¿Yulimar Rojas alguna vez se imaginó llegar a la cima del mundo? Sí, para eso, primero pensó en escalarla. Sus pasos, eran precisos: 1. Ser constante. 2. Ser responsable. 3. Buscar motivación en las adversidades. 4. Dejar a un lado los miedos. 5. Jamás olvidar sus raíces.
“Visualicé que quería ser grande. Quería demostrarme y enseñarle a los demás que cuando nos proponemos algo, lo podemos alcanzar. Tenemos el poder de ser los campeones de nuestra vida”, expresa Rojas, haciendo retrospectiva de sus inicios en el mundo deportivo, donde prefería el voleibol, antes que el atletismo.
UN SUEÑO REALIDAD
Primer salto en el Meeting de Madrid 2020: foul para Rojas. Segundo, empezó a volar: 14,65. En el tercero, agregó su segunda falla. ¿Cuarto? superó su marca indoor (15,03) al alcanzar 15,29. Estaba cerca del récord del mundo que impuso Tatyana Ledeveba en el 2004 (15,36). Quinto salto: foul. Sexto: 15,43. Los ojos del mundo estaban sobre Yulimar Rojas. Ella era la noticia, era la historia viva del atletismo.
“Solo esperaba que se reflejara en la pantalla. Sabía que era mi momento, tenía el récord en mis piernas. Mi entrenador (Iván Pedroso) me decía que Madrid era mi oportunidad, y lo logramos. Aun estoy sin poder creerlo”, comenta Rojas.
PRIMERA META
Cuando decidió especializarse en salto triple, sabía cuáles serían sus objetivos: romper todos los récords.
En el año 2014, su mejor salto era de 12,99m. Ese lo realizó en el Campeonato Mundial Junior, Eugene – EEUU. Ya en el 2015, se extendía hasta los 14m. En el Campeonato Suramericano de Lima demostró que iba en serio, y se coronó campeona con 14,14m. En sus primeros Juegos Panamericanos (Toronto) volvió a mejorar: 14,37, marca que le dio su boleto a Río 2016.
En ese año, no había llegado al tope y ella lo sabía: agregó centímetros en Portland: 14,41 e hizo lo propio en la parada de la Liga de Diamante en Mónaco (14,64).
Rojas siguió inspirada y consiguió su primer 15, en el Meeting de Madrid el 23 de junio 2016 (15,02). “Madrid siempre me sorprende. Me hace sentir en casa”, agrega.
En la cita olímpica se quedó a centímetros (14,98 m). Los 15, no volvieron hasta el 2019. Aunque en el 2017, se coronó campeona en la Copa Rey de España (14,79), Meeting de Guadalupe (14,67) y Meeting de Andujar (14,96). Además, ese año también se llevó su segundo oro mundial en Londres: 14,91.
LA MARCA NO ERA SORPRESA
Una de las claves para alcanzar el récord del mundo en indoor, fue mantenerse constantemente por encima de los 15 metros.
En el 2019, tras un año de pausa por lesión en sus tobillos, Rojas regresó saltando sobre los 15 en siete ocasiones. La primera fue en Huelva 2019 con 15,06, seguida de los Juegos Panamericanos de Lima cuando tuvo una distancia de 15,11. En el Meeting de París, hizo de las suyas y logró 15.05. El 6 de septiembre en Andújar concretó la segunda mejor marca de la historia en salto triple outdoor (15,41), ese día, la venezolana también había logrado 15.03. Rojas cerró sus registros del 2019 en el Mundial Doha, agregando dos marcas: 15,37 y 15.18.
Este 2020, se recargó: en Francia, durante su primera competencia de salto triple del año, colocó su nombre en los registros históricos con un salto de 15,03 (mejor marca personal indoor, de competencia, nacional y suramericana).
“Desde que superé la lesión que me mantuvo lejos de las competencias en el 2018, mi vida cambió. Ese año aprendí a valorar muchísimo más todo lo que tenía. Me sirvió de impulso, de reflexión. Yo quería y anhelaba estar compitiendo para lograr grandes cosas, pero con eso, espiritualmente me recargué de energía. Me gusta tocar el cielo, pero la tierra también”, explicó.
PALMARÉS
Con 20 años, consiguió su primer mundial (Portland 2016: 14,41), después, agregó a su poder tres más: Londres 2017 (14,91), Birmingham (14,63) 2018 y Doha (15,37) 2019, sin dejar al lado uno de sus más grandes amores: la presea de plata de sus primeros Juegos Olímpicos, en Río 2016 (14,98).
“Todas mis medallas son importantes. Cada una tiene su significado. Portland fue el inicio. Londres mi ascenso, Birmingham sacrificio y Doha constancia”, explica y añade: “En Río yo soñaba con regalarle la medalla olímpica a Venezuela. Quería que me recibieran como lo hicieron con Rubén Limardo y lo logré. Mi mayor alegría en el deporte fue Río. Llegué como la novata del grupo. Me propuse a clasificar, estaba feliz, pero nunca pensé que podía conseguir la medalla de plata”.
En los Juegos Panamericanos Lima 2019, “Yuli” lloró y luego celebró: Se montó en lo más alto del podio.
“Estaba ansiosa, quería hacerlo bien, repetía los saltos una y otra vez en mi mente. Sé que todos esperaban mucho de mí, y eso quería darles, lo mejor. Trabajo cada día por dejar en alto el nombre de mi país, son mi motor”, explicó Yulimar, quien con un salto de 15.11 (récord panamericano), reinó.
EL CAMINO
Yulimar Rojas tiene metas a corto, mediano y largo plazo. La más cerca es Tokio 2020, plaza que consiguió en el Meeting de Huelva 2019 al alcanzar 14,58 y superar la marca mínima exigida (14,32). “Todo el trabajo que hemos estado haciendo es por Tokio. El oro olímpico me está esperando. Lo anhelo. Quiero que nuestro himno suene y nuestra bandera se vea por todo lo alto”, explica.
El récord olímpico de Francoise Mbango Etone (Camerún), quien en Pekín 2008 se extendió hasta los 15,39 metros. Cabe recordar que la marca personal de Rojas outdoor es de 15,41.
Luego de esto, su objetivo es llegar más cerca del cielo: Mejorar la marca mundial que posee Inessa Kravets (15,50) desde 1995, y convertirse en la primera mujer en alcanzar los 16 metros.
Y para cerrar, sin perder el enfoque, quiere superar los nueve oros mundiales de su entrenador Iván Pedroso.
“Sé que lo voy a lograr. Debo seguir preparándome, entrenando, confiando en Dios y conectando mi mente y corazón para darle muchas más alegrías a mi familia, mi país y el mundo”, concretó.