mi nombre marcado en la historia del boxeo brasileño, pero para ser feliz y contento antes de parar, quiero hacerlo, necesito hacer que el boxeo sea mucho más popular en Brasil. Para que la gente sepa qué es, quiénes son los boxeadores. Para que hablen de boxeo incluso en el bar. Entonces, sí, terminaría mi carrera muy feliz».